Nobunaga tiene una ambición: Ser el primero en unificar Japón. A través de este análisis de Samurai Warriors 5 veremos si lo consigue.
Hace poco os trajimos las impresiones de este gran musou donde básicamente resumíamos que venía potente pero que había algún que otro pero que más le valía solventar de cara a la versión final. Bueno, estamos ahora ante el análisis de Samurai Warriors 5 y llegó el momento de dictar sentencia ¿valdrá la pena?
[divider]Azuchi Momoyama, la era de la guerra nipona[/divider]
Como ya comenté en las impresiones, esta entrega de Samurai Warrios nos pone en el contexto de la era Azuchi Momoyama, una que comprende desde el año 1185 al 1603. Concretamente, los sucesos de Samurai Warriors 5 transcurren a finales del siglo XVI, cuando el cabeza del clan Oda, Nobunaga, pone en marcha su plan de expansión territorial.
Históricamente hablando, Nobunaga fue el primer japonés en sentar las bases de la unificación de Japón como país, aunque esto no tendría lugar hasta años mas tarde con Hideyoshi Toyotomi.
Samurai Warriors 5 empieza con Nobunaga llegando al poder de su clan tras la muerte de su padre, siendo una persona bélica, conflictiva y muy enérgica, razones que llevan a los más fieles de su clan a poner en duda sus dotes como líder.
Claro está, esto se traduce en el videojuego como excusas atractivas para crear nuevas batallas, alargando así un periodo histórico breve pero intenso. Aunque narrativamente estamos ante una de las entregas de Omega Force más cuidadas, con mucho diálogo y cinemáticas, esto repercute negativamente en otros puntos que creo que son vitales para el género musou.
El Samurai Warriors más concentrado
Esta entrega de Samurai Warriors nos trae menos modos de los que estamos acostumbrados. El modo Musou, el principal y que actúa como modo historia, nos lleva por una serie de batallas delimitadas por capítulos.
Cada capítulo está relleno de batallas que tendremos que ir intercalando con escenas y diálogos. Las mismas pueden estirarse hasta la hora de duración si queremos completar todos los objetivos secundarios o conquistar todos los puestos estratégicos.
Además, si cumplimos ciertas condiciones, podremos desbloquear batallas secretas que suceden a la par que las principales, pudiendo controlar a otros personajes. Sí, durante las batallas principales del Modo Musou llevaremos a Nobunaga por norma general.
Y bueno, si alguna batalla en sí nos gusta muchísimo, el juego nos permite repetirlas tanto cómo queramos. Viene bien si buscamos sacar la máxima puntuación en cada escenario (una S).
¡Nos asedian el castillo!
Otro modo importante que trae esta entrega es el Modo Ciudadela. En él tendremos que luchar… (a ver si lo adivináis) ¡más batallas! pero con un planteamiento diferente. Aquí, tendremos un punto base que defender mientras un ejército de enemigo no cesará de enviarnos tropas y unidades especiales.
Aparte de poder llevar dos personajes, los cuales podremos intercambiar el control en todo momento, esta modalidad nos brinda la opción de poder invocar tropas que se quedarán defendiendo allí donde los convoquemos.
Las mismas irán subiendo de nivel en función del uso que les demos y podremos ir desbloqueando más tipos conforme progresemos en esta modalidad. Cada una es más eficaz contra un tipo determinado de tropa. Por ejemplo, los espadachines son buenos contra los arqueros, siendo los ninjas una tropa más avanzada que ya son interesantes contra todo tipo de infantería.
Por cada batalla completada, seremos obsequiados con materiales que podremos utilizar para mejorar diferentes apartados tales como la armería, el campo de entrenamiento, el establo y la herrería.
Haz de tus samurais guerreros imparables
Omega Force ha ido aprendiendo muchísimo por el camino hasta Samurai Warriors 5. No en vano, llevan más de 20 a sus espaldas en 20 años y han sabido como evolucionar sus sistemas de desarrollo lo suficiente para que jugar sea toda una droga.
