PS Vita cumplió su primer año de vida a principios de este 2013, un año en el que la llegada de PlayStation 4 ha supuesto un pequeño impulso para la portátil de Sony. El uso de Vita como segunda pantalla, como segundo mando o incluso el juego remoto le dan una nueva dimensión pero hay que hablar de ella como consola en sí misma, más que como complemento de la nueva consola de sobremesa. El año 2014 se presenta bastante interesante para esta máquina, pero veamos que ha dado de sí el 2013:
Una vez tienes una etiqueta, es muy díficil quitártela de encima, y PS Vita, al igual que Wii U, tiene la etiqueta de consola sin juegos desde hace tiempo. Pero 2013 comenzó con el lanzamiento en febrero de uno de esos juegos que justifican por sí solos la compra de una consola: Persona 4 Golden, un remake del original que apareció en PlayStation 2 hace más de 5 años y seguramente el primer gran representante de uno de los géneros que mejor puede aparentar en Vita, el RPG, en este caso, japonés. Muchísimas horas de juego, un sistema de combate sencillo pero muy dinámico y una historia y personajes con los que es imposible no encariñarse eran las credenciales de la propuesta de Atlus, y el primer must have del año. Personalmente, este fue el punto de inflexión en mi historia como poseedor de una Vita, porque pasé de cogerla de vez en cuando a no despegarme de ella en semanas.
Por su parte, Keiji Inafune anunció en 2012 un juego llamado Soul Sacrifice, del que nunca se mostró mucho gameplay y que resultaba una gran incógnita hasta poco antes de su lanzamiento. La demo me dejó bastante frío, porque no dejaba de tener pinta de un Monster Hunter, o lo que viene a ser una serie de combates en arenas relativamente reducidas. Pero resultó ser toda una sorpresa, porque la trama narrada de forma bastante original, el sistema de combate profundísimo con decenas de ofrendas y hechizos y el solvente multijugador, han hecho de él otro de los imprescindibles. Por si fuera poco, a lo largo del año ha ido recibiendo contenido adicional de manera gratuita en forma de nuevas misiones y jefes, con lo que la duración practicamente se ha duplicado. En enero será incluido en la colección de juegos instantánea de PS Plus, así que pocas excusas quedan para no probarlo.
Las third parties no mucho, pero Sony sí está demostrando apostar por su portátil, y una de sus franquicias estrella no podía faltar dentro del catálogo. Así llegó Killzone Mercenary, que sobre todo, sirvió para comprobar el potencial de PS Vita como nido portátil de first person shooters, después de los intentos fallidos de Resistance: Burning Skies y sobre todo, Call of Duty Black Ops: Declassified, un verdadero despropósito. Sin embargo, ya la beta multijugador de KM tenía bastante mejor pinta que los juegos mencionados, con un apartado gráfico impensable en una portátil y un multijugador también inimaginable en cuanto a modos de juego y opciones. De todas formas, yo sigo dudando de la conveniencia, o mejor dicho, del recorrido de un multijugador en una consola portátil, pero hay que reconocer que el trabajo de la división de Cambridge de Guerrilla es dificilmente mejorable, aún teniendo en cuenta su campaña de escasa duración.
Y cómo no, otro de los estudios first party más valioso para Sony es Media Molecule, y después de la pertinente entrega de Little Big Planet, hace bien poco nos trajeron Tearaway, todo originalidad, desde luego. Con una propuesta más cercana a la experiencia visual que al videojuego en el sentido estricto de la palabra, estamos hablando del título que más y mejor aprovecha las características de PS Vita, a saber: pantalla táctil, cámara, giroscopio y panel táctil trasero. Absolutamente todo está implementado en Tearaway y de una manera que al contrario que en muchos otros juegos, no da la sensación para nada de ser algo forzado, sino natural. Es uno de esos juegos que te hacen sacar una sonrisa de vez en cuando, gracias a grandes ocurrencias, imaginación, simpatía y una banda sonora que se te queda pegada durante días en la cabeza. Su precio reducido de lanzamiento (25 euros) hacen de él uno de los mejores para terminar el año.
