Microsoft anunció el pasado mes de mayo que a partir de su conferencia del E3, el día 9 de junio, se pondría a la venta un modelo de Xbox One sin Kinect por 399 euros. Cuatro días después de su lanzamiento, la consola es todo un éxito según Bob Puzon, el vicepresidente de Gamestop.
Las cifras de ventas se refieren solamente a las ventas en Estados Unidos, que es donde está la matriz de Gamestop, aunque es un buen indicador de cómo han respondido los usuarios a la rebaja de precio de la consola. Puzon ha afirmado que desde que sacaron las consolas a la tienda «empezaron a volar de la estanterías». Además, también ha calificado como una gran victoria para los de Redmond y una gran oportunidad para ellos. Está visto que no se corta en halagos este hombre.
Desde su lanzamiento, Xbox One no ha tenido una gran acogida por la inclusión de Kinect en todos los packs y su mayor precio con respecto a la competencia más directa, que es PS4. Por estos motivos, y tras unas cuantos despidos y cambios en la cúpula directiva de Xbox, Microsoft se decidió a sacar a Kinect de la ecuación para darle a su consola el empujón que necesitaba antes de que PS4 y Sony les comieran el terreno y no hubiera marcha atrás.
Fuente: Gamespot