El capítulo número 15 de Vikingos marcará un antes y un después en esta serie. Un episodio muy bien elaborado con muy pocas pegas que añadir.
El 4×15 de Vikingos ha sido todo un CAPITULAZO. Después del anterior capítulo, algo aburrido, nos han puesto este en bandeja que, siendo sincero, me sorprendió un montón cómo acabó.
El capítulo, cómo casi todos, ha estado elaborado de una forma excelente: cada diálogo, cada escena y cada imagen cuidada al milímetro. A mi forma de ver, el episodio sólo podría tener dos pegas (y cualquiera de ellas salvable, sin importancia), siendo una de ellas que desde el capítulo número 13 no sabemos nada de la travesía de Bjorn.
El capítulo, se ha centrado en Ragnar y su camino hacia lo inevitable, tal y como nos anunciaban con anterioridad, acompañado de varios flashbacks muy bien empleados (los justos y necesarios, no han pecado en exceso). El Rey Aelle, cómo era predecible no iba a hacer que este camino fuese fácil, sino todo lo contrario. Ha estado muy bien la forma en la que lo han enfocado, ya que ha sido realista, no han hecho nada que fuera extraordinario o casi divino por parte de Ragnar.
De hecho, hubo un momento que me recordó mucho a Braveheart, en la escena en la que Mel Gibson daba aquel discurso tan emotivo a sus tropas, que cuando lo ven dicen que no puede ser William Wallace, que éste mide más de dos metros… Pues con Ragnar ha sido parecido, dejó detrás de sí en Inglaterra una estela de grandiosidad que no se podía corresponder con un simple hombre. La escena en la que un soldado intenta tocarlo mientras duerme me moló mucho, simple pero sutil, mostrar el miedo que le tienen a un hombre que se convirtió en una leyenda.
Ya os anuncié que esta temporada está siendo súper dinámica y este capítulo es la confirmación de ello, los guionistas no se andan por las ramas, quieren abarcar nuevas tramas cuanto antes y no quieren perder el tiempo. Puede ser que yo me esperase una despedida más grandiosa del gran protagonista de la serie, pero tampoco ha sido mala, además de que creo que ha sido fiel a la historia real del personaje histórico.
La segunda pega del capítulo, que todavía no he comentado, es la de la peregrinación en secreto del Rey Ecbert hasta las tierras del Rey Aelle. ¿En serio va descalzo haciendo el camino que les llevó como dos días a las tropas que transportaban al rey vikingo? No sé, me ha parecido algo fantasmada pero bueno, puede tener un pase, no es lo más fantasioso que hemos visto en la serie.
Comentar también que las torturas sufridas por el vikingo no fueron tampoco algo desmesurado ni desagradables para los espectadores, lo cual se agradece para variar. En conclusión, ha sido un buen capítulo que marcará un punto de inflexión para las nuevas tramas de todos los hijos de Ragnar que, sin duda, vengarán a su padre y construirán su propio futuro sin verse intimidados por la grandiosidad de este personaje.