Hoy vamos a analizar Plantas contra Zombies 2, la secuela del famosísimo juego de PopCap que innovó en el género Tower Defense creando algo original que nos encantó a casi todos. Éste en exclusiva para iOS.
Defendiendo tu jardín de los zombies un día cualquiera encuentras un bote de salsa barbacoa. Crazy Dave, el vecino de al lado, te lo compra por un buen pellizco y por fin consigue comerse el taco que conseguiste para él en Plants vs Zombies, pero hay un problema: le gusta tanto que decide viajar en el tiempo para volver a disfrutar de su sabor, creando una distorsión del tejido espacio-temporal.
Tras el absurdo argumento inicial, la camioneta de Dave nos deja en el antiguo Egipto, donde tendremos que superar nivel tras nivel avanzando por un camino lineal hasta llegar a la ‘‘puerta estelar’’ a base de derrotar zombies de lo más variopinto. Esta stargate necesita un número de estrellas para ser abierta, las cuales se consiguen terminando cada pantalla o desafío extra.
Algunas plantas han sufrido un lavado de cara, pero no esperéis un »Garden Warfare». Se mantiene la apariencia simpática y bidimensional de la primera entrega así como el sistema de juego, en el que tenemos que defender nuestra casa plantando vegetales agresivos en cada una de las secciones en las que está dividido nuestro jardín/patio. A algunos de los personajes de la primera parte no les veremos el pelo, pero conoceremos nuevos tipos de zombies y de defensoras de jardín, como la planta-dragón. El desarrollo conlleva cambios.
De estrella en estrella llegaremos a tierra, bueno, a mar de piratas, al salvaje oeste y dios quiera que a muchos sitios más en próximas actualizaciones, donde acabaremos con hordas y hordas de zombies, pero no sin sentir cierta nostalgia por nuestro jardín, piscina y tejado, que habremos dejado atrás para no volver.
El juego incluye novedades como power-ups que te permiten electrocutar o pellizcar zombies (¿quién no ha querido nunca pellizcar un zombie…?), nutrientes que dopan y producen un efecto especial y diferente en cada planta, y llaves que abren pasillos alternativos en el mapa, desbloqueando mejoras y niveles que emulan los minijuegos de PvZ. Sin embargo, desaparecen los juegos extra como tales, las pantallas nocturnas y la tienda, dejando paso a decenas de enlaces para micro-transacciones, que tal vez aumenten el rasgo ‘‘pay to win’’, pero permiten que lo podamos jugar gratis al fin y al cabo.
Es el juego ideal para aquellos que vencieron al Dr. Zomboss y se quedaron con ganas de más, pero no ofrece suficiente para emocionarnos como lo hizo la primera aventura. Además, carece de ese aura siniestra y a la vez divertida que ofrecía el juego de PC, apostando por un progreso lento donde los haya, un look todavía más surrealista si cabe y una interfaz y trama flexible que se adapta perfectamente a cualquier contenido extra que se les ocurra de aquí en adelante.