La nueva aventura del fontanero protagoniza un nuevo vídeo de gameplay para aumentar el hype. Y es que Super Mario Odyssey no ha dejado indiferente a nadie.
Estoy seguro de que todos habréis visto el vídeo de Super Mario Odyssey mostrado en la presentación mundial de Nintendo Switch la semana pasada, cuyo resumen, hecho por nosotros con mucho amor, tenéis aquí. Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno. No estoy del todo de acuerdo, culpables, pues cuando se trata de Super Mario en una de sus aventuras «grandes» (64, Sunchine, Galaxy, 3D World…) uno nunca tiene suficiente, pero parece que hoy nos vamos a tener que conformar con un vídeo algo cortito. Concretamente se trata de un nuevo gameplay en la ciudad de un minuto de duración, podéis verlo a continuación, pero habrá acabado antes de que os deis cuenta:
Os dije que os sabría a poco. Poco se puede comentar acerca del vídeo, culpables, pues es tan sólo una pequeña muestra de los movimientos de salto y de gorra (una curiosa novedad estilo Minish Cap de Odyssey) que Mario puede llegar a hacer. No os voy a mentir, culpables, cuando vi en directo la presentación de Super Mario Odyssey no supe que pensar.
Por un lado era Mario, por fin, el tiempo transcurrido desde Super Mario 3D World parecía contarse por décadas pero el fontanero regresaba para Nintendo Switch, tal y como yo había deseado. Por otra parte esa ciudad «realista» tan Sonic 2006 me dejó algo desilusionado… El mismo taxi reproducido 150 veces para ahorrarse el modelado de más vehículos, esa gente tan de principios de la era 360 paseándose por ahí sin parecer viva, ajena completamente a un Mario de metro cuarenta pegando saltos y abollando parachoques… No sé, me dejó algo frío y no es el rumbo que yo hubiese elegido.
Luego vi el resto del vídeo y recordé de quién lo protagonizaba. Mario, el cual me ha acompañado en innumerables tardes desde que tuve mi Super Nintendo. Ese fontanero que tiene una capacidad increíble para seguir en forma y evolucionar su género, porque es suyo, no nos engañemos. Mario es el Rey de las plataformas (aunque haya Emperadores y Reinas) y por más que su ciudad no pegue ni con cola, cuando el fontanero protagoniza un título de sobremesa lo único que deberían hacer sus rivales es coger papel y lápiz y tomar nota.