Justo ayer, Toby Fox nos sorprendía con una demo un tanto peculiar. No nos hemos podido resistir, así que ahí van nuestras impresiones de Deltarune.
Generar expectación es algo a la orden del día en Internet. Toby Fox, la mente pensante tras Undertale, logró esto hace unos días con un supuesto anuncio importante. Tal y como prometió, a las 24 horas se desveló el misterio, o más bien parte de él, dando a conocer Deltarune a través de las redes sociales de su primer título. Aunque es complicado, no he querido desaprovechar la oportunidad, y respetando la decisión del autor, 24 horas después os traigo las impresiones de Deltarune.
Importante: Todo el escrito va a estar lleno de menciones, referencias y demás tanto a la saga Earthbound, como detalles de Undertale y del propio Deltarune en sí. Intentaré marcar los spoilers, pero entráis bajo vuestra cuenta y riesgo.
La vuelta a un mundo conocido y desconocido a su vez
Deltarune cuenta con un comienzo atípico. Atípico pero que, a su vez, vuelve a romper ligeramente, los esquemas de muchos juegos RPG, a la vez que la ilusión de muchos jugadores por tener un avatar personalizado. Pero de esta forma vuelven a hacer una gran labor de inmersión en el mundo, de sentirse parte de él. A fin de cuentas, nos da una poderosa lección: nosotros mismos no podemos decidir como ser, que nos gusta o nuestro aspecto. Ni siquiera nuestro propio nombre. Rompe el esquema de «dioses» que tienen los jugadores de cara a los juegos.
Pasado este momento místico/troleo, nos sumergimos ya en un mundo que será enormemente familiar a los que terminaron la ruta pacifista de Undertale. A fin de cuentas, se muestran extractos de esta, viendo a Toriel como maestra, la escuela, muchos personajes conocidos… más adelante incidiremos en esto. Por ahora quedémonos conque estamos en un mundo con los personajes de Undertale, pero que parece que no es Undertale por diversos motivos. Curiosamente, parece ser que somos el único humano que pulula por aquí.
Pero vamos a centrarnos: entre unas cosas y otras, acabamos en una especie de mundo paralelo, de tonos más oscuros y fríos junto a la matona personal del colegio: Susie. Aquí es donde notamos más la unión con Undertale y las mejoras con las que cuenta y que, en mi opinión, dan más profundidad a la jugabilidad. Así pues, al igual que el primer juego, podremos batallar contra los enemigos, pero en esta ocasión, no lo haremos solos. Sí, las batallas se tornan en grupo, al más puro estilo Final Fantasy.
Por supuesto, no dejamos de contar con los elementos ya conocidos: atacar, objetos, ACT para vencer a los enemigos de forma pacífica, y Spare para dejarlos ir. Pero como os comentaba, no acaba ahí la cosa. Ahora se ha añadido el elemento defender, a la par que podemos ordenar a un aliado que realice ACT también, al más puro estilo líder del batallón. También se ha añadido una barra de comandos que aumenta conforme defendemos o esquivamos lo suficiente los ataques enemigos. Cuando se llene lo suficiente, podremos realizar algún que otro ataque especial, como curar a todo el equipo, magias de algún personaje, etc.
También se le ha dado más profundidad al equipamiento, habiendo más ranuras, a la par que tendremos que esquivar elementos en pantalla al más puro estilo The Legend of Zelda. Cabe mencionar también que, tal y como se esperaba, nuestras decisiones en batallas influirán en cierta medida elementos finales del juego. ¿Os habéis quedado con todo? ¿Sí? ¿Os ha molado? Bien, pues cogedlo todo y tiradlo a la papelera. Olvidáos de todo.
El sueño de una noche de verano
Tras pasar toooda una aventura la mar de entretenida, Toby Fox ha decidido que todo sea un sueño de Resines. Ojo que aquí ya van a empezar los destripes de todo. El mundo oscuro que hemos recorrido parece no haber ocurrido. Nos dejan caer que ha sido como una… ¿alucinación? tanto tuya como de Susie. Claro que esta ha tenido un cambio importante de personalidad, por lo que no soy capaz de discernir cuánto hay de realidad en lo que hemos vivido.
Y es que todo esto nos descoloca un poco. Somos Kris, un personaje, humano, adoptado por Toriel, con un hermano llamado Asriel. Si habéis jugador a Undertale, y doy por sentado de que sí, ya sabéis el papel que juega cada uno de ellos en el título. La cosa es que durante los acontecimientos en el reino oscuro, nos acompaña un personaje llamado Rasiel. ¿Os suena el nombre? Es el anagrama de Asriel. Anda, como el juego Deltarune y Undertale.
