Cuando una franquicia que has seguido durante tanto tiempo llega a su final queda una sensación vacía dentro del fan. Es lo que busca Vin Diesel para el final de la larguísima saga de coches, atracos y superhéroes urbanos.
El olor a goma quemada y la imposibilidad de girar el cuello de Vin Diesel son dos señales inequívocas de que la decadencia ha llegado a ‘Fast & Furious‘. La saga pide a gritos su final a nivel artístico, aunque si fuera por su rentabilidad, los productores no pondrían fin nunca a este invento maquiavélico.
Sin embargo, parece que el final se acerca de verdad. O eso nos están vendiendo. Tampoco nos flipemos mucho. Para estirar el chicle, la franquicia terminará con dos películas más. Dos momentos ideales para arrancarnos los ojos en la sala y esperar que el final sea digno y llegue cuanto antes. La cita con la ITV pasó hace años y aquí nadie quiere ir a ver cómo funcionan sus juntas.
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Vin Diesel lleva hablando de su familia varios años. Una familia en la gran pantalla, salvo cuando alguien tose al mismo nivel que el actor protagonista, porque a The Rock no le vamos a ver más. Mucho hablar de familia y demás zarandajas, pero él es el patriarca y el que manda.
Volviendo a la saga, Diesel espera que los fans se emocionen a ver el final. Ha convencido a Universal Pictures para traer de nuevo a Justin Lin y partir la última película en dos —en cuanto vieron más billetes tampoco debieron poner demasiados problemas—. También estarán la gran mayoría de actores de la saga, con la ausencias obvias del fallecido Paul Walker y del proscrito Dwayne Johnson. Para la nueva cinta se ha hecho con los servicios de Jason Momoa.
‘Fast & Furious 10‘ llegará en 2023. ‘Fast & Furious 11‘, se desconoce, pero esperemos que no tarde demasiado. Cuando antes nos la quitemos de encima mejor. Será entonces cuando de verdad nos emocionemos: al fin no habrá más pelis de la saga. Al menos hasta que al año siguiente se decida reiniciar de nuevo todo.