Lo bueno que tiene hacer un presentación de mierda de tu producto, es que a partir de ahí las cosas solo pueden ir a mejor. Eso es lo que ha pasado con Xbox One, que, tras su bochornosa puesta de largo, se ha esforzado al máximo para revertir sus puntos negros -que eran muchos- y convertirlos en estupendos puntos a su favor.
Ya hemos visto cómo se han solucionado cagadas como la del DRM, el siempre conectado, la potencia del procesador, los indies, los cascos, y hoy es el turno de una cosa muy importante, qué puedes hacer con la mandanga que te compras en el Live.
En 360 si yo me compro un juego y mi hermano quiere jugarlo con su perfil, se jode y baila. En Xbox One la cosa cambia para mejor. Si yo soy Gold, todas las cuentas podrán disfrutar de los beneficios Gold, como el uso de aplicaciones exclusivas o jugar Online. BIEN HECHO.
Más cositas…¿qué pasa si me voy de visita a casa de un NO Gold? Pues que en cuanto inicie sesión, ese amiguete tendrá acceso a mi librería de juegos y a mis beneficios Gold, así, sin anestesia ni nada.
En realidad, esto no es nuevo, ya que Sony dijo que se podría hacer algo parecido con PS4, pero no podemos sino congratularnos por el despertar de ambas compañías, que por fin parece que se han dado cuenta de que deben vivir por y para satisfacernos, y no para sacarnos hasta el último Euro a cambio de nada.
Vía GamesBeat