Con el objetivo de que la economía no dependa tanto del petróleo, Arabia Saudí compra acciones de Capcom y de Nexon
Los últimos meses han sido «moviditos» para la industria del videojuego en cuanto a transacciones se refiere. Hace apenas unas semanas Microsoft adquirió Activision Blizzard por 70.000 millones de dólares. A los días, Sony oficializaba la compra de Bungie por 3.600 millones de dólares. Hoy, la noticia no la protagoniza ninguna empresa… Sino un país. Arabia Saudí compra acciones de Capcom y de Nexon por valor de 1.000 millones de dólares, lo que supone un 5% del total de ambas compañías.
El Fondo de Inversión Pública saudí ha financiado esta operación, con la que el príncipe heredero Mohammed bin Salman pretende revertir la dependencia del petróleo que tiene el país. No es la primera vez que bucean en el mercado de los videojuegos: en el año 2020, el mismo organismo adquirió el 33% de SNK; y en diciembre de ese mismo año, también invirtió cerca de 3.000 millones de dólares en EA, Take Two y Activision.
Así pues, Arabia Saudí se ha hecho con acciones de Capcom y se convierte en «propietaria» de sagas míticas como Resident Evil, Monster Hunter o Street Fighter. Vale que este movimiento no vaya a revolucionar nada ni, probablemente, vaya a significar nada en cuanto a desarrollo de videojuegos se refiera… Pero mejor estar atentos por si acaso.