Desde que EA dijo que no habría Online Pass en la next gen, teníamos la mosca detrás de la oreja, y finalmente se confirma que Xbox One impondrá una tarifa -aun no cuantificada- para todos aquellos jugadores que ejerzan su derecho de jugar juegos de segunda mano. En esa tarifa, también se incluirá la posibilidad de instalar los juegos en otros discos duros distintos al nativo, juegos que, por cierto, se deberán instalar si o si. Microsoft habla al respecto:
Estamos diseñando Xbox One para permitir a los usuarios comerciar con sus juegos y revenderlos.
Nos parece un gran paso atrás y un recorte en la libertad del usuario aberrante, pero, queridos culpables, la máquina es suya y se la follan cuando quieren, ¿no?
Vía Wired