Culpables, me llena de orgullo y satisfacción poder escribir este análisis de Sunset Overdrive para Xbox One. No, no es que me haya vuelto monárquico, es que desde que lo vi anunciar, me he mostrado muy cauto, incluso receloso con el exclusivo. Hoy puedo decir con alegría que el título de Insomniac es mucho mejor juego de lo que esperaba, y se convierte en una alternativa firme y entretenida que debería hacer a los amantes de la diversión directa y el cachondeo sopesar la compra, o al menos el gorroneo, de la consola next gen de Microsoft.
Una de las cosas que más me ha gustado de Sunset Overdrive es que toca muchos palos actuales, pero a la vez sabe alejarse lo suficiente de ellos y les da una pincelada propia y única. Por ejemplo, es un arcade como la copa de un pino, pero sabe imprimir un poco más de profundidad a su desarrollo. Tiene elementos de juego sandbox, pero es mucho más dinámico que estos e invita a centrarse más en la trama principal que a dar vueltas sin rumbo haciendo misiones aleatorias. Por último, toma como fondo para su historia el manido género de infectados/zombis, al que le da una vuelta de 180 grados, le quita todo el peso dramático y lo transforma en el videojuego de alto presupuesto más gamberrete y cachondo de los últimos tiempos.
La historia nos deja en una ciudad que convulsiona a causa de una infección que provoca que todo aquel que consuma una nueva bebida energética se transforme en un ser deforme y agresivo -desde ahora lo llamaremos colgado-. Nuestro protagonista, un tío bastante penoso en su existencia normal, se acaba convirtiendo en una pieza imprescindible en la lucha de la resistencia contra FizzCo, la empresa productora de la bebida. No obstante, la máxima prioridad de nuestro deslenguado personaje será poner pies en polvorosa y escapar de la ciudad, sellada a cal y canto.
Quiero recalcar que el juego nos da la opción de crear un personaje -hombre o mujer- a nuestro gusto, pero a mí el tío que estableció Insomniac por defecto me parece tan carismático, que después de darle unas cuantas vueltas al configurador, lo dejé tal cual.
Andar está prohibido
Si eres un jugador veterano, como aquí un servidor, te darás cuenta al poco tiempo de estar jugando que Sunset Overdrive huele a algo familiar, no sé, transmite un feeling ya conocido. Después de mucho pensar creo que el juego huele a Dreamcast, y más concretamente a Jet Set Radio. Llamadme loco, pero es mi percepción, y seguro que más de uno de los culpables que lean esto estarán asintiendo con su gorda cabeza.
La mecánica del juego penaliza el andar por los escenarios y premia el desplazarse de un sitio a otro utilizando el entorno como un enorme skate park -aunque sin patines- donde tendremos que grindar, saltar y hacer wall rides como si no hubiera mañana. Esa, y no otra, es la verdadera gracia del juego, por lo que si el rollo no te mola, es probable que Sunset te atraiga menos que Carmen de Mairena sin maquillar. Pero qué coño, ¿a quién no le gusta hacer el cabra en una ciudad gigante preparada para desfasar?
Mientras vamos de aquí para allá, podremos ir haciendo combos, que consisten en pasar de un elemento a otro del escenario sin tocar el suelo. Aunque es muy divertido y realmente adictivo, se echa en falta un sistema de trucos a lo Tony Hawk. Si lo hubieran implementado, este juego se habría quedado en las Xbox One de los jugadores sine die. Aún así, concatenar saltos en los diferentes elementos del escenario engancha mucho, y en más de una ocasión os daréis cuenta de que estáis en la otra punta de la ciudad, porque se os ha ido la olla combeando.
Mientras vamos de aquí para allá cumpliendo misiones y recaditos varios -sandbox powah-, una horda de colgados y saqueadores se interpondrán entre nosotros, y aquí entra en escena otro importante elemento del juego: el alucinante armamento. El 90 % de las armas del juego son la hostia de originales y nos partiremos los morros con todo bicho viviente para conseguir latas de bebida con las que poder comprarlas. La lanzadera de fuegos artificiales, el aspersor de ácido, el lanzavinilos, el TNTeddy… Dentro de 50 años no te acordarás de tu primer beso, pero recordarás como aplastaste capullos con estas armas.
Básicamente, Sunset Overdrive es esto que os cuento, y se podría resumir en tres palabras: grindar y disparar. Eso sí, solo aquel que le pegue un tiento al juego podrá comprender que tan solo tres palabras pueden estar LLENAS de diversión.
Gráficos: 85
Sonidos: 80
Jugabilidad: 90
Modos de juego: 90
TOTAL: 87