Recorremos los restos de una Rusia post apocalíptica en dirección a los Estados Unidos, en nuestro análisis de Sam’s Story, último DLC para Metro Exodus.
Nuestra vida en los oscuros túneles de Moscú ha llegado a su fin. Artyom y su grupo a bordo del Aurora, han conseguido cumplir su sueño y alcanzar un nuevo hogar. Pero no todos los miembros del pelotón han terminado su viaje. Así que cojamos de nuevo el petate para atravesar Rusia camino de San Francisco, y disfrutemos de lo que nos ofrece Vladivostok en este análisis de Sam’s Story, título del DLC que da final a Metro Exodus.
4A Games da por finalizada su última incursión en el universo creado por Dmitry Glukhovsky, en un capítulo que vuelve a sacarnos a la superficie tras The Two Colonel’s. Además y a diferencia de aquel, este continúa directamente tras el final de la aventura de Artyom. ¿Y qué nos espera en esta ciudad portuaria? Lo vemos.
La corta historia de Sam
Debido a su condición de DLC, el argumento no es especialmente original ni su punto fuerte. Tras llegar al fin a un lugar seguro en el que comenzar una nueva vida, Sam se da cuenta de que su camino no ha terminado. Del mismo modo que mucha gente en diferentes partes del mundo ha sobrevivido pese a lo que se pensaba en un principio, su padre también puede haberlo logrado. Así que ni corto ni perezoso, se despide del grupo y atraviesa Rusia hasta llegar a la ciudad costera de Vladivostok, desde la cual espera encontrar el modo de llegar a los Estados Unidos.
Una vez allí conocemos a varios personajes, entre ellos otro americano como nosotros, que lidera una facción poseedora de un submarino. A cambio de nuestra ayuda para hacerlo funcionar, promete que la primera parada de este buque será la Ciudad de San Francisco, lugar en el que nacimos y esperamos encontrar vivo a nuestro progenitor.
La historia no tiene mucha más miga a parte de un par de giros de guión que no desvelaré aquí, pero que tampoco son especialmente sorprendentes. Aún así hay algo que me gustaría recalcar, y suma puntos en este apartado. Hablo del carisma de Sam, el cual a diferencia de Artyom, posee líneas de diálogo. Este a priori pequeño detalle, consigue que empaticemos mucho más con el protagonista de esta expansión, que con el héroe de las novelas.
Además, en nuestro idioma cuenta con la voz de Juan Antonio Arroyo, habitual de series y que ha interpretado a Floki en Vikingos, o al mítico Dwight Schrute en The Office. Así que podéis esperar un gran trabajo en este sentido.
No dejéis cadáver sin revisar
En cuanto a la jugabilidad, no hay novedad con respecto a Metro Exodus. Una vez más, el sigilo será nuestra mejor opción, sobre todo por contar con recursos limitados. Así que nos tocará otra vez registrar todos los recovecos, cadáveres y las armas que suelten en busca de suministros. Botiquines, balas, filtros de aire o materiales serán tan necesarios como el oxígeno que respiramos.
Del mismo modo, será posible desmontar las piezas de las armas que encontremos y usarlas para mejorar las nuestras, combinando mirillas, culatas o cargadores. Gracias a ello, podremos lograr que nuestro fusil haga más daño, tenga mejor cadencia de tiro o menos retroceso. Y su mantenimiento también será importante, ya que deberemos limpiarlas de vez en cuando para que no se encasquillen, gastando para ello valiosos materiales. Por lo tanto examinar los escenarios a fondo puede resultar vital.
Ya hemos comentado que volvemos a visitar la superficie, al igual que en la aventura principal. Eso sí, no esperéis una expansión de terreno tan enorme ni abierta, aunque contendrá una cantidad de exploración más que decente y cierto grado de libertad para deambular. Incluso tendremos una pequeña lancha para movernos, ya que parte del mapa es agua.
Por lo tanto podemos desviarnos del objetivo principal e incluso resolver alguna que otra misión secundaria, o visitar algún punto de interés de los que en ocasiones aparecen marcados en el mapa. No hay límite de tiempo para ello, por lo que podemos hacer todo el turismo que queramos. Aún así, el grueso de este capítulo es más lineal que otra cosa, y nos dejará algunos momentos de tensión marca de la casa.
Aracnofobia
Por otro lado, los enemigos que nos encontraremos a lo largo de las 4-6 horas de juego, son bastante más variados de lo esperado al tratarse de una expansión. Aparte de enfrentarnos a otros humanos armados, (que siguen pecando de ser algo tontos) tendremos zombies, mutantes y arañas enormes. Incluso se ha añadido una nueva variedad de estas por primera vez en la saga, que emiten un pulso que hace fallar nuestra linterna. Y no sólo eso, ya que tendremos una especie de némesis en forma de murciélago gigante, al que nos tendremos que enfrentar hasta en tres ocasiones.
Gráficos y sonido
En cuanto a los gráficos, no hay apenas diferencia con la aventura de Artyom, aunque sí me ha dado la impresión de que los personajes están algo más detallados, y con mejores animaciones faciales. Aunque tampoco lo puedo asegurar con total certeza, es más algo que me ha parecido a mí.
El resto es igual de espectacular que lo visto en Metro Exodus, con un diseño artístico sobresaliente, una iluminación soberbia, y un nivel de detalle altísimo. De nuevo combinaremos el exterior, con alguna que otra incursión a edificios y oscuros túneles, aunque con la lógica menor variedad con respecto a la entrega principal. De lo mejorcito de esta generación.
Pero como es habitual en la saga, todo esto no sería nada sin la genial recreación del sonido ambiente. Esto junto a la brutal ambientación, nos mete de lleno en este mundo. Durante nuestros paseos, no será raro oír gruñidos, gritos o el viento meciendo los arbustos. Las melodías por otra parte, siguen la tónica general de la franquicia. Todo ayuda a vernos más inmersos en Vladivostok.
Conclusiones
A la espera de conocer si 4A Games continuará algún día con las aventuras de Artyom, Sam´s Story se convierte en la excusa perfecta para volver a visitar esta Rusia post invierno nuclear. Al igual que en la entrega principal, visitaremos tanto interiores como exteriores, en un entorno más reducido pero semiabierto, y con cierto grado de exploración. No controlaremos al héroe de las novelas, pero el protagonista es muy carismático y se ganará nuestro cariño rápidamente.
Allons-y