Mucho tiempo hemos esperado desde que Mistwalker, la compañía que lleva Sakaguchi, volviese al terreno de las consolas con algún juego que nos sorprenda o nos haga sentir de nuevo esa ilusión que nos regaló con sus anteriores títulos. Sin embargo, el muchacho decidió que, después de The Last Story, eso de las consolas es demasiado arriesgado, así que lleva un tiempecito en móviles y es ahí donde ubicamos a Terra Battle, su nuevo título que, por suerte, ha sorprendido a propios y extraños.
Lo primero de todo ¿qué narices es Terra Battle? Pues mira, muy sencillo, se trata de un juego de rol táctico que mezcla varios conceptos, como facetas de tiempo real, subida de niveles al más puro estilo fire emblem, con trabajos y sus mejoras, y con una dosis de estrategia de campo bastante importante.
Para empezar, el juego nos sitúa en un mundo bastante destruído, donde varias razas luchan por el control de los escasos recursos que hay. Nosotros encabezaremos una misión para intentar romper con este ciclo con la ayuda de un grupito de personajes. Inicialmente comenzaremos con un grupo muy reducido, para hacer el tutorial. Posteriormente, a base de energía y dinero, podremos ir reclutando nuevos personajes, pero eso lo contaremos más adelante.
La verdad es que he de admitir que el juego me ha sorprendido bastante, sobre todo por la mezcla de estrategias que implica el mismo. Nuestro escenario es un mapeado cuadriculado en la que cada personaje y enemigo normal ocupan una casilla. Habrá algunos más grandes, pero esos son especiales porque comen mucho y, por lo tanto, hacen mucha pupa. Para poder atacar deberemos flanquear a un enemigo bien sea por encima y por debajo o bien colocando a nuestros aliados a la derecha y a la izquierda.
Para ello, cada turno, dispondremos de cuatro segundos exactos para mover a uno de nuestros personajes por el mapeado y colocarlo donde queramos. Podremos elegir a cualquiera de ellos sin importar si ya se ha movido el turno anterior ni su velocidad, y podremos también moverlo tantas casillas como nos dé nuestra destreza con los dedos. Chicas, aquí tenéis un buen examen.
El intríngulis de todo esto está en que el movimiento puede afectar tanto a aliados como a enemigos por igual. Me explico. Al pasar sobre la casilla de un aliado, éste pasará a colocarse en la casilla de la que procedemos, y esto podremos hacerlo tantas veces como queramos. De esta forma, aunque solo movamos a un personaje directamente, sí que podemos colocar a nuestros aliados con ayuda de este tipo de movimiento. Y esto es muy importante ya que no solamente los flanqueadores tendrán importancia a la hora del ataque. Cualquier aliado que se encuentre en línea recta con alguno de estos dos atacantes, se sumará a la lucha también, haciendo que el daño infligido sea mucho mayor. Cuantos más enemigos derrotemos en un solo turno, aunque sea en ataques distintos, más experiencia nos darán.
Pero espera, que aún no hemos terminado. Cada personaje tiene una serie de habilidades que se irán desbloqueando a medida que subamos de nivel o consigamos nuevos trabajos. Estas habilidades se desencadenarán cuando el personaje en sí realice algún tipo de ataque, ya sea directo o en cadena. Estas habilidades pueden ser aumentar el daño, realizar un ataque extra, incluso en otra casilla que no sea la que se está atacando, curación de los personajes enlazados, eliminación de estados o imposición de algunos estados alterados, como sueño, veneno o similares.
También es importante en el juego el arma que utilizamos. Habrá cuatro clases, principalmente. Espada, arco, lanza y bastón y todos se relacionan con un sistema muy parecido al de Fire Emblem. Las espadas tienen ventaja sobre los arcos, estos sobre las lanzas y éstas sobre las espadas. Al principio parecerá que no importa demasiado, pero no os equivoquéis, conforme subamos de nivel se hará necesario estar muy pendiente de estas relaciones también.
