Switch nos propone ser la letra ‘I’ mientras superamos desafíos plataformeros tratando de recuperar la amistad de las otras letras
Hoy toca hablar de Switch, pero por primera vez no es de la nueva consola de Nintendo sino de un videojuego que comparte nombre. Si os gustan los títulos de puzzles plataformeros inspirados en clásicos como Super Meat Boy, quedaos para ver nuestras primeras impresiones de su beta.
El estudio indio Threye Interactive está desarrollando este simpático juego que nos pondrá en el papel de la letra ‘I’, en su búsqueda de la amistad perdida del resto de letras por ser demasiado ególatra. Como lector que ha ido al colegio sabrás que ‘I’ es ‘yo’ en inglés, y sinceramente, este chistecillo es de lo mejor que tiene Switch junto con los escenarios. Echadle un vistazo a su tráiler y ahora hablamos en profundidad sobre sus puntos fuertes y débiles.
En Switch estaremos en una especie de biblioteca, y nos desplazaremos entre libros de aventura, historia, ciencia, etc, cada uno con trampas y una estética específica en sus niveles (haciendo un total de 70 niveles), buscando a esas letras que nos dedicarán apenas un par de palabras al final de cada nivel. La historia es poco más que una introducción para saber por qué estamos jugando, pero desde el minuto uno deja de importar lo más mínimo y todo el interés recae en el mismo reto de los niveles.
Switch puede llegar a ser muy injusto, pero al contrario que Super Meat Boy o incluso Hotline Miami, este no facilita un respawn rápido para seguir con la acción, lo que hace de su gameplay un auténtico suplicio si no tienes la paciencia suficiente como para aguantar esos segundos extra de inactividad tras cada muerte. En dichos niveles podremos saltar, deslizarnos y rebotar en las paredes (mucho más lento y torpe que en Super Meat Boy u otros por el estilo), disparar una bola de tinta que sirve para activar o romper cosas, y lo que califican de ‘mecánica única’ y de donde viene el nombre, cambiar de forma.
Podemos alternar entre ser mayúscula o minúscula con la única finalidad de tener un segundo salto en el aire, y no cuento que algunas plataformas están activas en una forma y otras en la otra porque no es una capacidad, es otro obstáculo. ¿Cómo puede estar tan desaprovechada una mecánica tan importante?
En este festival de la falta de originalidad nos encontramos con plataformas intermitentes, lasers, cañones, plataformas que se mueven, cañones giratorios, suelo rojo que no puedes pisar, pinchos, minas, y vete tú a saber que más recursos recurrentes en títulos de plataformas se esconden en los niveles que no pude probar. Obviamente no se puede innovar siempre ni te puedes inventar un nuevo catálogo de trampas solo para tu juego como si nada, pero sí que se puede tratar de otra manera, y me da rabia porque tiene algunos niveles muy bien diseñados pero la mayoría son muy básicos y carecen de la más mínima originalidad.
Necesito hablar del apartado sonoro solo por un detallito de nada. En los niveles de inicio podemos escuchar música amigable y desenfadada, en el tomo de aventura suena algo más movido e intrépido, en el libro de guerra escuchamos sonidos más pesados y decadentes. ¿Pero por qué cojones han decidido poner rock en el libro de historia?, ¿estoy en Egipto o en Woodstock? Además, cuando mueres se escucha la voz de nuestro personaje y suena como un niño, me da mal rollo.
Switch sale a la venta el 7 de marzo en Xbox One y en Steam para PC y Mac, y si de verdad eres adicto a ponerte a prueba en este tipo de juegos de habilidad y plataformas, adelante, seguramente lo disfrutes, pero el resto de mortales lo veremos como un juego flash de internet que ha querido dar el salto al mundo de los mayores con la convicción de que con un buen apartado gráfico y variedad de niveles se compensa lo refrito de su diseño.