La saga Uncharted se estrena en la actual generación con su cuarta entrega, Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón, en exclusiva para PlayStation 4 y bajo el mando de uno de los estudios más aclamados del sector, Naughty Dog. Tras unos cuantos retrasos para “pulir” el producto y con la trilogía remasterizada de PlayStation 3 en Uncharted: Nathan Drake Collection, este cuarto capítulo confirma superarse a sí mismo en todos los aspectos y se postula firmemente como posible juego del año.
Naughty Dog siempre ha sido un estudio fuertemente vinculado con Sony. Ha sabido traernos juegos tan carismáticos como Crash Bandicoot, del cual tenemos un pequeño Easter Egg, el plataformero Jak & Daxter o su última gran obra maestra, The Last of Us. En esta ocasión, parece que también van a repetir éxito con Uncharted 4, aunque más por el hecho de demostrar lo que es capaz una PlayStation 4, que por las novedades jugables con respecto a sus anteriores entregas.
Uncharted 4 es en sí misma una excelencia del estudio, con un gran apartado técnico y nuevas aventuras para los amantes del género de Lara Croft y sus Tomb Raider y el incombustible Indiana Jones. Desde el primer momento te hace vibrar con su trepidante acción y su alto nivel de espectáculo, pero puede pecar de “pasillero”, repetitivo y menos impactante conforme avancemos unas horas con él.
[divider]Lo último de Nathan Drake[/divider]
Uncharted 4 no es sólo lo más reciente de su cazatesoros protagonista, sino que supone el cierre de la saga de Nathan Drake, que se verá acompañado de su hermano Sam. En esta ocasión, volvemos a tener como directores a Bruce Straley y Neil Druckmann que también llevaron la batuta de Uncharted 2, del que se decía hasta ahora que era el mejor de la franquicia.
Nos situamos dos años después de Uncharted 3, con un Nathan Drake retirado y felizmente casado con la reportera Elena Fisher. La tranquilidad de su día a día se ve trastocada tras reencontrarse con su hermano, al que se daba por muerto, que le pide ayuda para encontrar el tesoro de un pirata fundador de la ciudad de corsarios Libertalia.
También aparece en escena nuestro compañero de aventuras y amigo Victor Sullivan, para enfrentarnos a otro cazatesoros llamado Rafe Afler, que acompañado de la mercenaria, Nadine Ross, nos pondrán las cosas difíciles y aportarán grandes momentos a la trama. Personalmente me gustaría destacar a Nadine como uno de los mejores modelados del juego, que cuando la ves por primera vez cuesta saber si estamos ante una persona de verdad o no.
La narrativa avanza mientras visitamos diferentes ciudades y países, y las relaciones entre los personajes tejen una historia que deja un buen sabor de boca, pero no llega a la profundidad que se vió en The Last of Us. La fórmula de los anteriores Uncharted se repite con el mismo tono “alegre” que caracteriza la saga.
[divider]Un espectáculo “palomitero”[/divider]
Uncharted 4 es sobretodo una gran experiencia cinematográfica. En sus 15 horas de duración vas a disfrutar de cada momento con alguna sorpresa de guión y grandes dosis de acción a raudales que te harán sentir que estás en una montaña rusa. Las persecuciones y escenas QTE muy bien disimuladas, te van a hacer agarrarte al mando de tu PlayStation 4 como nunca antes.
El gancho de Nathan Drake es una de las novedades con el que nos podremos balancear para llegar a otras zonas que antes serían imposibles. Las plataformas están presentes a lo largo de toda la aventura y es uno de los pilares del juego que llega a parecer fantasioso en determinados momentos. Colgarnos de repisas y saltar como si fuésemos Spiderman hacen de Nate un auténtico superhombre indestructible a cualquier caída y poseedor de una fuerza inagotable.
Uncharted 4 sabe sorprendernos con tiroteos para lucirse como shooter en tercera persona con el ya típico sistema de coberturas. En ocasiones se producen en espacios amplios, pero también vemos un diseño mucho más vertical con enemigos a diferentes alturas que aporta frescura al título.
Sin embargo, los puzzles son bastante escasos y sumamente fáciles para lo que nos gustaría encontrarnos. No suponen un reto para el jugador, que si se queda atascado más tiempo de la cuenta, se le ofrece una ayuda con lo que debe hacer.
[divider]Sacando músculo técnico en PlayStation 4[/divider]
El apartado que indiscutiblemente más nota se lleva es en cuanto a gráficos se refiere. Uncharted 4 es lo más “pepino” que puedes encontrar actualmente en la sobremesa de Sony con unos escenarios repletos de detalle y expresiones faciales a un nivel altísimo. Todo parece vivo, la vegetación se mueve con realismo cuando pasamos sobre ella. Cada detalle es importante para Naughty Dog y se nota.
Se acabaron las tonterías de downgrades y reescalados con bajadas de frames. Uncharted 4 es sólido como una roca, que sabe moverse a 1080p y 30 fps en su modo Historia, pero que alcanza los 60 fps en el multijugador donde la experiencia así lo requiere. El motor del juego es uno de los mayores tesoros de Naughty Dog, donde nunca verás el molesto popping o texturas que se cargan en alta calidad con descaro delante de tus narices. Un 10 para ellos y su buen hacer.
La inteligencia artificial de nuestros compañeros y enemigos tampoco se queda atrás. Nos enfrentaremos ante adversarios “listos” que saben buscarte y sacarte de tu escondrijo con varias estrategias. El nivel de dificultad más alto es todo un reto para aquellos que quieran vivir una experiencia de verdad.
[divider]Conclusión[/divider]
Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón es un espectáculo al más alto nivel de PlayStation 4. Obligatorio para todos los culpables que busquen aventuras, plataformas, tiroteos y algún puzzle facilote. La fórmula funciona y nos hace disfrutar de las últimas aventuras Nathan Drake, pero no rompe moldes más allá de ofrecer un mayor realismo y el mejor acabado que lo hace el destacado de la saga. Puede llegar a ser repetitivo durante su segunda parte del juego, pero sus 15 horas de duración lo hacen una experiencia totalmente recomendable para todos los públicos.