Mucha queja hubo con la saturación de personajes de Fire Emblem en Super Smash Bros. Ultimate y hoy nosotros daremos nuestra opinión al respecto.
La presentación del último personaje del Fighter Pass para el smasher de Nintendo Switch estuvo rodeada de mucha polémica. Hablamos de un paquete de DLC que cuesta sus señores 25 euros, y que uno de los personajes de pago sea de una saga que copa tantos huecos de personaje es casi para tirarse de los pelos. No en vano, la saturación de personajes de Fire Emblem en Super Smash Bros. Ultimate es exagerada y llamar al juego «Smash Emblem & Friends» ya no desentona tanto.
¿Por qué meter otro personaje de Fire Emblem y no de otra franquicia?
Esto se podría argumentar de muchas formas. La primera, que Fire Emblem es de las sagas que más dinero está metiendo en las arcas de Nintendo y toda promoción es poca. Quien al día de hoy piense que Super Smash no es otra cosa que una herramienta de marketing con patas peca de inocente.
Por un lado, tenemos a Fire Emblem Heroes, este juegovídeo de móviles del que hace poco se supo que lo está petando a base de vender micropagos. Hablamos de que vende un 200% mejor que cualquier otro juego de Nintendo en móviles. Y si vemos a la vil Konami, que fastidió un montón de sagas emblemáticas al contemplar que dentro del terreno de los móviles y las pachinko se forraban… Que Nintendo no quiera dejar pasar el filón es bastante comprensible.
Por otro, es el gran rendimiento comercial que la saga tiene para Nintendo desde Fire Emblem Awakening. Antes de este título, la saga estaba a punto de morir. Radiant Dawn y Shadow Dragon tuvieron unas ventas algo nefastas para haber sido lanzados en sistemas muy boyantes como eran Wii y Nintendo DS, respectivamente. Con Awakening, Intelligent Systems volcó todo lo que tenía en el asador y no solo consiguió revitalizar la franquicia, sino que la consiguió volver tan popular que ahora es un buque insignia de la gran N, más importante incluso que Metroid.
Y por si fuera poco, Three Houses, la última entrega de la saga y de la cual proviene Byleth, también lo ha partido en ventas. Además, tiene una expansión que sale en breves, con lo cual, meter un personaje en Smash reflotaría la atención del público hacia Three Houses a la vez que reflotaría el número de unidades vendidas de dicha expansión.
Nintendo es la que pincha y corta, Sakurai cocina lo que piden desde arriba
Con esto quiero decir que, por mucho que se diga que Sakurai es quien decide los luchadores, es Nintendo la que manda al final. No creo que Sakurai decidiera meter a Byleth así de primeras. De hecho, empiezan a salir artículos que recogen palabras del creativo donde justamente dice esto, que fue Nintendo quien ejerció presión por los motivos comerciales que describí en el anterior apartado.
Sabemos que las relaciones de Sakurai son muy buenas en la industria. Es más, se le suele tener en cuenta como referencia, para ejemplo de ello las palabras que dedicó a 13th Sentinels, juego de Vanillaware donde se contó con su opinión para calificar el guión del videojuego. Guión del cual se desvivió hablando maravillas, por cierto.
También sabemos que valora mucho la opinión de la comunidad. Solo hay que ver lo que se volcó con Toby Fox para traer el traje de Sans a Smash o el de Cuphead, cuando la misma Nintendo no estaba muy por la labor. Con esto quiero decir que Sakurai es consciente de que su público quiere variedad en el roster de Super Smash Bros. Ultimate. Pero siendo un mandado, lo único que ha podido hacer es currarse al máximo a Byleth, algo que pudimos corroborar en nuestras impresiones del personaje.
El problema no es la cantidad, es la homogeneidad de los personajes de Fire Emblem
El foco del problema puede que no sea que haya muchos luchadores de por sí, sino que la mayoría de los de Fire Emblem se parecen demasiado, tanto en lo estético como en lo funcional. Si cogemos como base a Marth podemos ver que inmediatamente tiene un echo (dícese de personajes que son clon de otro con algunas características cambiadas, por ejemplo, Ken es un echo de Ryu en el legendario Street Fighter II) como es Roy, el cual conserva el B neutral, B abajo y B direccional del original, modificando solo el B arriba. Sus valores también son similares, siendo Marth más rápido pero menos contundente con sus golpes y combos.
Siguiendo la estela tenemos a Lucina. Este es también otro echo de Marth y en esta ocasión hasta es más similar. Luego vendría Chrom, eco de Lucina, lo que le convierte automáticamente en otro echo de Marth. ¿Veis a lo que me refiero? La mitad del roster de Fire Emblem son echos de Marth. Vale que tenemos a Ike como personaje original ya desde Brawl, pero sigue compartiendo algunos recursos mecánicos y estéticos con este, como puede ser los combos con espada o la contra con B abajo.
Luego vendrían los más diferentes. Hablamos de Daraen, el estratega de Awakening que ataca usando hechizos y su espada del Trueno, un personaje que de verdad se siente original, y Corrin, que estéticamente difiere de Marth pero comparte el esquema jugable del resto de personajes. Byleth realmente supone una diferenciación casi absoluta, como ya estudiamos antes, pero eso no arregla que el arte de Karuhana siga perpetuando la imagen de homogeneidad en el jugador.
Es cierto que tenemos otras sagas como Mario o Pokémon que también tienen muchos luchadores. No obstante, la variabilidad en el gameplay de cada uno de ellos, sumado a las diferencias visuales y estéticas, hacen que no sintamos la saturación que sí se da con Fire Emblem. Sakurai debe ser consciente de esto y no creo que en un futuro inmediato se repita, aunque con Nintendo nunca se sabe.