Volvemos a pasarlas canutas en un planeta alienígena, para poder traeros nuestro análisis de Subnautica: Below Zero.
Hoy tenemos la suerte de haceros partícipes de nuestro análisis de Subnautica: Below Zero, la continuación del genial título de supervivencia independiente. Así que poneos la rebequita, que comenzamos.
Tras la genial entrega anterior, los chicos de Unknown Worlds Entertainment, han vuelto a dejarnos tirados a nuestra suerte en un peligroso planeta alienígena. Menos mal que no es la primera vez y estamos preparados para ello.
De nuevo nos vemos solos en un entorno hostil, con la imperiosa necesidad de sobrevivir. Lo bueno es que las lecciones aprendidas en Subnautica nos son de gran ayuda. Y es que esta nueva entrega es totalmente continuista respecto a su predecesor.
No en vano, su desarrollo comenzó como una mera expansión de contenido del título principal. Pero dada su envergadura, al final se ha lanzado como obra independiente. De hecho, ni siquiera será imprescindible haber jugado al original.
Aún así, nos esperan algunas novedades que pese a no suponer un gran salto, sí que resultan interesantes y redondean el producto.
Robin, Samantha y compañía
La más remarcable de ellas es sin duda la narrativa. Y es que los que conozcáis Subnautica u otros juegos de supervivencia en general, sabréis que normalmente el argumento suele ser bastante simple y quedar en segundo plano. Al fin y al cabo, aquí hemos venido a probar nuestras habilidades de resistencia.
Por suerte en esta ocasión, sus creadores han decidido añadir un hilo conductor que nos marca un poco el camino a seguir. Pero no os preocupéis, ya que eso no significa que no dispongamos de completa libertad para explorar el planeta a nuestro antojo.
La protagonista es una una xenobióloga llamada Robin Ayou. Esta joven busca a su hermana Samantha, quien desapareció sin dejar rastro en el planeta 4546B. Para ello, deberemos explorar a fondo todas las localizaciones, e ir encontrando pistas que nos conduzcan a ella.
Por el camino, nos encontraremos con otros NPC como Al-An, un alienígena que por error se fusiona con nosotros, o Marguerit, una mujer que sobrevive en el planeta desde hace tiempo y está un poco mal de la cabeza. Todo el conjunto hace que nos apetezca más que nunca avanzar y conocer más sobre el argumento.
Tierra a la vista
Otra de las novedades remarcables se encuentra en la superficie. Y es que esta vez tendremos bastantes más zonas de tierra para recorrer. Pero si pensáis que al no tener que preocuparnos por el oxígeno no habrá peligro, os equivocáis. La hipotermia será otro elemento a tener en cuenta si no queremos palmarla.
Por ello y del mismo modo que es imprescindible equiparse lo mejor posible para aguantar bajo el agua, habrá que hacer lo propio para no morir de frío durante nuestras exploraciones terrestres.
Obviamente recorrer la superficie no es tan interesante como bucear en el fondo del mar. El ir a pie al principio es algo más lento y monótono que nadar, pero más adelante podremos construir uno de los nuevos vehículos de esta entrega, el SnowFox. Gracias a esta especie de moto, nuestros paseos por tierra serán más divertidos.
Además, tendremos otra nueva embarcación conocida como Seatruck. En su forma normal, este submarino viene a resultar como el Seamoth de la anterior entrega. La novedad reside en que con el tiempo le podremos colocar otros módulos con los que acabar convirtiéndolo en una especie de base móvil.
De este modo podremos ampliar la nave para incluir un acuario, el aparato de fabricación, una cama, e incluso un pequeño compartimento para llevar el Traje Prawn. Lo malo es que por el camino perdemos el Cyclops, lo que a muchos usuarios puede no gustarles.
Sensaciones conocidas
Por lo demás, el juego se siente como el primer Subnautica tanto para lo bueno, como para lo malo. Menos mal que sus bondades priman sobre sus defectos, permitiéndonos disfrutar de nuevo con un gran título de supervivencia.
De nuevo nos veremos enganchados a su bucle infinito de explorar, encontrar recursos que nos permitan crear mejoras, conseguir planos para poder fabricar nuevas herramientas gracias a las cuales llegar a zonas inexploradas, y vuelta a empezar.
Dicho así puede sonar tedioso, pero nada más lejos de la realidad. Lo bueno que tiene esta saga, es que nuestro avance es mucho más ágil que en otros exponentes del género. Rara será la vez que no encontremos fragmentos que escanear, estructuras alienígenas que inspeccionar, o materiales útiles.
Además con el nuevo peso que ha ganado la trama, en bastantes ocasiones tendremos nuevas ubicaciones para explorar marcadas en nuestra PDA. La verdad es que la sensación de descubrimiento está bastante bien calculada.
Gráficos y sonido
En cuanto a su apartado técnico, se nota claramente que estamos ante un título independiente, con recursos algo más limitados. En no pocas ocasiones veremos elementos aparecer ante nuestros ojos de repente, o texturas cargando.
Lo que ya no es tan comprensible es que sin ser un juego puntero en gráficos, no mantenga los 60 fps estables ni en modo rendimiento. Es de suponer que con el tiempo el estudio lance un parche que solucione esto, pero de momento notaremos caídas de frames en momentos puntuales.
Eso junto con algunos pequeños bugs que incluso nos han sacado de la partida en un par de ocasiones, empañan el conjunto de este gran título de supervivencia.
Aún así la estética y ambientación son inmejorables. De nuevo la experiencia de estar bajo el mar y el diseño de las criaturas que lo pueblan es notable. La sensación al explorar cientos de metros en el fondo oceánico es tan cautivadora como claustrofóbica.
A ello influye una genial recreación del sonido que puede resultar sobrecogedora en ocasiones. Más aún si utilizáis auriculares, ya que el audio 3D de la consola nos sumerge de lleno en la acción.
DualSense
Como apunte extra, añadiremos que el juego trata de sacar partido de las posibilidades del DualSense. Por ejemplo al utilizar el taladro del traje Prawn el gatillo actuará como un percutor, o cuando usemos el nuevo detector de minerales la vibración se volverá más intensa según nos acerquemos al objeto.
Es un intento loable por parte del estudio, pero queda muy lejos de lo conseguido en Astro’s Playroom, quedando casi como una mera anécdota.
Conclusiones
En conclusión, Subnautica: Below Zero es una entrega altamente continuista. Los fans de la anterior entrega tendrán una especie de déjà vu en cuanto a sus mecánicas, pero aún así les encantará probar sus habilidades en este nuevo entorno.
Por otra parte, los que nunca hayan experimentado la saga se encontrarán con un genial juego de supervivencia. De los mejores del género de hecho. Si no me creéis, podéis haceros con él tanto en PlayStation, Xbox o PC.
Allons-y!