El indiscutible clásico de Esemble Studios regresa, una vez más, para deleitarnos con su análisis de Age of Empires II Definitive Edition para PC.
No vamos a negar que se nos hizo raro el anuncio de este remake, puesto que nos encontrábamos sacándole chicha a una más que trabajada versión remastered. Skybox Labs hizo un estupendo trabajo trayendo al HD las bonanzas de Age of Empires II, juego al que dotó de una potente infraestructura online así como nutrió de tres expansiones muy completas de contenidos. No obstante, Microsoft quería mejorar -todavía más- este producto, por lo que decidió sacar un remake directamente del mismo. ¿Qué tal ha salido? Pues vayamos a descubrirlo con este análisis de Age of Empires II Definitive Edition para PC.
Actualización gráfica como los dioses mandan
Este remake aupado por Microsoft de primeras es bastante conservador. La jugabilidad no se ha tocado apenas a excepción de un par de ajustes, pero la esencia es exactamente la misma que hemos vivido en cientos -o miles- de partidas anteriormente. Tampoco hay ejércitos o unidades nuevas, aunque incorpora todo el contenido que Skybox Labs creó para la versión remasterizada y nos aporta una nueva expansión llamada los «Últimos Khans».
Los menús han sido completamente rediseñados gozando ahora de una fluidez y una finura abrumadora. Ya in-game, se han rehecho de cero todos los sprites y escenarios para que se muestren en una flamante alta definición sin cambiar el toque artístico original. Tal es así que si hacemos zoom en las unidades veremos un trabajazo en cuanto a animaciones y detalles. Una pasada eso de verle hasta las rejillas para los ojos en los cascos a los Paladines, por poneros un ejemplo.
Flipante es también el sistema de degradación de los edificios. Antiguamente, cuando atacábamos un edificio, empezaban a salir llamas, ahora le sumamos grietas, humo, polvo y una espectacular animación de derrumbe que convierte en cascotes a la estructura. No nos cansaremos de verla una y otra vez.
La optimización se quedó en Mesopotamia
Esto es algo que me ha decepcionado profundamente. Vuelvo a mencionar el remaster para decir que su optimización era un lujo, podías correr el juego hasta en una calculadora Casio si te ponías. Pero vamos, ya de aquella lo jugué con un i3 de 2,4 Ghz y una 550 GTX y con todos los parámetros al máximo no bajaba de los 100 frames por segundo.
La Definitive Edition, por la contra, cuesta mantener siquiera los 60 cuadros estables hasta en su configuración mínima. Y no os penséis que la mejora gráfica, esa por la que me he emocionado hablando en el anterior apartado, es tan salvajamente pesada para que un i5 de 4.1 Ghz y una 970 GTX no pueda correrlo al framerrate que demanda este género.
Por otro lado, se han detectado algún que otro bug que nos congela el juego y nos manda al escritorio, problemas de la IA que atasca unidades entre edificios y algunos errores varios.
Huelga decir que la versión que hemos tenido nosotros no es la final y que de aquí a que salga seguramente le caerá un buen parche de día 1 que corrija estos problemas. Pero nuestra experiencia se vio un poco mermada por estos inconvenientes y es una pena.
Aparte de los temas conocidos se añaden un par nuevos de una factura que nada envidia al resto de la Banda Sonora.
Una de cal y otra de arena para el sonido
Si hablamos de su banda sonora solo podemos quitarnos el sombrero. El juego aglutina para sí todas las pistas del original y las expansiones añadidas con la versión HD. Todas han sido rehechas con nuevos instrumentos lo que eleva su calidad a cotas inconmensurables. Temas tan míticos como Bass Bag o Machina del Diablo vuelven con una salud renovada que vamos a agradecer en demasié.
El mismo tratamiento han recibido la biblioteca de sonidos ambientales del videojuego. El choque de metal contra metal, el background de la fauna o incluso el doblaje tan característico que dividía a las civilizaciones con su lengua materna se han limpiado para que suenen como se demanda en los tiempos actuales.
Lo malo viene del propio doblaje de los narradores y los héroes del modo Campaña o Desafío. Básicamente está en español latino cuando su versión es la destinada a España (UE) contando con una traducción bastante loable en castellano de los textos. Un contraste extraño que no sabemos por que lo ha decidido Microsoft, ¿ahorrarse el coste de doblarlo aquí? A saber, pero desde luego que el resultado no me ha gustado nada.
Modos para parar a una cuadriga y hacerla volcar
Pues al clásico Refriega que tantas horas nos ha chupado de jóvenes el original y todas las campañas existentes -ahora divididas por continentes- se añade 3 nuevas campañas en un paquete denominado «los últimos kanes» que incorpora 4 civilizaciones inéditas: cumanos, tártaros, lituanos y búlgaros. También un interesante modo Desafío llamado el Arte de la Guerra. A través de las enseñanzas de Sun Tzu tendremos que ir superando niveles a contrarreloj, cuanto menos tardemos mejor puntuación sacaremos y se nos condecorará con una medalla.
Tampoco olvidarnos de las Batallas Históricas, una modalidad ya presente en el original que ahora se desliga de las campañas para ofrecernos batallas individuales que dan protagonismo a las civilizaciones ausentes en el modo anterior.
El online vuelve a ser otra de sus grandes bazas. Podremos hostear partidas, ser espectador, personalizar nuestro perfil de jugador -e incluso conectarnos a nuestra cuenta de Xbox para recibir logros y otras ventajas- e incluso comprobar en todo momento el estado de los servidores y su población. Se nota que han volcado muchos esfuerzos aquí. No en vano, el multijugador siempre fue la piedra angular del juego original y es, sin lugar a dudas, el modo que más espera la gente.
Un remake ideal para los amantes incondicionales de Age of Empires II
Puede que durante el transcurso de este análisis de Age of Empires II Definitive Edition me dejase en el tintero criticarle que su sistema RTS está algo anticuado y que apenas se le ha metido mano en esta revisión. Esto es una espada de doble filo porque así como para un veterano del género, empapado de las propuestas más modernas, encontrará aquí un sistema arcaico y que posiblemente le hará tirarse de los pelos por los tiempos que precisa de preparación, la base de jugadores que atesora el HD o el original es lo suficientemente enorme para que se encuentren aquí más que cómodos.
Resumiendo, que estamos ante un remake que hace casi todo bien y que se convierte en un caramelito para el fan de toda la vida. Me choca un poco su exigencia técnica y ese doblaje latino, pero al menos lo primero seguramente se tratará con parches antes de la salida del videojuego.