El Salón del Manga de Barcelona continua sus andanzas por la capital catalana haciéndose cada vez más y más grande y sin un techo visible que le haga parar. Cómo no, los frikis más frikis de la redacción nos fuimos a Fira de Barcelona para vivir en primera persona esta XIX edición de un evento que, aunque pareza imposible, gana cada vez más adeptos.
Al igual que el año anterior, esta edición amplió su superficie con otro pabellón más para las exposiciones, ya que pasamos de 17.000 metros cuadrados a los 35.000 actuales, sin embargo eso no ha impedido que se acumulen largas colas de gente tanto para comprar las entradas como para entrar al recinto. La venta anticipada se cerró el sábado a las 10.00 de la mañana y prácticamente a las 12.30 del medio día ya no había entradas para ese día en las taquillas. Lo que se llama morir de éxito vamos.
Esto ha sido provocado porque el aforo interno del recinto es de 9.500 personas a la vez, por lo que una vez que Fira detectaba esa cantidad dentro del recinto cerraba las puertas a cal y canto y nunca mejor dicho. Se sabe de gente que ha pasado más tiempo en la cola que Paquirrín de fiesta.
Para solucionar este altercado, FICOMIC ha pedido disculpas por todos los medios (no sin dejar de señalar a Fira como la culpable de todo) y se propone cambiar nuevamente de recinto para el año que viene, acudiendo en esta ocasión a Fira 2, que cuenta con mayor espacio y, sobre todo, aforo.
Dejando de lado todo el tema de las colas y demás, tenemos que hablar de un Salón que, cada vez, se asemeja más a una Japan Expo que a un evento exclusivo del manga.
Por una parte nos encontramos con la tradicional zona de compras, Meca particular de cualquier friki que se preste, pero de la que yo, personalmente, me encuentro más alejado año tras año. ¿Será la edad? ¿Será el haber vivido ya varios salones? ¿Será que ahora sé lo que cuesta quitarle el polvo a las figuritas y cosas que compro en los salones? No lo sé, pero por suerte el Salón del Manga de Barcelona ofrece mucho más que cositas para comprar.
Destacaron, cómo no, Ataque a los Titanes y Hora de Aventuras tanto en Cosplay como en merchandising. Era de esperar ya que el año pasado le tocó el turno a Sword Art Online, pero con la visita de Masuda Pokemon tuvo mucho protagonismo el domingo, sino que se lo digan a Sandra.
Varios escenarios, tanto en el pabellón como en el exterior ofrecían los concursos de cosplay (muy currados algunos, como siempre), de karaoke o de Para-Para (sí, ese baile al que aún no le pillo yo demasiado el sentido) entre otros. Además, el pabellón anexo era el que contenía todas las exposiciones acerca del tema central del Salón que, como siempre, queda relegado a un tercer o cuarto lugar de importancia ya que, si no vas por allí no te enteras de qué va la cosa. Pero oye que hubo bastantes exhibiciones de aikido, kárate, tai-jitsu, kung-fu, judo, jiu-jitsu o kendo, entre otras.
La zona de restauración ha vuelto a ser ampliada, no con más servicios sino con más metros pero realmente era lo más lamentable del salón. Mucha basura, mucho desorden y muchas colas caóticas que no sabías a dónde llevaban. FICOMIC debería de plantearse hacer algo con esto ya que es muy, pero que muy dañino para la imagen del evento.
Y en lo que respecta a las consolas, ya no es noticia que Sony pase del evento, y no es excusa la cercanía al MGW porque Nintendo, Microsoft y Namco Bandai han estado presentes para enseñarnos sus novedades como por ejemplo Bayonetta 2 (que podéis encontrar al final del reportaje), Super Mario 3D World, Xbox One o la presentación de los juegos más japos de Namco Bandai.
Y, ¿a que no sabéis quién tenía más gente y estaba saturada con colas esperando para jugar y ver? Os doy una pista, no esperé más de cinco minutos para acceder a una Xbox One y tardé más de media hora en llegar a los mandos de Bayonetta 2. Curioso, cuanto menos, ¿no?
En definitiva, un Salón marcado por la polémica a la hora de la entrada y que se plantea el reto de volver a trasladarse a un recinto mucho mayor donde el aforo no sea la limitación y donde todo el mundo, de dentro y de fuera, pueda disfrutar sin tener que desesperarse.
Aunque no puedo comparar por experiencia propia con anteriores ediciones, sí puedo decir que ha sido una locura en cuanto a asistencia. Colas kilométricas de horas para entrar al recinto han dejado a muchos fuera y, aunque es una pena para toda la gente con entrada comprada, son hechos que califican este Salón del Manga de éxito rotundo.
Al igual que en el Salón del Cómic de abril, la temática principal, el deporte, ha quedado relegada a algo anecdótico con exhibiciones de judo y simuladores de lanzamiento de béisbol.
Si ha habido estrellas en esta edición han sido Pokémon y Dragon Ball, contando con los creadores de ambas franquicias y con exposiciones y actividades multitudinarias durante los días que ha durado el Salón. También Hora de Aventuras, con desfile de cosplays han tenido su hueco. Otras exposiciones que se han podido ver han sido de Bakugan y Toriko.
También ha habido espacio para las consolas. Nintendo con su habitual espacio para cargar 3DS y demos jugables de Wii Party U, Mario Kart 8 o Bayonetta 2 para su consola de sobremesa. Este último, toda una sorpresa para los asistentes. Locura pura en los momentos de recabar amigos para Pokémon, concentrándose una marea de gente incontrolable. Y por supuesto, no podía falta su ya demasiado reciclado mural de Fire Emblem.
Xbox One ha estado presente en la feria con Killer Instint, Dead Rising 3, Ryse y F1, sin embargo, las colas para probar estos títulos en la nueva generación de Microsoft no se acercaban ni de lejos a las de Nintendo. ¡Para que luego digan!
La verdad, es que este Salón ha sido un tanto raro para mi. Acostumbrada a dejarme llevar por las ansias de consumir, este año ha resultado ser el que menos he comprado, ya que he tenido la sensación que faltaban cosas. Dejando de lado el tema del consumo, he acabado contenta. A pesar de las colas y demás jaleo que ha habido (doy gracias al pase de prensa) he tenido buenas impresiones, he podido sentirme realmente una curranta, aportando mi gotita de arena ya sea robando gameplays (no se podía grabar) o asistiendo a conferencias.
Eso sí, tengo una espinita clavada y un cosplay pendiente de hacer, el de Fire Emblem, ya que este año por líos varios no he podido hacerlo.
Por lo tanto, el balance es totalmente positivo, y espero con ansias la edición del año que viene, ya sea para hacer podcast en directo, liarla con Raquel y Manu o dejar la cuenta del banco en números rojos.
Entrevistas a Hideo Baba, Hiroshi Matsuyama, Kunio Hashimoto y Ryo Mito
Presentación de Pokemon X/Y por parte de Junichi Masuda
Son Goku y Vegeta serán los protagonistas del próximo tráiler de DRAGON BALL: Sparking! ZERO.…
Devil Jin en Tekken 8 es el último personaje de la plantilla inicial en mostrar…
La nueva entrega de Yakuza se llama Like a Dragon: Infinite Wealth. Regresan las locuras…
Bandai Namco publica el tráiler de lanzamiento de Tekken 8, próximo videojuego de la mítica…
Llega el manga Dragon Ball Super 101 en el que tenemos más historia de los…
Disponibles los Wordle del 18 de enero de 2024. Pistas y solución del Wordle 742,…
Esta web usa cookies.