Quién me iba a decir a mi que iba a analizar otro juego estilo Monster Hunter en tan poco tiempo… ¡y que me iba a gustar bastante más que el susodicho juego de caza. Pues desde luego, no fue Sandro Rey el que lo hizo, pero la verdad es que Koei Tecmo y Omega Force han conseguido hacer con Toukiden Kiwami un juego bastante interesante que será una delicia para aquellos que nos gusta el género de rol y de acción y que adoramos la estética japonesa.
Y es que si hay algo que saben hacer esta parejita de dos es hacer juegos con esta estética tan mística. Los demonios, los kimonos, el honor, las espadas… todas esas chorrada que a algunos les parecen, pues eso, chorradas, pero sin embargo a otros les lleva al extremo de dejarse coleta. Todo esto (y más) está representado a la perfección en Toukiden Kiwami como si de un Dynasty Warriors al uso se tratase porque, no nos vamos a engañar, tiene sus diferencias, y muy pronunciadas, pero en diseños, no se han comido demasiado el coco.
Como he dicho, Toukiden Kiwami es un juego de caza, como Monster Hunter, como God Eater, o como muchos otros juegos de PlayStation Vita que intentan hacer lo mismo pero con distinta ambientación. Sin embargo, el título tiene unos padres que ya nos está diciendo por dónde van a ir los tiros.
Si has jugado a cualquier musou (o Warriors) que se preste, sea de la ambientación que sea, habrás visto que la especialidad de Omega Force y Koei Tecmo es, sobre todo y ante todo, la acción. Pues bien, en Toukiden Kiwami vamos a tener un poco de todo. Tendremos el estilo de un juego de caza tradicional, es decir, nos crearemos nuestro personaje, llegaremos al pueblo, nos regalarán una casa (¡ay! qué tiempos aquellos en los que te regalaban casas) e iremos cogiendo misiones para ir avanzando en la historia, recolectando objetos e ir mejorando nuestro equipo.
Sin embargo, hay que decir que Toukiden Kiwami hace bastante más hincapié en la historia y en la acción que otros de sus hermanos más viejunos, la verdad. Mientras que en muchos otros títulos la historia es simplemente una excusa para ponernos a cazar, en este caso, lo que tenemos es un juego de caza con historia, y las diferencias entre ambos planteamientos son muy suculentas.
La trama nos llevará hasta el pueblo de Ukitaka, o aldea vaya, porque tiene dos casas y media y un templo. En él tendremos que ayudar a sus habitantes a eliminar los onis (o demonios) que llevan azotando el mundo desde el despertar, un evento en el que muchos demonios aparecieron a la vez para dar por c… saco.
Como en todo juego de caza, comenzaremos creando nuestro slayer (o cazador de onis), y eligiendo su arma principal. No te preocupes si te arrepientes porque podrás cambiar de arma en cualquier momento antes de comenzar una batalla. Tienes nueve para elegir, que van desde el arco y el rifle hasta las katanas o la nanigata, que es un tipo de arma nuevo en este título. Todo muy japonés.
Luego nos introducirán a los personajes de Ukitaka y nos enseñarán en lugar que, cómo no, tendrá todo lo necesario para que los slayers vivan en él… y mira que solo somos tres o cuatro ¿eh? Tendremos armería, sacerdotisa, mercado, templo, registro de misiones y un par de cosillas más que iremos desbloqueando.
Como en todo juego de caza (sí, ya sé que he usado esta misma frase hace dos párrafos), la historia ocurrirá conforme vayamos cogiendo misiones de los capítulos. Algunas estarán disponibles en todo momento y otras solamente cuando cumplamos requisitos determinados. Además, el procedimiento será el mismo siempre. Llegamos, hablamos con la chica-anime maja, cogemos la misión y los encargos que nos haga la gente, le pedimos bendiciones a los dioses y ancestros (a base de pagar, claro), y nos metemos de lleno en la pelea.