Para mí, los cuatro anteriores son los juegos imprescindibles que hay que tener sí o sí de todos los aparecidos en PS Vita durante este 2013, hablando de exclusividades. De todas formas, a lo largo del año han aparecido otros que han aportado su granito de arena al hasta ahora su maltrecho catálogo. El primero sería, por supuesto, Dragon´s Crown, un revival de los beat em up clásicos con ambientación fantástica, seis personajes, muchos modos de dificultad, gran apartado artístico y elementos de RPG, que también apareció en PlayStation 3, pero que me atrevería a decir que su mejor versión es la de Vita, cuya pantalla hace lucir mejor si cabe su colorido diseño. Otro de los que daba miedo por cada nuevo gameplay que se veía y que resultó ser un juego al menos decente, es Batman Arkham Origins: Blackgate, una versión salida al mismo tiempo que la de sobremesa y que nos ponía en la piel del Caballero Oscuro en un scroll en 2´5 D y que hacía hincapié sobre todo en la exploración y los puzzles más que en el combate. Un juego que sin ser un AAA, sí que resultó una sorpresa por lo mal que pintaba al principio.
Y cómo no, hay que hablar de los descargables e indies, que disfrutan de una relación de simbiosis curiosa con PS Vita. Juegos como Muramasa Rebirth, que no se puede considerar indie (porque no lo es, básicamente), Hotline Miami, Rainbow Moon, Terraria o Machinarium pintan mejor que bien y Vita parece la plataforma ideal para jugarlos, por el concepto de juego que representan. Sin embargo, mi favorito de todos ellos es Lone Survivor, un survival horror que supone la vuelta a los orígenes del género, con un diseño de niveles genial en dos dimensiones, pero que es capaz de representar un entorno sorprendente. Y una banda sonora que… joder.
Creo que nadie se va a echar las manos a la cabeza si digo que PS Vita es la elección del jugador hardcore a la hora de decantarse por una consola portátil. Es cierto que Nintendo 3DS tiene un catálogo bastante más nutrido, pero el concepto de consola como tal, comodidad, doble stick, pantalla, etc… hacen de Vita una consola mejor diseñada para disfrutar de los videojuegos de toda la vida. Y porqué no decirlo, una sensación de tener en tus manos un monstruo tecnológico que la competencia no ofrece. En época de jueguicos de mierda para móviles, para mi, PS Vita ofrece la mejor experiencia para disfrutar de los juegos de siempre en cualquier parte, por mucho que su catálogo aún esté por desarrollar, sobre todo si hablamos de grandes producciones y exclusivas.
Este 2013 ha llegado PlayStation 4 y eso ha supuesto un pequeño empujón para la pequeña. Sony está vendiendo PS vita como el mejor complemento para la nueva consola y eso es un arma de doble filo: hará crecer las ventas a corto, medio y largo plazo, pero… ¿en qué lugar queda como consola por sí misma? Aquí Sony tiene muuuuucho trabajo por hacer con los estudios third parties, porque sus principales franquicias ya están (Uncharted, Killzone, Little Big Planet…) y bueno, se están haciendo muchas cosas en Japón, de las que firmaríamos que nos llegara al menos un 30% de ellas. Pero hay una asignatura pendiente con los estudios occidentales, que parece que no tienen mayor intención de ir más allá de ports menores de sus grandes títulos.
Probablemente Sony tenga que tomar el mismo camino que Nintendo (The Wonderful 101, Bayonetta 2), y poner pasta de su propio bolsillo para el desarrollo de exclusivas, porque demonios, ¿nadie se ha imaginado algo similar a un The Elder Scrolls en PS Vita? ¿Cuántas consolas vendería eso? Usar Vita como mando de PS4 está muy bien, pero yo pienso en jugar a un rolazo así en un viaje de 8 o 9 horas y me emociono. El año 2014 nos traerá juegos más que interesantes, como Freedom Wars, Hotline Miami 2, Borderlands 2 (que tiene el problema de que el que quiera haberlo jugado, ya lo ha hecho), Gravity Rush 2 (para mi, pelín sobrevalorado), Minecraft o algún Tales of de los que Hideo Baba ya ha confirmado su desarrollo, pero todos, al menos yo, estamos esperando ese pepino que haga que la consola despegue definitivamente. En mi caso lo tengo claro, y ese juego sería un RPG occidental.
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