Por una parte, obtendremos armas por toneladas, y las mismas pueden modificarse con esferas para añadirles propiedades especiales (como ataques elementales) y habilidades pasivas muy útiles. Además, según el nivel de destreza de cada arma, nuestros personajes podrán blandir armas cada vez más poderosas y de diferentes tipos.
Por otra, los mismos personajes suben de nivel, pueden aprender habilidades activas, pasivas y combos y, por si fuera poco, desarrollar más aptitudes y estadísticas en complejos árboles de habilidades.
¿Queréis más? ¡Incluso los caballos suben de nivel! Sí, comprad una montura, llevadla en un par de batallas y sus aptitudes (como la velocidad o el daño de embestida) irán subiendo regularmente.
La fórmula Warriors sin edulcorantes ni colorantes
Como también adelanté en las impresiones, si venís buscando algo revolucionario aquí, como con Attack on Titan o Persona 5 Strikers, daos la vuelta, que aquí no lo vais a encontrar. La fórmula dispensada aquí es la clásica Warriors, es decir, te coges a un guerrero épico que va lidiar con miles de tropas en un escenario mientras cumple objetivos sin muchos preámbulos.
Tenemos combos básicos de intercambio de dos botones, ataques musou, especiales combinados con otros personajes, ataques ultimate y, como novedad en esta entrega, habilidades activas que podremos ir cambiando según el arma que portemos.
Pues con todo ese arsenal iremos barriendo el mapa como una apisonadora, encarando enemigos que actúan más como dianas inamovibles y jefes que caen con el machaque continuo de botones sin mucha estrategia.
El objetivo del juego, como el de cualquier musou, es que te sientas borracho de poder sin hacer demasiado. Por ende, si eres de los que la experiencia clásica musou te aburre o carece de interés, tengo que decirte que Samurai Warriors 5 no es para ti.
¡Es como uno de mis cómics japoneses!
Uno de los cambios más radicales incide directamente en la estética. Omega Force nos venía acostumbrado a sus diseños 3D intentando ser cada vez más realistas, incluso llegando al punto de realizar capturas faciales para algunos de sus personajes más importantes. Sin embargo, en esta entrega han optado por apostar por un estilo Cell Shading.
Todo es más caricaturesco y los personajes parecen sacados el enésimo shonen feudal de la temporada. Creo que este estilo no le hace mucha justicia al juego, perdiendo originalidad y presentando modelos más genéricos, sobre todo cuando comparamos a los distintos personajes jugables con los de anteriores entregas.
Tampoco es que gane demasiado en lo técnico y gráfico. En PC se comporta bastante mejor que en la build que jugamos con anterioridad aunque tampoco es que venga muy surtido de opciones gráficas con las que trastear.
En movimiento, el juego sorprende por momentos al generar tanta unidad en pantalla. No obstante la distribución de los escenarios puede hacerse incómoda según qué niveles, más teniendo el tamaño que tienen.
[divider]Omega Force nos da zumo concentrado de Warriors[/divider]
Como amante que soy de este polémico género, me he encontrado con sensaciones de todo tipo. Por un lado, la idea de concentrar la experiencia con menos personajes pero potenciando el crecimiento de los mismos me parece genial. Y funciona sobre la mesa. Por otro, siento este juego vacío de contenido frente a otros Warriors.
En el Modo Musou, aunque se nota el esfuerzo en ser más narrativo, la historia no engancha demasiado al ser un mero trámite para pegarnos con todo quisqui. Utilizar el estilo visual Cell Shading tampoco me termina de convencer. Vamos, que echo de menos con ahínco Samurai Warriors 4 y su secuela…
No obstante, no puedo menospreciar lo positivo. Las habilidades activas vienen genial para dar un toque de personalización a los personajes. Desarrollar los distintos edificios para mejorar como jugadores y guerreros también es un puntazo.
Y, porque no decirlo, el Modo Ciudadela es bastante adictivo con la tontería de poder invocar tropas y farmear materiales. Como veis, Samurai Warriors 5 tiene una de cal y otra de arena. Dependerá de cada jugador hacia que lado se inclina la balanza.