Ya tenemos el último Zelda en nuestro poder y le estamos dando muchos mimos. Ahí va la primera media hora de juego con un Link que no recuerda NADA.
Ya sea en su versión para Wii U o Nintendo Switch, la mayoría de los integrantes de esta web han pasado por caja y tienen en su poder el nuevo The Legend of Zelda: Breath of the Wild.
Aquí uno presente le está dando muy duro, intentando recorrer cada uno de los rincones del enorme escenario a ver si encuentra algo de valía. Mientras, por otro lado tenemos a gente haciendo speedruns brutales de 95 minutos. Una auténtica locura de tiempo ya que la zona en la que está el enemigo final es muy peligrosa. Yo por curiosidad la he visitado y aquello es un infierno. Cada dos por tres sale un centinela que de un solo disparo borra los corazones de Link.
Pero vamos a los primeros minutos de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. En el vídeo de más abajo tenéis la primera media hora de juego. Aparecen ya personajes «misteriosos», recogemos una espada ñorda y nos enfrentamos a los primeros enemigos.
La versión de The Legend of Zelda: Breath of the Wild que veis pertenece a la de Wii U. En Nintendo Switch aun no hemos grabado nada. ¿Diferencias? Pues todas tienen que ver con el rendimiento del juego. Este nuevo Zelda estaba siendo desarrollado en Wii U, pero gracias al «tremendo» éxito de la consola y al escaso catálogo de salida de Switch, han tenido que sacarlo en las dos.
En Wii U hay momentos donde los frames caen de forma burra y después haciendo la croqueta. Se nota mucho cuando hay varios personajes en pantalla o llegamos a un poblado. El color es otro punto negativo del juego, pues este aparece atenuado. Hablando mal, parece que en Nintendo le hayan aplicado a todo el juego un puto filtro de Instagram.
En Switch el Zelda va mucho más fluido. Pero mis compañeros en la oficina me han dicho que al ponerlo en pantalla grande el Zelda petardea que da gusto en algunos momentos. En la pantallita bien, pero en TV… ¡ÑA!