La Xbox Series S estaría lastrando el avance de las consolas mayores y los desarrolladores se quejan de su obligatoriedad.
Cuando se presentó la nueva generación hace ya casi dos años, Microsoft sorprendió a todos con dos modelos de consola: la potente Xbox Series X y la algo menos potente y más barata Xbox Series S. Ahora parece que la consola pequeña está generando polémica debido su escasa potencia, algo que lleva a varios desarrolladores a señalar a la consola como la causante del lastre de la nueva generación y piden dejar desarrollar para ella.
La noticia viene de varias fuentes como bien recoge el medio británico VGC en su web y de declaraciones en Twitter que han sido eliminadas debido a lo polémico de las mismas, pero lo cierto es que es un run run que se lleva escuchando un tiempo en la industria.
Principalmente el tema ha vuelto a salir a la luz por un cruce de declaraciones. Todo empezó con la polémica en torno a los 30fps en los que se ejecutaba Gotham Knights en nueva generación. Lee Devonald, artista técnico del juego, mencionó que este límite se debía a la optimización del juego para Xbox Series S, argumentando que:
Ojalá los jugadores entendieran lo que significan los 60fps, en términos de todo lo que pierden para que el juego corra tan rápido. Sobre todo teniendo en cuenta que tenemos una consola de la actual generación que no es mucho mejor que una de la pasada.
Esta última frase fue la más incendiaria de todas. El periodista Jeff Gerstmann recogió el guante y contestó diciendo que «La mayoría de estos juegos también llegan a PC y ya tienen que cubrir una gran variedad de configuraciones«.
A estas declaraciones del periodista contestó, volviendo a levantar polémica, Ian Maclure, que trabajó en I Am Fish para Bossa Studios y en Surgeon Simulator, diciendo lo siguiente:
La razón por la que lo estás escuchando mucho ahora es porque MUCHOS desarrolladores han estado sentados en reuniones durante el último año tratando desesperadamente de conseguir que se eliminen los requisitos de lanzamiento de la Series S.
Los estudios han pasado por un ciclo de desarrollo en el que la Series S resultó ser lastre en la producción, y ahora que los juegos se están desarrollando firmemente con las nuevas consolas en mente, los equipos no quieren repetir el proceso.
Como veis, parece que la polémica está servida. Muy probablemente desarrollar para Series S, más que algo complicado, requiere destinar recursos que muchas compañías parecen no estar por la labor de hacer, algo que está empezando a sonar cada vez más fuerte.