Warface es la primera incursión de Crytek en el mundo de los shooters free-to-play, aunque ya tienen cierta experiencia con los juegos online gracias al modo multijugador de la saga Crysis. En este caso nos podemos olvidar de los nanotrajes y nos pondremos en la piel de soldados normales y corrientes, o mejor dicho, mercenarios, para evitar cualquier tipo de referencia política.
Crytek no ha inventado nada con Warface y no creo que fuera su intención en ningún momento, pero sí han conseguido ofrecer un producto bastante pasable. Como es evidente han utilizado el CryEngine para desarrollar el juego y el resultado visualmente hablando es muy bueno.
Tanto a nivel de gráficos, como la iluminación o las animaciones de los soldados están muy logrados, por lo que no encuentro nada que objetar en este aspecto. Quizás un poco más de personalización para los personajes le daría algo más de gracia a las partidas, pero al final esto va de pegar tiros, no de vestir a la moda.
Warface y los micropagos opcionales… de verdad
Lo que más me ha gustado es el sistema de experiencia y de desbloqueo de armas y equipamiento. Warface no deja de ser un juego gratuito, por lo que las microtransacciones están a la orden del día, pero la sensación que da es que sin ellas también puedes llegar a disfrutar de él. Si no hubiera tramposos, claro. A medida que vamos aprendiendo a jugar, iremos ganando partidas y teniendo acceso a mejores armas, pero que no se diferencian de las que se pueden conseguir pagando. Vamos, que pagar es un atajo, no una ventaja. De hecho, como en todos los videojuegos, pienso que las horas de práctica te hacen jugar mejor y saltarte ese tiempo a base de compras puede ser contraproducente, porque te vas a cruzar con jugadores con las mismas armas y más experiencia. Y con tramposos.
Warface se divide en tres modos de juego principales, Co-op, Versus y Survival. Los dos primeros son accesibles desde el principio, mientras que el tercero no podremos probarlo hasta llegar al nivel 10. Lo cual tiene su lógica. En el modo cooperativo tendremos que llevar a cabo una serie de misiones en las que tendremos que enfrentarnos a los mercenarios de Blackwood. Lo haremos en equipos de 4 o 5 jugadores y los enemigos estarán controlados por la IA, que dicho sea de paso, no hace trampas y es más bien simple.
Versus es el único modo en el que nos enfrentaremos a otras personas y aunque al principio sólo podremos elegir cuatro tipos de partidas, a partir del nivel 9 las opciones aumentan, aunque no dejan de ser variaciones de las partidas death match y capture the flag que conocemos de otros juegos similares.
Más tramposos que balas
Las que me han parecido más divertidas son las batallas free for all, en las que tienes que enfrentarte al resto de jugadores. Este tipo de partidas son intensas y muy dinámicas, ya que los mapas del modo Versus son bastante reducidos para lo que estamos acostumbrados a ver y no hay mucho rincón en el que acampar y disparar sin ser visto. En cambio, lo que más me ha aburrido son los aimbot o hacks similares que destrozan toda la gracia que puede tener el juego. Una lástima que no se encuentre solución a este tipo de personajes, porque estropean totalmente las partidas.
Por último está el modo Survival, en el que jugaremos de manera muy parecida a las misiones de Co-op, pero con oleadas de enemigos controlados por la máquina y que tendremos que resistir el máximo tiempo posible. Aquí la cosa se complica bastante, no por la dificultad de la IA, sino por la cantidad de mercenarios que nos van a atacar.
Warface puede ser un gran juego si tienes la suerte de jugar con tus amigos o con gente legal, porque además de un buen apartado técnico, es un juego que recompensa la práctica con mejor equipamiento. Pero cuando un niño-rata tramposo te amarga dos de cada tres partidas, dejas de verle cosas positivas y en lo único que piensas es en desinstalarlo. Sobretodo si tienes en cuenta que no te ha costado ni un duro. Si Crytek consigue solucionarlo, tiene una buena base para convencer a los jugadores.