La primera vez que supe algo de este título, fue en el Xbox Inside de mayo de 2020. Entre pesos pesados como The Medium, Vampire the Masquerade: Bloodlines 2, The Ascent, Dirt 5 o Scorn, se pudo vislumbrar un pequeño tráiler de minuto y medio que no pintaba nada mal. Eso sí, reconozco que de primeras no llamó mucho mi atención, pero como vais a comprobar en mi análisis de Chorus, no podía estar más equivocado.
Los chicos de Fishlabs no son nuevos en esto de los shooters de naves. Suya es de hecho la saga Galaxy on Fire, cuya tercera entrega vio la luz en iOS y Switch durante 2016. Irónicamente, Chorus se pierde en esta ocasión su visita a la híbrida de Nintendo, pese a sentirse prácticamente como una secuela espiritual de la franquicia. Y es que el nuevo trabajo del estudio bebe mucho de sus hermanos mayores.
En el título, nos metemos en la piel de Nara, la mano derecha del Gran Profeta quien de manera tiránica, trata de conseguir la paz en toda la galaxia. La protagonista es la líder del escuadrón de pilotos de élite del Círculo, y se enfrenta contra todos aquellos que se oponen al dictador. Para ello, la joven pilota una nave con mente propia llamada Forsaken.
Pero en su última batalla, los ritos mágicos que posee la hacen sucumbir a la oscuridad que guarda en su interior, lo que abre una grieta en la realidad, destrozando por el camino un planeta entero. Al ver morir a miles de millones de personas debido a sus actos, Nara pierde la fe y se exilia, dejando a Forsaken abandonada en una oscura cueva.
Años después, La mujer se busca la vida como carroñera en un remoto rincón del universo, mientras sigue llena de culpa y remordimiento por lo sucedido. Aunque por desgracia el pasado siempre vuelve, y un día el Círculo ataca su nuevo hogar. Tras eso, Nara decide redimirse y acabar con el culto del que un día formó parte. Pero para ello no le queda más remedio que volver a reunirse con su antigua nave, la cual no está precisamente feliz tras tanto tiempo haber sido desechada. Así comienza un viaje de descubrimiento, redención y venganza.
Como veis el argumento es bastante interesante, sobre todo en lo referente al sentimiento de culpa de Nara y a su relación con Forsaken. Pero esto quizá no sería suficiente, si el título no nos ofreciera una experiencia a los mandos satisfactoria. Menos mal que sus desarrolladores, parecen haber conseguido un gran equilibrio entre narrativa y jugabilidad.
Por un lado tenemos un enorme énfasis en la exploración espacial, disponiendo de una total libertad de movimientos por los enormes y preciosos escenarios. No estamos ante un mundo abierto como tal, si es lo que esperáis. En su lugar, tenemos unos cuantos mapas diferentes pero con una extensión considerable, y que ocultan secretos, pruebas, enemigos y jugosas recompensas, si nos tomamos la molestia de buscarlas.
Por otra parte, Chorus destaca por su excelente y vertiginosa acción. Ponerse a los mandos de la nave sintiente es una auténtica gozada. Y menos mal que es así, ya que como no podía ser de otra manera, las batallas espaciales serán una constante durante nuestras travesías. Por suerte contamos con algunas destrezas y armas, las cuales nos facilitarán bastante las cosas.
Hay varias razones por las que Chorus es tan divertido a los mandos, pero quizá la más importante sean los poderes de nuestra protagonista, conocidos como Ritos. Nara posee habilidades especiales como si de una caballera Jedi se tratara. Gracias a ellas, los combates ganan en complejidad y espectacularidad.
No hay muchas, pero son francamente útiles. Colocarnos en la retaguardia de nuestros enemigos, desactivar sus armas y escudos temporalmente, escanear el entorno, atravesar algunos tipos de cierres o defensas, e incluso hay uno que obliga a las naves rivales a lanzarse como kamikazes. En ocasiones hasta podremos acabar con los adversarios sin usar nuestras armas.
