Mi querido compañero Javi hizo, muy alegremente, un top 10 con los mejores Resident Evil que hemos podido disfrutar desde que todo el fenómeno empezase allá por el año 96. Este reportaje tiene la finalidad contraria, culpables, que no es otra que hacer un repaso por los peores juegos de Resident Evil que se han perpetrado contra los jugadores y fans de la saga creada por Capcom y Shinji Mikami.
Sé lo que estaréis pensando algunos, y es cierto. La saga ha perdido el rumbo a lo largo de los últimos años, ha sufrido alguna que otra crisis de identidad, especialmente pronunciada si vemos la trayectoria de la saga desde Resident Evil 4 hasta el inminente Resident Evil 7. Cambios de planteamiento, más enemigos en pantalla, más mutaciones y menos zombies, más conspiraciones a nivel mundial, más munición, enemigos más grandes, más acción, más pectorales en el imponente cuerpo de Chris Redfield…
Si uno se para a observar Resident Evil para GameCube y luego echa un ojo al Leon en la sexta entrega las diferencias son más que evidentes. Evolución o víctima de la moda, hasta que alguien en Capcom ha dicho “stop”, vamos a enfocar de otro modo el séptimo capítulo de la saga principal.
Y no es que se aleje demasiado de la moda, por otra parte, no olvidemos que no vimos Resident Evil 7 hasta un tiempo después del cancelado P.T. de Konami y Hideo Kojima (al que le salen clones indie hasta de debajo de las piedras), que, salvando las distancias, ofrecía terror psicológico (un “género” cada día más amplio a juzgar por las etiquetas) en primera persona. Algo que YouTube (cuyo poder mediático es brutal) y un viral Amnesia (seguido de Slenderman, Five Nights at Freddy’s, Outlast y un largo etcétera…) ha popularizado tirando de ‘jumpscares’.
Y no, no estoy diciendo que P.T. o Silent Hills fuesen a ser lo mismo que estos últimos o que el propio Resident Evil 7 (el cual pinta de maravilla, si queréis mi opinión) tenga las mismas pretensiones, sólo señalo el hecho de que las modas marcan los desarrollos en ocasiones y Capcom no está exenta de ello.
Tal y como comentaba al inicio, seguro que muchos tenéis en mente cómo se ha desvirtuado la saga en los últimos años, con el reciente Umbrella Corps. como monumento a los pecados de la saga Resident Evil. Pero lo que puede que algunos no sepáis o no recordéis es que Capcom ya lanzaba juegos lamentables basados en la licencia hace muchos años. No es producto, como pueda parecer, de los últimos años y las modas, las cuales se pueden adaptar a tu licencia mejor o peor (optando Capcom por la segunda opción en la mayoría de casos), prácticamente ha sido una tendencia desde la primera PlayStation. Los spin-off mediocres llevan acompañando a la saga Biohazard desde finales de los 90.
Permitidme que os refresque la memoria con este fantástico top de lo peor de lo peor de Resident Evil. Y ojo, no estoy diciendo que por estar en este top fuesen todos ellos juegos terribles (muchos lo son, cuidado), algunos de ellos eran entretenidos y disfrutable pero está claro que obedecían a razones comerciales y a modas temporales más que a motivos más nobles como digamos… hacer un buen juego y transmitir la esencia de la franquicia.
Las bases fundamentales para encontrarse en este top son el tirón comercial como razón de ser del título, la ausencia de la esencia Resident Evil y la propia ausencia de calidad. A continuación os dejo mi top por orden cronológico, no de ponzoña.
La cámara en primera persona fue el principal aliciente de este spin-off de la época PSX. Un título lanzado por el tirón comercial (y de esos vamos a ver unos cuantos) allá por el año 2000 que no sólo era poco inspirado, sino que transmitía un tufo a haber sido hecho con prisas para hacer caja rápidamente que echaba para atrás. Más que los propios zombies que nos dedicábamos a liquidar.
House of the Dead era un fenómeno en las recreativas y Capcom intentó tirar de licencia para vender unas cuantas copias, pero lo cierto es que los gráficos no acompañaban, la historia como si no existiese y la ausencia de un modo para dos jugadores (estando por ahí Time Crisis). Podríamos decir que Gun Survivor fue el primero de muchos en cargarse la esencia de Resident Evil y ofrecer un producto final mediocre y poco trabajado.
