Demonios, sectas y Corea en apocalipsis, así es la serie Rumbo al Infierno

El director de Train To Busan se estrena en Netflix con el tráiler de Rumbo al Infierno, tras los zombies llegan los demonios a Corea.

El tráiler de Rumbo al infierno (Hellbound) nos deja con la nueva serie de moda que llega desde Corea del Sur. Lo hace tras el arrollador éxito de El juego del calamar, también de Netflix. En este caso se trata de una serie a cargo del director de Train to Busan. Un thriller gore de Teon Sang-ho que nos narra la misteriosa y terrorífica aparición de unos seres sobrenaturales que persiguen a sus víctimas para condenarlas al infierno. Todo ello coincidiendo con la aparición de una secta que cree en la justicia divina.

Así, la serie Hellbound (su título original) está protagonizada por Yoo Ah-in (Burning), Kim Hyun-joo y Park Jeong-min. Cuenta con un total de 6 episodios que ya podéis ver en Netflix. “La aparición de unos seres sobrenaturales que condenan a los humanos al infierno coincide con la llegada de un grupo religioso que defiende la idea de la justicia divina”, reza su sinopsis oficial. Y es que la trama se mueve entre el terror, el misterio, el thriller sobrenatural e incluso el gore a manos de unos seres de imponente aspecto que aparecerán para condenar a sus aterradas víctimas.

“Los transeúntes miran horrorizados mientras bestias sobrenaturales persiguen y matan a un hombre en pleno día. Jung Jinsu declara que solo los pecadores van al infierno”. Sugiere el resumen de su primer episodio. Y es que Rumbo al infierno (Hellbound) es la adaptación del webtoon creado por el propio Sang-ho, en el que criaturas del infierno aparecen de pronto entre los humanos para llevárselos al infierno, no sin escatimar en violencia, sangre y gore.

La nueva serie corena Rumbo al infierno (Hellbound), una de las adaptaciones más aclamadas de este tramo final de año, ya está disponible en Netflix. Hablando de series coreanas, recientemente el creador de El juego del calamar desvelaba el final alternativo que finalmente no se hizo realidad.