Vamos a empezar a darle caña a la sección hablando de Badland, un juego creado por FrogmidGames, que ya está disponible para Android e iOS. Podría decirse que pertenece al género runner, básicamente, porque lo único que tenemos que hacer es pulsar la pantalla en el momento exacto para pasar un obstáculo. Pero, en este caso, no correremos, sino que volaremos. Sí, has leído bien, volar.
La dinámica del juego es de lo más sencilla y no necesitas ser ningún experto para poderlo jugar. Simplemente necesitarás tiempo, y digo que necesitarás tiempo, porque una vez has empezado a jugar vas a ser incapaz de dejarlo. Desconozco si es por su facilidad de juego, por lo bonito que es o por lo monos que son sus protagonistas. Una vez que has empezado a jugar no puedes dejarlo, engancha y mucho…
Lo único que deberemos hacer es volar a lo largo de la pantalla, eso sí esquivando todos los obstáculos para conseguir llegar al final de la mejor manera posible. Piedras, bombas, cuerdas, plantas, molinillos de aire, hélices y demás cosas estrafalarias que podáis imaginar serán las encargadas de evitar que lleguemos sanos y salvos al final.
Esto de tener solamente un murciélago es demasiado fácil, ¿lo complicamos?
Sí, has leído bien, a medida que avanzamos en nuestra aventura tendremos compañeros, para ser más exactos llegaremos a controlar una jauría de cosas monas peludas que volarán por nuestra pantalla, pero el objetivo no es exactamente rescatarlos a todos, sino utilizarlos de la mejor manera para llegar al final de la pantalla, con esto quiero decir, que a veces será necesario sacrificar a alguno de nuestros compañeros para poder pasar al siguiente nivel. Eh, pero que no te dé pena, porque si matas a uno, más adelante podrás hacerte con muchos más. Al acercarte a una especie de semilla, se duplican, vamos, que se hacen como churros.
¿Y esto es todo?
No, no es todo, el juego todavía tiene más “chicha” además de controlar a una pequeña reala de bolas peludas voladoras, podremos hacerlas grandes o pequeñas, a lo largo de la pantalla encontraremos una especie de meteoritos que nos darán esa posibilidad. También existen una especie de piedras que nos darán más o menos velocidad, cosa que puede llegarnos a complicar la llegada a salvo al final de la pantalla. Así que tendremos que tener cuidado y fijarnos qué recogemos, porque puede ser algo peligroso. Hay otras maneras de volar más velozmente por así decirlo, y es utilizando los obstáculos para que nos implusen y poder salir despedido hacia delante, será importante, porque la pantalla obviamente te persigue, y si no andamos rápidos, no sería raro que nos atrapara.
A parte de la jugabilidad, tengo que resaltar también los escenarios, muy parecidos a los de Limbo y la banda sonora, para mi gusto, ambos exquisitos, le dan el punto que necesita para hacerlo un juego casi casi perfecto. ¿Quién había dicho que pulsar una pantalla iba a ser aburrido? Mentira, no lo es. Y si no te terminas de creer lo que digo culpable, únicamente deberás descargártelo y disfrutarlo.
Esto no es un análisis, o ¿sí? No sé, pero sin querer queriendo he resaltado lo que más me ha gustado del juego. Por supuesto, no todo puede ser bonito, y como todo, tiene algo malo, en este caso solamente una cosa, se me ha hecho muy corto. Aunque también puede deberse a que he caído en sus redes y hasta que me lo he pasado, no he parado. Ah, y otra cosa debo decir, si no eras muy amigo de los murciélagos, no entiendo el porqué, terminan haciéndote hasta gracia, será que estos son la mar de monos.