Tras el controvertido despido de Patrice Désilets, creador de Assassin’s Creed y que había vuelto a Ubisoft tras su paso por THQ, ahora sabemos que 1666, el juego en el que estaba trabajando, ha sido congelado y no se avanzará en él hasta que no quede más remedio. Parece que la compañía francesa la ha tomado con el desarrollador, deshaciéndose de todo lo que huela a él.
Ives Guillemot, presidente de Ubisoft y con el que seguro que Patrice no se iba de cañas por ahí precisamente, ha declarado lo siguiente:
Después de más de dos meses de discusiones con Désilets, no hemos podido alinear nuestra visión del desarrollo del proyecto con la de la gestión del equipo, así que en consecuencia, nuestra colaboración ha terminado y hemos suspendido 1666 durante un período de tiempo indefinido.
Poco detalles teníamos con respecto a este título, y todo eran especulaciones sobre un juego de gran presupuesto y con un mundo completamente abierto. Ubisoft dedicará ahora sus esfuerzos en dos nuevos juegos de los que no han dado ninguna información. La compañía francesa prepara el lanzamiento para este año de Splinter Cell: Blacklist, Watch Dogs y Assassin’s Creed IV: Black Flag.
Fuente: VG247