No sólo no era un buen Resident Evil sino que había cantidad de mejores opciones dentro de su género.
Si nos quedamos con ganas de más shooters con la licencia Resident Evil Capcom le pone remedio rápidamente. Tan sólo dos años después de haber lanzado la primera parte en PSX, PlayStation 2 sufrió la nada esperada secuela de Gun Survivor.
Esta segunda parte se servía del fantástico RE: Code Veronica a la hora de ambientar sus descafeinados disparos, que ya comenzaban a desvariar y a incluir fanservice de manera tonta e indiscriminada (salía Némesis, en la isla de Rockfort, sí). Un título horrible gráficamente, que destruía todo lo logrado por Steve y Chris y Claire Redfield dos años antes, que prescindía de los clásicos raíles sólo para ofrecer un control terrible con el DualShock.
Un auténtico despropósito jugable y gráfico cuyo apartado sonoro no se quedaba atrás, que se cargaba la atmósfera de Code Veronica y ofrecía un control muy muy deficiente.
Los gráficos ya no eran dañinos a los ojos, el modelado de los personajes y enemigos estaba más trabajado y la historia no estaba tan poco trabajada como en las anteriores entregas. Su control por primera vez era funcional de manera fluida y estable y su compatiblidad con la G-Con 2 (aquel famoso periférico) le daba un buen toque.
¿Cuáles eran sus problemas entonces? ¿Por qué está en esta lista? Su irrisoria duración y su escasa rejugabilidad. Sólo contaba con un modo y era para un único jugador. Aunque el control y la pistola funcionaban y los puzles y escenarios no estaban mal, lo cierto es que más pronto que tarde se acababan los motivos para seguir dedicándole nuestro tiempo.
Una pena que Capcom se esforzase en sólo unos aspectos del juego, dejando otros en el tintero. Aún con todo, no hay que olvidar que las sensaciones que transmitía se alejaban del desasosiego y la tensión de la saga principal. Como spin-off no es de los peores, dejémoslo ahí.
Outbreak File 2 gozó de modo online, como era lógico, pues estaba ligado a su razón de ser. El problema es que era un calco del primer juego, mismos personajes y situaciones en un museo jugable de la falta de ganas y ambición a la hora de ofrecer variedad y mimo por una de las sagas estrella de Capcom. Su apartado técnico era bueno, y esa era su mayor virtud porque tenía limitaciones a la hora de comunicarnos con otros jugadores, un fallo garrafal dado su planteamiento, y una nula variedad a para afrontar sus misiones, que acaban aburriendo más pronto que tarde.
Muy bien, por fin tenía online, su principal aliciente, pero denotaba una falta de ganas por parte de Capcom tremenda. Producto continuista sin ninguna clase de ambición o pretensiones de ofrecer algo más.
Abandonamos las consolas de Sony para trasladarnos a la portátil de Nintendo, la cual recibió Resident Evil Revelations (que parecía, de alguna forma, un retorno a los orígenes) además de este Mercenaries 3D un año antes.
No había nada terriblemente malo, por así decirlo, en The Mercenaries 3D, más allá de ser repetitivo, carecer de historia y no contar con más alicientes que el juego online para desbloquear cientos de extras. Su nula variedad, trasladada de los modos mercenarios de Resident Evil 4 y 5 no engañaba a nadie, estábamos aquí para matar, matar y matar, desbloquear elementos y seguir, efectivamente, matando.
La esencia Resident Evil no se encontraba por ninguna parte, eso es cierto, pero tiene un aura de modo extra (ya lo ha sido varias veces) más que de juego completo, pues resulta reiterativo y si no nos encanta es fácil dejarlo de lado. El aspecto que más me gusta destacar de este título de 3DS es la medida tan fantástica que tomó Capcom para luchar contra la segunda mano.
Y es que una vez creada una partida ya no se podía borrar, una vez empezado el juego se acabó, jamás podría empezarse de nuevo. Está bien luchar contra la piratería, pero si uno se compra un juego con su dinero espera, a veces, ciertas opciones no demasiado exigentes, como poder tener varios archivos de guardado o la posibilidad de empezar de cero.
