El tiro le ha salido un poco por la culata a Mark Zuckerberg y tendrá que ir abriendo la cuenta de Gringotts de Facebook otra vez para pagarle a ZeniMax.
Facebook ha sido condenada a pagar 500 millones de dólares a ZeniMax por el caso de Oculus Rift. El jurado de un tribunal de Dallas (Texas, Estados Unidos) ha emitido hoy el fallo tras un par de días de deliberaciones.
El caso comenzó cuando ZeniMax demandó a Oculus VR y, por tanto, a Facebook, alegando que tanto Palmer Luckey como John Carmack les habían robado. Antes de que Oculus saliera a la luz, en ZeniMax habían estado trabajando en varios conceptos de realidad virtual. ZeniMax acusaba a Oculus de que Carmack y Luckey se habían llevado código y documentación de las oficinas de ZeniMax, aprovechándose de toda la inversión previa que ellos habían hecho. Sin embargo, el tribunal de Dallas no les ha dado la razón en esa acusación del robo.
Del total, 200 millones son debido a romper un acuerdo de confidencialidad que firmó Palmer Luckey y 50 millones for infringir el copyright. Junto a eso Oculus y Luckey tendrán que pagar cada uno 50 millones por un crimen llamado false designation (que es cuando se miente sobre el origen de un producto). Brendan Iribe tendrá que pagar 150 millones por ese mismo delito.
La indemnización es mucho menor a la que pretendía ZeniMax. Su abogado llegó al juicio pidiendo 2 000 millones en concepto de indemnización y otros 2 000 millones en daños y perjuicios. Por su parte, leo en Polygon, el abogado de Oculus y Facebook alegaba que la demanda de ZeniMax estaba sustentada en celos y no en hechos.
Durante el juicio han sido llamados a declarar las principales cabezas de Oculus: Mark Zuckerberg, Brendan Iribe, Palmer Luckey y John Carmack. Especialmente interesante me parece la de Iribe, que afirmó que en su momento ZeniMax rechazó colaborar con Oculus en la creación de Oculus Rift e incluso les tachó de «críos».
Los 500 millones de ahora se tendrán que sumar a los 2 000 que ya pagó Facebook en su día por Oculus VR.