Con todos estos temas a tener en cuenta a la hora de atacar y la disposición de únicamente cuatro segundos para realizar el movimiento no es de extrañar que Mistwalker haya decidido dejarnos todo el tiempo del mundo a planificar lo que vamos a hacer. Si no movemos a ningún personaje, el tiempo no avanza, por lo que nuestra estrategia puede ser hecha y deshecha, en nuestra cabeza, una y otra vez. Pero desde el momento en el que haya un solo movimiento, el cronómetro empieza la cuenta atrás, y si llega a cero o levantas el dedo de la pantalla, tu personaje se quedará ahí.
Recolección de … muchas cosas
Terra Battle dispone de dos tipos de personajes. Los únicos y los genéricos. Los primeros son personajes con nombre y apellido (a veces solo con nombre, pobrecicos) con unas estadísticas, normalmente más altas que las de los genéricos, y tienen la capacidad de evolucionar sus trabajos a otros más poderosos. Los segundos vienen a ser criaturas que pueden suplir carencias puntuales dentro de nuestro equipo, o formar parte de grupos secundarios, en caso de que nos haga falta.
Estos personajes se coleccionan como los pokémon, tanto los principales como los secundarios, y todos están divididos por niveles. Para reclutar gente tendremos que ir a la taberna y hacer un grito de auxilio. Si ponemos dinero, tendremos personajes genéricos para nuestra causa. Si ponemos energía (o rayitos, o cosas amarillas o como las queráis llamar), serán personajes de renombre los que vendrán con nosotros.
También tendremos que hacer de basureros y recolectar todo lo que suelten los enemigos para poder añadir trabajos a nuestros personajes. Esto funciona de manera curiosa, ya que cuando tengamos esos objetos podremos desbloquear un nuevo trabajo para nuestro personaje. Esto hará que podamos elegir darle el trabajo que queramos en cualquier momento pero cada uno tendrá un nivel independiente, así, el nuevo, empezará desde nivel 1 de nuevo. Cada job tendrá sus habilidades y conforme subamos de nivel iremos desbloqueando ranuras de habilidad para pasar las que queramos de un trabajo a otro y así hacer nuestro guerrero definitivo.
Otra zona que se abre a algunas horas durante algunos días es la zona de metal. En ella tendremos que derrotar a enemigos escurridizos que se escapan cuando pueden pero que, si los derrotamos, darán una experiencia brutal, lo que nos vendrá estupendamente para los niveles avanzados, donde la dificultad aumenta.
Hablando en plata
Tenemos delante de nosotros un grandísimo juego de estrategia que engancha muchísimo y que es bastante ligero, aunque a la vez con un toque de táctica bastante importante. El gran pero de Terra Battle es que es un free to play, y para poder jugar deberemos de gastar los puntos de estamina. Ésta se regenera a razón de uno cada cinco minutos, pero algunas batallas nos consumirán diez puntos de golpe, y las batallas se libran en unos pocos minutos.
Así que, si nos quedamos sin estamina no podremos jugar otra fase, y tendremos, o bien que esperar, o bien que gastar un preciado punto de energía para rellenarla completamente (y la energía es la que sirve para reclutar héroes). También podremos pagar por conseguir rayitos o cosas amarillas, pero claro, esto está en el bolsillo y los principios de cada uno.
Además, tenemos como añadido que Nobuo Uematsu se encarga de la música, y no defrauda para nada. Todos los temas, y los que están por venir, son una verdadera gozada, y las ilustraciones, sin ser nada del otro mundo en cuestión de animación, tienen ese carisma y ese toque que solo Mistwalker sabe darle.
Así que, ya sabéis, dadle una oportunidad porque el juego la merece, y desde aquí le damos un 89, no porque no le queramos dar el sobresaliente, sino porque la historia tiene demasiado poco peso, y es algo que los chicos de la compañía nunca han dejado de lado. Quizás el hecho de que esté aún en inglés (prometen ponerla en español pronto), no ayude pero no te alarmes, los menús y las habilidades sí están en nuestro idioma.
Por último, un aliciente más. Hay un sistema de recompensas. Si Terra Battle llega a los dos millones de descargas se realizará una versión para consolas. Pero hay muchas otras como más personajes, más músicas, más enemigos, más mapas, guías oficiales, etc. A darle ya, hombre.