Yoshi’s Woolly World – Análisis Wii U

Nintendo lo vuelve a conseguir. Wii U acumula una nueva joya en su catálogo con Yoshi’s Woolly World. En esta ocasión, ha sido el estudio Good-Feel el responsable de la nueva obra maestra para la sobremesa de Nintendo. Tras el desarrollo de Kirby’s Epic Yarn en Wii, uno de los juegos más grandes que tuvo en su catálogo, se decide romper moldes con lo visto hasta ahora en la saga de plataformas de Yoshi, para ofrecer un apartado artístico sublime, con la lana como protagonista.

Yoshi’s Woolly World fue presentado en enero de 2013 con gameplay ya de por medio, para que os hagáis una idea del mimo y cuidado que Good-Feel ha llevado a cabo con su título. Y es que, para qué engañarnos, les ha salido un juego bordado. Nos alegramos de que un personaje de Nintendo con presencia e importancia menor, reclame protagonismo en aventuras que rozan esta calidad y perfección.

[divider]Un mundo lanudo[/divider]

Es evidente, lo más destacable a primera vista es que parece todo hecho a mano por tu abuela. Un nuevo universo de hilo, tela, lana, esparto, fieltro y cremalleras, mezclado con sumo detalle, va a poner una sonrisa en tu cara que tardará horas en desaparecer.

Tanto Yoshi como los enemigos están hechos de lana y en esta ocasión se cambian los famosos huevos por ovillos. Como detalle, los caminos ocultos estarán indicados por lazos, que deberemos deshilachar para descubrirlos.

Cada fase será diferente a la anterior. Cada una con entornos y mecánicas con la firma de Nintendo. En total hablamos de 6 mundos con 8 fases en cada uno, lo que nos lleva a 48 niveles, aunque en realidad habrá que sumarle una fase oculta en cada mundo de la que luego os hablaremos.

Tampoco faltarán los jefes finales en la cuarta y octava fase, que aunque no resulten un gran obstáculo para avanzar, suponen un alarde de originalidad y buen hacer.

También estarán presentes las transformaciones del dinosaurio hasta en seis cacharros diferentes: paraguas, moto, topo, gigante, avión y sirena, aunque se limitarán a determinados momentos contrarreloj con el objetivo de obtener el mayor número de gemas como botín. Estas gemas pueden gastarse al comienzo de cada nivel por insignias de poder. Una manera de jugar la fase con pequeñas ayudas como tener ovillos grandes o no caer por los huecos que a todos nos han dado disgustos alguna vez.

[divider]Derroche imaginación y talento[/divider]

Continuamos con el apartado técnico del juego. Yoshi’s Woolly World es un ejemplo perfecto para demostrar que los gráficos hiperrealistas no es lo que hace a un juego tener buenos gráficos.

Al igual que ocurrió en Super Nintendo con Yoshi’s Island, donde parecía que todo estaba pintado por un niño de primaria, en esta entrega se repite con un mundo que parece hecho a mano por alguien mañoso con la aguja. Pero ojo, que la aparente sencillez no te oculte el nivel de detalle de cada elemento.

Mención especial a la banda sonora del juego que se repetirá en tu cabeza una y otra vez cuando ya no estés delante de la consola.

[divider]Pensado para encandilar a los peques y hacer disfrutar a los mayores[/divider]

Si Yoshi’s Woolly World flaquea en algo, es en su nivel de dificultad. Es un juego agradable de jugar, sin sobresaltos, para disfrutar tras un largo día de obligaciones. Sus vidas infinitas y su generosa barra de salud harán que te sea imposible quedarte bloqueado. Su duración ronda entre 12 y 13 horas sin preocuparte más que de pasarte el juego. Sin embargo esto no es un lastre, ya que posee una gran rejugabilidad debido a todos los coleccionables que se incluyen.

Para empezar, en cada nivel hay cinco margaritas sonrientes, y si consigues las 40 de cada mundo, se desbloquea una fase extra, haciendo que la cantidad de fases del juego aumente a un total de 54 niveles.

El segundo elemento a coleccionar serán cinco madejas de lana para desbloquear un Yoshi diferente con el que luego podrás jugar. Su única diferencia es el patrón de colores que usa, ya que no posee ninguna otra cualidad.

Por último, en cada nivel has de conseguir veinte sellos y llegar con la vida al máximo para completar la fase al 100 %.

Por si fuera poco, tras finalizar el juego por primera vez, se desbloquea un nuevo modo llamado Pabellón de Desafíos, donde podrás enfrentarte a todos los bosses con un nivel de dificultad más elevado.

No, no, aún no hemos terminado de coleccionar y desbloquear. Para los amantes de pasarse los juegos al completo, existe una Carpa de la Nostalgia con los 73 tipos de enemigos y las 64 melodías para coleccionar.

Para aquellos culpables que busquen disfrutar en compañía, también se permite jugar en cooperativo a dos jugadores en el típico “te ayudo pero a la vez te molesto”, con la posibilidad de convertir en ovillo al otro jugador.

No podemos olvidarnos de los amiibo lanudos, especiales de este juego, que añadirán un segundo Yoshi en la pantalla, o los amiibo de otras sagas como Mario, Zelda o Donkey Kong que desbloquean skins para nuestro simpático dinosaurio.

¡Ah! ¡Y este también tiene modo Off-TV!