The Legend of Zelda: Breath of the Wild tendrá que ver el lanzamiento de Nintendo Switch desde el banquillo.
Nintendo no había anunciado ninguna fecha de lanzamiento para The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Lo único que habían dicho es que saldría en 2017. Pero claro, con el espectacular anuncio de Nintendo Switch, era lógico pensar que Nintendo juntase ambos lanzamientos para empezar por todo lo alto. Pues no va a ser así, finalmente.
Emily Rogers, archiconocida insider, ha dado detalles sobre cómo está yendo el desarrollo del juego. Sus fuentes llevan meses diciéndole que que la localización estaba llevando más tiempo del normal porque era un juego muy ambicioso. Tanto trabajo necesita, que dicho proceso de localización va a continuar hasta finales de diciembre. Tras eso, Rogers, en base a sus fuentes, afirma que todavía serán necesarios entre cuatro y seis meses de testeo. Y a eso imagino que también habrá que sumarle algo más de tiempo entre que se corrigen los fallos y se manda el juego a las fábricas para que empiecen a quemar discos como locos. Todo apunta a que tendrá un lanzamiento navideño.
Con ese calendario, The Legend of Zelda: Breath of the Wild se va a perder el lanzamiento de Nintendo Switch. No es un retraso, porque no estaba anunciado, pero tampoco es una decisión muy correcta. Después de años con el juego anunciado y con la hostia de Wii U todavía reciente, no se entiende que no se decidan a lanzar este juego como lanzamiento. Si hay un título que puede ayudar a evitar que la tendencia negativa de Wii U se traspase a Switch, ese es The Legend of Zelda.
Rogers también da otros dos datos muy interesantes con respecto al juego. Por un lado, que funciona mejor en Switch que en Wii U; por otro lado, que la dificultad de la demo que llevaron al E3 estaba baja a propósito para que los periodistas se centrarán mucho en la exploración y se lo pasaran bien.