Puede ser por un factor o puede ser por otro, pero una cosa está clara: Pokémon nunca fue difícil, por mucho que creamos lo contrario.
Recuerdo con añoranza cuando, teniendo yo siete u ocho añitos, me regalaron la Game Boy Color con Pokémon amarillo. ¡Qué feliz fui de poder disfrutar de las aventuras junto a mi equipo, igual que Ash, el protagonista de la serie! Recuerdo la mucho que me costaba vencer a Sabrina, el capturar a Mewtwo… todo ello era un auténtico reto. Un poco más tarde, llegó la segunda generación, y poco a poco fui superando cada reto que me propusieron. Y así sucesivamente. Porque fui conociendo más conforme jugaba, y porque Pokémon nunca fue difícil.
La experiencia nos hace evolucionar
No, no lo ha sido. Simplemente, éramos más novatos cuando empezamos con ellos, y el crecer jugándolos, conociendo sus mecánicas poco a poco, es lo que nos ha hecho que lo vayamos viendo más sencillo. Porque nos hacemos adultos, aprendemos cosas, y tener experiencia en un ámbito se hace tangible.
Pero, aun así, puede que muchos queráis ver los anteriores juegos como complicados. ¿Lo era Pokémon Azul, Rojo y Amarillo, o simplemente, al ser los primeros, tenían demasiado que pulir? Los ataques de tipo bicho no estaban bien calibrados al haber tan pocos de estos movimientos, ataques como Híper Rayo no tenían desgaste de turno si derrotabas al Pokémon oponente…
Da igual que empecemos por la primera o por la quinta: nuestro primer contacto con un videojuego siempre va a ser extraño, y nos va a llevar un tiempo adaptarnos a sus mecánicas y comprender como funcionan. Si ahora al mismo niño de seis años le das Pokémon Plata, va a tener las mismas dificultades a la hora de jugarlo que si le dieras para empezar Pokémon Negro.
¿Tener Windows 98 es mejor que tener Windows 10?
Sólo hay una diferencia: la accesibilidad. Ya lo he comentado: la primera generación estaba fatalmente optimizada por varios motivos. Con la siguiente, esto fue mejorando, y así sucesivamente, en un constante ensayo-error por parte de Game Freak. Ofrecer más posibilidades, no dejar a los nuevos jugadores perdidos, es un paso adelante, no uno atrás.
Es como cuando se dice que los primeros Monster Hunter eran más difíciles. No, no lo eran. Todo era más tosco, desde los movimientos hasta el giro de la cámara: la culpa era de las limitaciones, no del juego en sí.
Por ello, ante el estupor que he visto en redes por la noticia de que una de las funcionalidades de Pokémon, el repartir experiencia, no será desactivable (cosa no del todo aclarada, a mi parecer), me he visto obligada a escribir esto. Pensadlo por un momento. Pokémon es y siempre ha sido un juego dedicado y enfocado en el público infantil. Ya hemos crecido, pero la compañía sigue queriendo acercarse a este público.
Primeramente, por un tema de marketing. Estancarse en un sólo sector del mercado, que quieras que no va a ir yendo a menos, no es lo más inteligente. Seguidamente, es porque a nosotros, para qué engañarnos, ya nos tienen. Y nos tienen porque lo disfrutamos de pequeños, en tiempos donde esos juegos de Pokémon iban acorde con lo que ofrecía el sector de las consolas. Si el sector cambia, qué menos que cambiar con él.
Y a pesar de todo…
Pero vamos a seguir rizando el rizo. No nos gustan estos cambios. Pues seguimos teniendo otros factores que hacen que estas nuevas ediciones no dejen de sumar. Pueden ser los retos de las raids contra criaturas gigantes. Puede ser el hecho de que existan más de 8 gimnasios. O quizás el que ahora puedas entrenar a diversas criaturas para llevarte al que quieras al competitivo.
Están dándole vida tanto a la vertiente offline como a la online. A mí, que me gusta sumergirme en la historia, sentirme parte del mundo, el poder utilizar a cualquier Pokémon sin que piense que son un bodrio, me llena de alegría. Otros, que buscan brillar con luz propia, pueden demostrar sus capacidades con un abanico de criaturas más grande, dejando claro que en conocimiento del juego no tienen rival.
No, Pokémon nunca ha sido difícil. Nosotros lo complicamos. Por inexperiencia. O con retos propios al estilo Nuzlocke. Cada mejora no ha hecho más que redondear algo para ofrecernos un mejor juego.