Ubisoft tiene últimamente muchos quebraderos de cabeza, pero si algo tiene claro es que por mucho que lo intenten, los juegos que vayan a salir estos meses no van a sorprender. Pues vamos bien.
El videpresidente sénior de ventas y márketing Tony Key parece tener la llave (juas juas) que abre la puerta a la solución del asunto, y hecha la culpa a la obligatoriedad de hacer juegos intergeneracionales.
Ahora mismo, todas las editoras están en una etapa de transición de sus recursos de desarrollo. Para un juego como Assassin’s Creed IV: Black Flag, la mayoría de ventas van a seguir siendo en la actual generación de plataformas.
No podemos hacer una versión para PlayStation 4 o Xbox One que sea tan exageradamente diferente que no podamos comercializarlas juntas. Ahora mismo, los desarrolladores y diseñadores se centran en hacer un juego que funcione bien en todos los sistemas.
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Así que según pasamos nuestros recursos a la nueva generación, iremos viendo cómo es más difícil hacer eso, ya que la potencia de las nuevas máquinas va a permitir mucha más creatividad.
Xbox One saldrá a la venta el 22 de noviembre. PS4 (ya disponible en terreno norteamericano) aparecerá por aquí el 29 del mismo mes. Entonces fluirá la creatividad.
Fuente: Gamesindustry.