Parece que THQ se ha convertido en una habitual de la sección «malas noticias de la industria». Si ya esta mañana nos enterábamos de que varios de sus juegos van retrasarse debido a las pérdidas, ahora hemos sabido que la situación es tan mala que la empresa está en la cuerda floja y podría tener menos futuro que un canterano en el Madrid. De hecho, según el analista Michael Pachter, lo más probable es que THQ sea adquirida por otra compañía o que acabe declarándose en bancarrota.
Ayer se hicieron públicas las cuentas de los 6 meses anteriores y el balance fue bastante negativo; 21 millones de dólares negativo, para ser exactos. Ante esta perspectiva, han decidido recurrir a los servicios de Centerview Partners, una empresa que se encargará de explorar las opciones que tiene THQ para mejorar su economía y poder seguir desarrollando videojuegos. Según Pachter, la situación en la que se encuentran se ha debido a la mala gestión durante los últimos cinco años y no parece probable que vayan a poder dar con una solución lo suficientemente rápido, ya que se les acaba el tiempo (y, sobre todo, el dinero).
En palabras de Jason Rubin, presidente de THQ, retrasar el lanzamiento de varios juegos ayudará a sanear un poco las cuentas y servirá para garantizar la calidad de los títulos. Sin embargo, Pachter cree que esta decisión (sumado al tener que recurrir a asesores y a no querer dar explicaciones) dificultará que la empresa pueda venderse si fuera necesario, lo cual les condenaría a la bancarrota.
¿Qué pensáis, culpables? ¿Se han buscado estos problemas o están teniendo (muy) mala suerte?