¿Está esto relacionado? Es posible. Veamos, Asriel parece representar, en ambos juegos, la bondad. Es como el faro de alegría que ilumina a muchos otros monstruos. De hecho, sus actos como Flowey vienen dados más que nada por los efectos residuales de las acciones de Chara. Curiosamente, aquí contamos con un personaje humano, el único de por aquí. Considerado, además, un «rarito» en este mundo. Al más puro estilo de El niño y la Bestia, Kris se pregunta cuándo van a salirle los cuernos como a su hermano y cosas similares, tal y como nos cuenta Toriel.
Al igual que en el film, esto parece influir en la personalidad del protagonista. Si vamos hablando con los personajes del juego, vemos como todos ponen a Asriel por las nubes. Por su parte, a Kris lo tachan todo el rato de rarito. De hecho, hasta se sorprenden de que esté tan hablador de repente debido a la acción del jugador. Todo esto llega a otro nivel cuando, al terminar la demo al irnos a dormir se nos presenta un fundido en negro… y a nuestro personaje levantándose en mitad de la noche para posteriormente arrancarse el corazón, representación de su alma… y mirar malévolamente a cámara mientras ríe, con los ojos en rojo.
¿Qué tiene que ver todo esto con Undertale?
Pues puede que todo. O tal vez nada. Toby Fox es un maldito genio en dejar cebos por ahí. Y aquí es dónde entran teorías y similitudes con Earthbound. Os aviso de que esto va a ser un poco conjeturas propias, por lo que no os creáis ni media palabra de lo que voy a soltar aquí.
Hecho el aviso, vayamos por partes. La cosa es, ¿qué es Undertale? ¿qué sentido tiene visto lo visto? Pues bien, a mi la primera cosa que se me pasó por la cabeza es que Undertale no es más que un cuento, una historia para dormir. Los temas musicales con los que da comienzo y final esa aventura: «Once Upon a Time» y «Good Night». Posiblemente, podría ser un cuento que le contaban para dormir a Kris para que se sintiera a gusto en el mundo de los monstruos.
Así, además, cobrarían sentido las tres rutas del juego: la pacifista, que es la que inculca su madre, Toriel, en el que humanos y monstruos viven en armonía, no dañas a nadie y todo acaba tal y como está en este juego. Por otro lado, tenemos la neutral, en el que no acabas de hacerte amigo de todos los monstruos. Este bien podría ser el relato de Asriel el cuál, pese a ser bueno, acaba destruyendo cosas como Flowey debido en parte a la acción de Chara en su vida. Por último, tendríamos la ruta genocida, la contada por el humano, el que se siente fuera de lugar y quiere acabar con todo porque a pesar de todo «no encaja» ni con unos, ni con otros.
Pero aquí tenemos un enorme pero, y son los esqueletos: Sans y Papyrus. Según vemos, acaban de mudarse a la ciudad, por lo que incluirlos en esta historia no parece de encajar. Salvo si echamos cuentas a algún que otro pequeño detalle. Detalle que me hace estremecerme un poco. El motivo de ello viene por la sala secreta escondida en Undertale, a la que podemos entrar gracias a Sans. En ella, encontramos algo tapado bajo una sábana, a la par que una foto con varias personas, con una frase añadida «Don’t Forget». Curiosamente, esta última frase se repite al final de Deltarune. A la par que frases un tanto más macabras que nos invitan a esperar al segundo capítulo del juego.
¿A dónde nos lleva esto? ¿Un mundo paralelo? ¿A que los acontecimientos de Undertale sean una representación de lo que ocurrió ahí en realidad? ¿Un intento de Toby Fox de dejar a los jugadores y dataminers con el culo torcido? Puede ser cualquier cosa. Y aunque las teorías puedan tener más o menos peso, no dejan de ser teorías. Sólo su creador nos responderá cuando le venga en gana.
Oye, esto me recuerda a…
Más que unas impresiones, esto parece un desglose detallado de una demo tras una noche de borrachera. Así que para finalizar, voy a explayarme un poquito más con mis impresiones de verdad.
Mientras jugaba a Deltarune, lo único que se me pasaba por la cabeza era «es Mother 2». En serio. Es como si hubiera vivido el salto del primer Mother al segundo. El primero con tonos más opacos, más oscuros. El segundo ya con tonos más brillantes, detalles más trabajados y demás. A la par que enemigos que, pese a vencer, huyen, al igual que en este juego. Era como volver a vivir esta aventura.
Y, personalmente, me ha encantado. Porque anteriormente ya he vivido algo con estos personajes. Los he conocido, me he reído y he llorado. Y aquí vuelvo a verlos, desde otra tesitura, pero siendo ellos. Es como volver a ver a viejos amigos que hacía tiempo que no veías. El sentimiento de volver a formar parte de ello vuelve a surgir. Y eso, con una simple demo, no se consigue fácilmente.