Esta semana, en la sección favorita de los que no tienen televisor, vamos a comentar una de las últimas novedades para iOS (y próximamente también para Android): Sonic Dash
¿Habéis jugado algún endless runner?¿Temple Run tal vez? Pues este juego es prácticamente igual solo que con un toque Sonic, y esto es: velocidad, enemigos clásicos y… ya está. Cuesta creer que hayan hecho un juego tan simple, con todo lo que da de sí el erizo azul.
Comenzamos corriendo por una estrecha pista situada cerca de Green Hill Zone, aunque posteriormente podremos llegar a una especie de ruinas, sin mucho nuevo que ofrecer. Sonic está en paro, ya no tiene que salvar al mundo ni nada por el estilo (bueno, no creo que nunca le pagasen…), así que se dedica a correr para ver hasta donde llega sin frenar, hay que ver las cosas que hace uno cuando se aburre, oye.
Consta de un control más simple que el de otros juegos del mismo género: no usaremos el acelerómetro, sino que el camino se divide en tres zonas y, con un simple desplazamiento de dedo, debemos cambiarnos de carril en el momento oportuno, como si estuviéramos jugando a un minijuego de Game & Watch. Deslizando hacia arriba saltamos y hacia abajo hacemos rodar a Sonic para que elimine robots terrestres, o para que no se estampe contra un obstáculo horizontal situado a media altura.
Es un juego infinito, así que en algún momento tienen que matarte, y aquí se conserva la esencia de los juegos originales, si recibes un golpe pierdes todos los anillos que lleves encima, si recibes otro: GAME OVER, a menos que hayas cogido nuevos anillos o que gastes un corazón alado, que previamente puedes comprar en la tienda con los rings que conseguiste salvar.
Gran cantidad de contenido desbloqueable, sí, pero ¿qué contenido? Mejoras y potenciadores de velocidad, vidas extra, imán para atraer anillos (vamos, lo típico) y tres personajes: Amy Rose, Knuckles y Miles ‘’Tails’’ Prower, (próximamente también Shadow) que no serán sino un cambio de skin, pues no podremos usar sus características habilidades por las que se hicieron famosos en otros juegos. Punto negativo.
Además, ¿No falta alguien? – Oh, dios mío, ¿dónde está Eggman? – No sale. Ni él ni ninguno de sus robots gigantes a los que suele acoplar su nave esférica para actuar de jefe final de fase, aunque sí aparecen algunas de sus obras menores por el camino, así que no descartemos su inclusión en futuras actualizaciones.
En resumen, es un juego que hará que más de un fan de Sonic se tire de los pelos, relevar al rey de la velocidad a una app de esta complejidad puede parecer gracioso y entretenido, o un absoluto retraso en cuanto a jugabilidad. Si ya hemos visto lo que es capaz de hacer un erizo supersónico, ¿Por qué lo ponen al nivel de un pseudo-Indiana Jones perseguido por monos? Siempre mola jugar con Sonic, pero hasta Temple Run 2 es un juego más completo.
De hecho, son evidentes los recientes intentos de llevar al erizo a géneros que llevan triunfando en dispositivos portátiles en los últimos años, pero con Sonic Dash no han hecho más que aprovecharse de su fama y nombre para colarnos una aplicación para iOS que a más de uno dará la sensación de estar incompleta.