No sabemos si ha sido un movimiento valiente o desesperado, pero el caso es que la película de Batgirl ha sido cancelada, y no la veremos nunca.
Warner Bros. y DC siguen estando aún muy lejos del universo cinematográfico de Marvel y Disney. No solo en calidad y cantidad, que también, sino porque la compañía de Batman aún sigue dando bandazos y dejándonos sonoros ridículos. El último es el de la cancelación de la película de Batgirl, estando la cinta ya casi para estrenar.
La cinta protagonizada por Leslie Grace, sobre el papel, era bastante prometedora, pues nos devolvía el Batman de Michael Keaton, y dejaba un villano interpretado por Brendan Frasier. No sabemos cuál sería la calidad del filme o los requerimientos de Warner Bros. que no han sido alcanzados, pero Batgirl no va a llegar a los cines, y ni siquiera va a ser estrenada en la plataforma de vídeo bajo demanda de la compañía, HBO Max. En definitiva, 90 millones de dólares que se van a la basura y una decepción más para los fans de DC. Esta es la declaración oficial de la compañía al respecto:
La decisión de no lanzar Batgirl refleja el cambio estratégico de nuestro liderazgo en relación con el universo DC y HBO Max. Leslie Grace es una actriz increíblemente talentosa y esta decisión no es un reflejo de su actuación. ¡Estamos increíblemente agradecidos con los cineastas de Batgirl y Scoob! Holiday Haunt y sus respectivos elencos y esperamos colaborar con todos nuevamente en un futuro cercano.
Un movimiento que puede ser un punto de inflexión
Esta cancelación, que a todos los seguidores del cine de superhéroes nos escuece, puede que no sea tan mala a medio largo plazo. Warner Bros. Discovery, el nuevo conglomerado de empresas bajo el mando de David Zaslav, quiere hacer las cosas bien. Probablemente se estén mirando en el espejo del impecable universo cinematográfico Marvel y quieran hacer las cosas como ellos, es decir, con una indudable calidad. El hecho de que hayan preferido ahorrarnos el mal trago de ver una película infumable a gastar más dinero en volver a grabar escenas es algo que les honra. Puede que esos 90 millones que se van a la basura sean el comienzo de la DC cinematográfica que nos merecemos.