World of Warcraft, la joya de la corona de Blizzard desde que se lanzó en el año 2004, está en declive. Un declive envidiable, pero declive al fin y al cabo. Hace algunos años tenía 12 millones de jugadores activos, que pagaban sus cuotas religiosamente, pero tras tantas expansiones el agotamiento ha ido llegando al juego y ahora las cifras se sitúan en poco más de la mitad.
Por lo general, como fatalistas que somos, siempre anunciamos cuando se pierden suscriptores, aunque en esta ocasión la noticia es otra. La última expansión del juego, Warlords of Draenor, llegará el 13 de noviembre y por ello 600.000 usuarios han vuelto a darle uso a su tarjeta bancaria y se han suscrito de nuevo. Que si, que acaban de sacar un parche que modifica habilidades y clases, además de introducir nuevo contenido, pero me parece mucha ansia ¿Para qué esperar hasta que se lance la expansión? Mucho mejor ir pagando con un mes de adelanto… Están un poco locos estos peceros.
Esta nueva adición de jugadores ha dejado el balance de usuarios en 7,4 millones. Serán muchos menos que esos 12 que comentábamos antes, pero vaya, que si multiplicamos por los 12,99 que vale cada mes es igual a unos ingresos mensuales de 96 millones. Quién los tuviera.
Por otro lado, tal y como informábamos hace unos días, por el lanzamiento de esta expansión actualmente el equipo de desarrollo de World of Warcraft (conocido en Blizzard como Team 2) es más grande que nunca. Concretamente, en palabras de Allen Brack, productor ejecutivo de la compañía, el equipo es ahora un 50% más grande que cuando estaban centrados en Mysts of Pandaria. Habrá que ver si merece realmente la pena o no que haya estado tanta gente con esta última expansión.
Desde luego, parece que hay dinosaurios que se resisten a morir, por mucho que empiecen a oler ya.
Fuente: IGN