Una vez estemos en el campo de batalla (con o sin aliados), veremos que la función de cross play, o jugar dos personas en distintas plataformas (PlayStation 4 y PlayStation Vita) ha lastrado la versión de sobremesa. Los escenarios, aunque preciosos y detallados, son muy pequeños, ya que el mapa está dividido en secciones muy pequeñitas para que podamos combatir sin caídas de frames en ninguna de las dos consolas. Además, hay tiempos de carga un poco absurdos en el juego…
Dependiendo del arma que hayamos elegido podremos hacer un tipo de movimientos u otro y todos serán distintos, aunque al final, todos se reducen a un par de ataques básicos, uno especial y alguna que otra combinación de botones. No digo que sea un sistema sencillo, pero sí es más intuitivo y directo que el de Monster Hunter, sin irme por las ramas. Es más fácil de aprender y de manejar por lo que la gente que lo coja de primeras lo agradecerá y no se sentirá tan perdida como ocurre con el juego de CAPCOM, entre otros.
Varios tutoriales opcionales nos permitirán aprender las artes de nuestras armas principales así como las instríngulis del exorcismo porque, si no mandamos a los demonios que destruyamos al más allá (al de abajo, no al bonito, vaya), volverán al campo de batalla para dar por c… saco de nuevo. Además, con los exorcismos conseguiremos objetos y los Mitama, unas almas de guerreros legendarios que fueron comidas por demonios y ahora, como nosotros los salvamos de ellos, nos dan su poder.
Estos poderes pueden ser acciones para potenciarnos en batalla o bien habilidades pasivas que suban nuestras afinidades o habilidades básicas. Hay varios tipos de Mitama (ataque, defensa, curación, apoyo…) y hay un huevo de ellos. Hablamos de 300 Mitamas, donde má de 100 son nuevos.
Nosotros mejoraremos de varias formas, por un lado con los niveles, por otro lado con las armas y por último, con los Mitama. Las armas se mejoran en la armería y es necesario tener afinidad con ellas. Se supone que esto ocurre cuando luchamos mucho y aprendemos los entresijos del oficio. También podremos crear nuevas armas más potentes para dar más caña, pero necesitaremos recolectar los objetos necesarios a base de buscarlos o exorcizar a los onis. Los Mitama, por su parte, van a su rollo. Subirán de nivel conforme los usemos y esto nos permitirá desbloquear nuevas habilidades, mejoras o apoyos para nosotros.
Todo esto sucede de una forma bastante más rápida y activa que en otros juegos de la franquicia. No es que sea fácil llegar al nivel máximo, ni mucho menos, pero sí que hay que dedicarle menos tiempo que en otros títulos, y esto se agradece. Es el sello de Koei Tecmo y Omega Force, indudablemente, una acción, no desenfrenada como en el caso de los musou, pero sí bastante más ágil que en otros juegos.
Además, Toukiden Kiwami es una ampliación del primer juego de la franquicia, Toukiden: The Age of Demons. Éste juego está incluido en la nueva versión y, una vez nos lo acabamos, continuamos la historia porque aparece un nuevo gran oni en escena, y la nueva trama es casi tan larga como la primera, así que podremos llevar a nuestros personajes más allá de lo que hicimos con el primer juego, si lo jugamos.
Hay nuevas armas (la nanigata, como os dijimos), nuevos Mitama (más de 100) y muchos nuevos enemigos, tanto comunes como grandes, así que tenemos juego para dar y tomar, sobre todo si lo hacemos con amigos y jugamos en multiplayer, que es una verdadera gozada, ya que cada uno, como en cualquier juego de caza, se especializará en un tipo de combate y complementará al resto ya que, para las hordas de onis pequeños no es que sea necesario, pero para los granes demonios, sí que hace falta coordinación. Además hay cross save y cross play, es decir, podrás jugar con gente de PlayStation 4 aunque tú tengas la versión de vita y al revés, así que, ya no hay excusa.
Y si me preguntas cuál es mejor, si Monster Hunter o Toukiden, te diré que, para mi gusto, este Toukiden, aunque Monster Hunter esmá profundo, táctico y para expertos, pero este tiene más acción, más historia, una ambientación muy japonés feudal y un toque Omega Force que hará las delicias de sus fans.