Hablando de lo cual, Forsaken posee un completo arsenal que incluye misiles, ametralladoras o láseres. Cada una de ellas posee diferentes variedades que podremos comprar, encontrar al explorar, o conseguir en alguna misión, como si de un personaje de rol se tratase. Algunas hacen más daño, otras tendrán mejor cadencia de fuego, o las habrá con una velocidad de recarga mayor. Será decisión nuestra cuál utilizar en cada momento.
Con todo este repertorio de destrezas y armas, nos será más fácil deshacernos de cuantas naves enemigas nos salgan al paso. He contado más o menos una docena de adversarios distintos, cada uno con sus peculiaridades y arsenales diferentes. Incluso tendremos algunos navíos gigantes que actúan a modo de jefes, y en los que tendremos que destruir puntos específicos para que sean derrotados. Escoger las mejores habilidades para cada ocasión, será parte importante de la experiencia.
Al igual que en otros RPG, a lo largo de la aventura tendremos la historia principal, diferentes misiones secundarias y algunos eventos aleatorios. La primera obviamente es el motor de Chorus y lo que nos invita a continuar jugando. Lo que en ella se nos cuenta es muy interesante, pero como ya hemos dicho, lo más relevante es la relación entre la protagonista y la máquina inteligente. Las conversaciones entre ellos e incluso de Nara consigo misma serán una constante, lo que nos permitirá conocerlos más a fondo y empatizar con su búsqueda.
Ambas quieren venganza contra El Círculo, y ambas buscan redención por sus antiguos actos, lo que les llevará a revivir el pasado en más de una ocasión. Todos esos recuerdos les servirán para comprenderse mejor a sí mismos, y les ayudará a hacer frente al Gran Profeta.
En cuanto a los encargos secundarios, se nota que aquí Chorus no está tan trabajado. A ver, hay que reconocer que existe cierta variedad en ellos más allá de ir del punto A al punto B. Por ejemplo, contaremos con momentos en los que escoltar y defender a otros navíos, persecuciones, oleadas de enemigos, misiones de seguimiento o vigilancia, e incluso algunos pequeños puzles de habilidad.
Pero a la larga, estas carecen de interés argumental, y algunas se sienten como simples añadidos para aumentar la duración del título. Menos mal que el combate es tan divertido que nos dará igual si así podemos tener algunos momentos más de acción a lomos de Forsaken.
Gráficamente Chorus luce de maravilla. Cierto es que quizá no esté a la altura de los últimos lanzamientos, pero la ambientación y su diseño artístico son realmente bonitos. Además en PlayStation 5 que es donde hemos podido probarlo, funciona a 4K y unos estables 60 fps, lo que le otorga una jugabilidad a prueba de bombas.
Por otra parte, tenemos diferentes biomas para los mapas, lo que no deja estampas realmente hermosas. Eso sí, cuando nos acercamos a elementos como rocas o estructuras, es cuando se le notan un poco las costuras. Otro detalle importante es el diseño de Forsaken, el cual está muy inspirado. El resto de buques o los enemigos en cambio, pese a tener una generosa variedad, sí que resultan bastante más genéricos.
En cuanto a su apartado sonoro, el título no cuenta con voces en castellano, pero el trabajo de los actores de doblaje originales es remarcable, especialmente en los casos de Nara y Forsaken. El resto de sonidos como disparos, motores o ambientación, cumplen sin problemas. A destacar también la banda sonora, con temas épicos y emocionantes, junto a otros más atmosféricos. Personalmente algunas composiciones me recordaron a la versión moderna de Battlestar Galáctica, una de mis series favoritas.
En definitiva, estamos ante un juego francamente divertido que nos enganchará a descubrir su historia, y la relación entre Nara y Forsaken o su pasado. Es cierto que en ocasiones peca de simple y poco original en sus misiones secundarias o eventos, pero sus combates resultan tan espectaculares y con una jugabilidad tan adictiva, que termina por no importarnos. Además, pese a que gráficamente no alcanza el techo de esta generación, en no pocos momentos nos muestra unos paisajes espectaculares.
Chorus ya se encuentra disponible para PlayStation 5, PS4, Series X|S, Xbox One, Google Stadia y PC. Ahora sólo queda que os subáis en Forsaken y surquéis el espacio.
Allons-y!
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