Los poseedores de Mega Drive tuvieron la fortuna de contar con The Story of Thor como uno de los grandes juegos de la 16 bits de SEGA. El juego de Ancient fue capaz de fusionar la aventura, la acción y el rol en un sólo cartucho mítico.
Ya estamos de domingo, lo que quiere decir que un nuevo BitBack se asoma en la sección más retro de GuiltyBit. Llega el turno de recordar al famoso The Story of Thor que vió la luz en 1995 para SEGA Mega Drive. El estudio Ancient supo destacar su aventura de acción y rol, en una época en la que los RPG brillaban en su rival Super Nintendo.
Tal y como te contamos, el apodado “Cerebro de la bestia” gozaba de títulos como Illusion of Time, Chrono Trigger, Breath of Fire, Secret of Mana, The Legend of Zelda, Secret of Evermore, Terranigma, Final Fantasy, … vamos, que su dominio sobre el género era más que evidente. PERO QUIETOS PARAOS, porque Mega Drive recibió una auténtica joya exclusiva para la familia SEGA.
En Europa llegó The Story of Thor, mientras que en EEUU fue bautizado como Beyond Oasis. Hablamos de un videojuego sobresaliente en todos sus apartados que recibiría una segunda parte en forma de precuela para Saturn. Por desgracia, después de estos dos lanzamiento, la saga desaparece dejando únicamente un fugaz recuerdo.
[divider]La leyenda del brazalete dorado[/divider]
La clave de todo buen RPG es su trama argumental y The Story of Thor viene a contarnos la extraordinaria historia de un poderoso brazalete dorado. La pieza de orfebrería oriental cuenta con la habilidad de invocar a cuatro espíritus de la naturaleza con habilidades sobre el fuego, agua, aire y tierra.
Encarnamos al Ali, príncipe del reino de Oasis, que encuentra el brazalete dorado y descubre la existencia de su complementario, el brazalete plateado. Este sin embargo está destinado a generar caos y destrucción, por lo que nuestro objetivo será impedir su uso.
La aventura de Ali se desarrolla en entornos de todo tipo como bosques, cuevas, montañas y lagos. En su periplo deberá hacer frente a enemigos que intentan frenar su avance, así como espectaculares y descomunales jefes finales, que exprimen el potencial técnico de Mega Drive.
[divider]The Story of Thor brilla en todos sus apartados[/divider]
Quizás conozcas al estudio Ancient por estar involucrado en otros desarrollos como Sonic The Hedgehog para Game Gear y Master System, Street of Rage 2 de Mega Drive o Shenmue para Dreamcast. Cuenta entre sus filas con el genial compositor Yuzo Koshiro con más de treinta años en la industria, cuyos últimos trabajos se pueden disfrutar en Etrian Odyssey V y el futuro Monster Boy and the Cursed Kingdom.
Al igual que pasa en la vida, The Story of Thor entra en primer lugar por la vista. Su apartado artístico es una delicia y en mi opinión personal, es uno de los juegos mejor animados de SEGA Mega Drive. Sus considerables y detallados sprites se mueven como un dibujo animado, que aderezados con unos fondos de vivos colores, hacen que nos quedemos embobados pensando “que bonito es todo”.
Desde el primer minuto de juego goza de un fuerte componente arcade en cuanto a combate. Nuestro arsenal de armas se compone por ballestas de distintos tipos de flechas, bombas y espadas, con las que intercambiaremos patadas en plena pelea. Según avancemos en la historia, los espíritus del brazalete se unirán a Ali con poderes que nos ayudan en los conflictos y despejan obstáculos que impiden nuestro progreso.
The Story of Thor rivaliza con RPG tan carismáticos como The Legend of Zelda o Illusion of Mana. El debate sobre quién es el mayor peso pesado podría ser eterno y si algo penaliza a nuestro actual protagonista, es lo insignificante que pueden ser las conversaciones con otros personajes del juego. Hablar con todo el pueblo para aclarar la situación queda en un segundo plano para ir directo a la acción.
Tampoco podemos obviar sus ingeniosos puzzles donde los espíritus tendrán un valor añadido, como los célebres cofres con items en su interior. Una barra de salud y otra de magia nos advierten de nuestro estado, mientras que disponemos de un inventario — no muy amplio — para recuperar nuestros atributos.
Quiero finalizar este retroanálisis de The Story of Thor destacando que llegó traducido al castellano. Todo un detalle poco habitual en una época donde la lengua de Shakespeare se nos hacía más cuesta arriba que nunca.