En nuestro análisis de House of Ashes, nos enfrentaremos a demonios tanto internos como externos. ¿Estáis preparados?
La nueva entrega de la saga The Dark Pictures ya está entre nosotros, siendo la primera que debuta en la next-gen. Tras Man of Medan y Little Hope, hoy os traemos nuestro particular análisis de House of Ashes, el cual hemos realizado en una PlayStation 5. ¿Se notarán los cambios? Lo vemos.
La gente de Supermassive Games se han especializado en las aventuras gráficas, concretamente las basadas en el género de terror. Con el título que hoy nos ocupa, ya son cuatro los trabajos similares que llevan a cabo y la verdad es que le están cogiendo el tranquillo. Pero eso no significa que su última obra no tenga ningún defecto. Eso sí, nada que empañe la experiencia.
El enemigo de mi enemigo…
El argumento esta vez nos sitúa junto a un grupo de soldados en Irak. Gracias a una nueva tecnología creada por uno de los protagonistas, se ha descubierto un posible silo que parece guardar armas de destrucción masiva. Así que nuestro comando, se dirige al lugar para tratar de encontrar dicho alijo. Claro que la cosa no iba a ser tan fácil.
Mientras buscamos las armas, sufrimos una emboscada del ejército local. Tras unos intensos momentos, el suelo se abre bajo nuestros pies, dejando a los pocos supervivientes atrapados a varios metros bajo tierra. Por si esto fuera poco, resulta que hay algo oculto en los túneles, y no le gusta nuestra presencia. Esto significa que con este, ya son cuatro los diferentes estilos de terror que han recreado los chicos de Supermassive Games en sus juegos.
En Until Dawn se optó por recrear las típicas películas «Slasher», con un grupo de jóvenes en una cabaña que son asesinados uno a uno por un psicópata. Por otra parte, para Man of Medan el enfoque fue el de las historias de fantasmas en un barco abandonado. Y por último, en Little Hope vivimos de primera mano una terrible caza de brujas, igual que las ocurridas en pueblos como Salem.
Así pues, en esta ocasión los desarrolladores han optado por una historia de monstruos al estilo Alien o Depredador, con toques de terror psicológico sacados de la obra de H. P. Lovecraft. No en vano, el propio estudio ha reconocido estas referencias de manera oficial.
Escoge tu propia aventura
Más allá del argumento, los fans de este tipo de juegos nos vamos a encontrar prácticamente, lo mismo que hemos disfrutado en anteriores entregas de la saga. Eso sí, con algunos ligeros retoques y cambios, que hacen de este capítulo el más inmersivo de todos.
En House of Ashes como ya hemos comentado, nos encontraremos con una aventura gráfica similar a lo que ya hemos jugado en anteriores ocasiones. De nuevo, la exploración del entorno y la toma de decisiones, serán los mayores protagonistas. Así que nos toca investigar a fondo en busca de objetos y secretos, escoger sabiamente lo que vamos a decir, o superar con habilidad los quick time events y momentos de acción. Y precisamente en este apartado es donde tenemos el primero de los ajustes del juego.
La compañía ha decidido seguir el feedback de algunos usuarios, añadiendo por primera vez hasta tres niveles de dificultad al título. Y no sólo eso, ya que también se nos permite a nosotros personalizar directamente los parámetros de los temidos QTE. De esta manera, cualquiera podrá encontrar la manera de encarar la aventura como más le apetezca.
Enfrentándonos a demonios y lo que quiera que aceche en las sombras
Otro cambio interesante, llega de la mano del terror psicológico que se palpa en esta aventura. La relación entre los personajes cobra mayor importancia que nunca, ya que el miedo a lo desconocido juega un papel fundamental. ¿Dejamos tirado a un soldado herido que nos retrasa para poder escapar? ¿Nos enfrentamos al bando rival, o unimos fuerzas contra un enemigo común? Este capítulo nos pone en más disyuntivas que nunca, y sus repercusiones es muy posible que continúen haciendo estragos más adelante.
Incluso por primera vez, resolver con acierto algunos quick time events puede acarrear la muerte de otro personaje, o no… Y es que como ya dijimos en nuestras impresiones, estamos ante el título de la saga que más juega con nuestros miedos. Aquí es donde se nota especialmente la influencia de Lovecraft.
Una nueva perspectiva
Por último en el apartado de novedades, tenemos un cambio en la perspectiva. Como ya sabréis, en las anteriores entregas casi toda la exploración estaba sujeta a unos planos de cámara semifijos, al estilo de los Resident Evil Clásicos, aunque salpicados con algunos momentos de mayor libertad. Ahora es más bien lo contrario.
La mayor parte del tiempo seguiremos a los protagonistas sobre el hombro, o a sus espaldas directamente. Casi como en cualquier juego en tercera persona. Gracias a ello, la inmersión es mucho mayor, sobre todo mientras alumbramos los oscuros túneles con mecheros o las linternas de nuestras armas. Además, aunque siguen existiendo muchos espacios cerrados y claustrofóbicos, estamos ante la entrega con los escenarios más amplios hasta la fecha.
Obviamente, esto no significa que ahora estemos ante un título de acción y disparos, ya que como siempre, los momentos de acción siguen los patrones impuestos en los anteriores capítulos. Esto significa que en las ocasiones en las que nos toque disparar, el juego nos avisará instantes antes, dejándonos después unos pocos segundos para apuntar y apretar el gatillo. Lo que sí es cierto, es que este capítulo tiene muchos más momentos de este tipo que en los anteriores. Estaremos más en tensión que nunca.
Gráficos y sonido
En cuanto a su apartado gráfico, el salto a la nueva generación se nota, aunque aún no han exprimido el potencial de la consola. Los modelados de los personajes han ganado en realismo tanto en texturas como en animaciones. Pero por encima de todo hay que recalcar la enorme mejoría en la iluminación. Ahí es donde más se nota el salto.
Además y como ya hemos dicho, el diseño de los escenarios ha ganado en amplitud en cómputos generales. Eso, unido al cambio de perspectiva por una tras el protagonista, hacen que el conjunto se vea de maravilla. También ayuda el tener unos 60 Fps estables, prácticamente todo el tiempo.
Por otro lado, el apartado sonoro continúa el gran nivel mostrado en anteriores entregas. La ambientación nos mete de lleno en la aventura, con unos gruñidos y gorgoteos de los monstruos muy reconocibles e intimidadores. Además el doblaje al castellano vuelve a ser de nivel profesional, salvo en un par de frases sueltas. Como punto anecdótico, el actor que pone voz al Conservador en nuestro idioma, ha cambiado respecto al que escuchamos en Man of Medan y Little Hope.
En definitiva, estamos ante una entrega continuista respecto a otros trabajos de Supermassive Games, lo que hará las delicias de sus fans más acérrimos. Aún así, se han retocado algunos puntos como la dificultad, la iluminación y la cámara. Quizá sea una declaración de intenciones para próximas entregas. El tiempo lo dirá.
Allons-y!