¿Cómo puede estar Resident Evil 6 en la lista de mejores y, al mismo tiempo, peores títulos de la saga? Eso se debe a diferentes criterios entre mi compañero Javi y yo (y a que no hay tantísimos RE como para hacer tops largos). Considero que, si bien Resident Evil 6 no es un título necesariamente atroz, sí que es un mal Resident Evil.
Lejos de conservar la atmósfera y la esencia que Leon transmitía en Resident Evil 2 o incluso en el cuarto capítulo, aquí todo iba endiabladamente rápido, todo era volátil, la mínima chispa hace que todo en Resident Evil 6 se aproxime a la acción más bombástica y ridícula.
Su gunplay es bastante deficiente, con un sistema de impactos en los enemigos de risa. Sus mecánicas y planteamientos rozan el peor cine comercial (aproximándolo a sus contrapartidas cinematográficas), su guión resulta bochornoso en ocasiones, y no digo que en los títulos “buenos” no haya habido cagadas importantes (la España de RE4, el Chris vs The Rock de RE5, aquella intro con actores reales de RE1, los vestidos de noche de Ada Wong en pleno apocalipsis zombie…), sólo digo que en el sexto capítulo son mucho más ridículas y frecuentes.
Resident Evil 6 (al igual que Dead Space 3, por poner un ejemplo similar) supuso un punto de inflexión para la saga: ausencia de buenos puzles, similitudes en todas las campañas, fanservice barato… Las ventas no le fueron nada mal, pero Capcom se granjeó las críticas de los fans más clásicos.
Estas reacciones, unidas quizás a lo que juegos y experimentos como el de Kojima, Del Toro y su P.T. han logrado entre el público han hecho que Capcom se aleje de la acción más descerebrada y decida volver a plantear el terror más clásico, mucho más sutil y perturbador que infectados y engendros recibiendo balas como esponjas.
¿Alguien dijo fanservice? Aquí lo tiene, pues el título de acción para Xbox 360 y PlayStation 3 nos proponía volver a Raccoon City en el momento en que los sucesos de RE 2 y 3 tenían lugar, salvo que en esta ocasión encarnaríamos a agentes de las fuerzas especiales de Umbrella.
No se trataba de un título tajantemente malo, de hecho resultaba entretenido e intenso (a pesar de que su control jugaba en contra en ocasiones), siempre que jugásemos con amigos, pues la práctica totalidad de la gracia de Operation Raccoon City se encontraba en las partidas online cooperativas.
Visualmente no destacaba y su apartado técnico era medio decente, pero no estaban por la labor en Capcom, pues situaron demasiado peso en el juego online, haciendo que la rejugabilidad y el principal atractivo fuese este, ya que la historia pecaba de corta y poco trabajada, además de ofrecer una inteligencia artificial aliada deficiente.
No era excesivamente malo, pero distaba mucho de ser un producto de calidad a la altura de su licencia (que ya hemos visto lo maltratada que ha sido, por otra parte) o de pasar a la historia como juego de acción en tercera persona. Irónicamente, Shinji Makami había traído a esa generación uno de los mejores third person shooter de la historia: Vanquish.
Y por último tenemos el mejor entre los peores, culpables, además de ser el más reciente. Quiero dejar claro que Umbrella Corps es, con diferencia, el peor spin-off (aquí en nuestra lista de lo peor de 2016) con el que Capcom ha atentado contra Resident Evil y contra los jugadores en toda su historia. Enumerar sus fallos es una tarea titánica que hace paliceder sobremanera a sus escasas virtudes.
Nuestro personaje es personalizable. Fin. Hasta ahí lo bueno del juego de acción, culpables. En contra tenemos un sistema de control terriblemente nefasto, las coberturas y los disparos están a años luz de funcionar bien, su apartado técnico es mediocre a más no poder, hace gala de unos gráficos asquerosos, su enfoque multijugador está notablemente mal planteado (y eso que era su principal baza), posee escasos modos y rejugabilidad, la ausencia de jugadores online que imposibilitan su ya de por sí deficiente matchmaking… Todo en el desprende un aroma a mierda infame que debería ser erradicado.
Sólo se podría aceptar esta suerte de agresión con alevosía a los jugadores como free-to-play en fase de early access, pero no es el caso, pues salió a la venta roto (no se pueden encontrar partidas online, vaya) por más de 30€. Alejaos todo lo posible del que tiene el honor de ostentar el título de peor Resident Evil de la historia, ni gratis lo quiero oiga.
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