La estrategia y Warhammer 40 000 no son precisamente dos cosas que abunden en el mundo de los videojuegos, o al menos en el mundo occidental. Y no, no es que me lo invente, es que lo sufro en miscarnes cada vez que veo que un juego de rol táctico se lanza en Japón y aquí nos quedamos con las ganas.
Por suerte, algunas veces nos llegan algunos de estos juegos, ya sean de corte más japonés, como por ejemplo Shin Megami Tensei Devil Survivor 2, o ya sean algo más del estilo Space Hulk, que llega directamente de Warhammer 40 000.
Sin embargo no estamos hablando de un juego nuevo, precisamente, ya que el título se vio lanzado en PC hace algún tiempo ya, y consiguió muy buenas críticas por parte de los fans ya que, citando a varios de los análisis de por aquel entonces, la versión de PC de Space Hulk refleja de forma bastante fidedigna el universo en el que se mueve y, sobre todo, el sistema en el que está basado.
Esto, queridos culpables, no cambia en absoluto en esta versión de PlayStation Vita que hemos probado. Realmente, Space Hulk es un muy buen tributo a Warhammer 40 000 a la hora de seguir las normas y, sobre todo la ambientación. Ésta, posiblemente nos recordará a otras que hemos visto en juegos espaciales más intensos, como Alien Isolation, por hacer un símil para que nos entendamos los no iniciados al universo de Games Workshop.
Sin embargo, el hecho de pasar la mecánica de PC a una consola, la verdad es que no ha salido todo lo redondo que podría haber sido. Hemos visto conversiones bastante interesantes en las que el teclado y el ratón se han suplido bastante bien. Diablo III o Final Fantasy XIV son muestra de ello. Pero Space Hulk, sinceramente, no. Y menos en PlayStation Vita.
Nuestro recorrido por el juego se basará en ir completando una serie de misiones a lo largo de tres campañas distintas y en un número bastante completo de escenarios y misiones que huyen de las repeticiones y las pantallas clónicas, lo que es un punto a su favor.
Podremos mejorar nuestras unidades conforme avancemos distribuyendo los puntos que ganemos en los combates y haremos frente a los diferentes enemigos y retos que se nos planteen en un sistema cerrado de turnos. Primero nuestras unidades, luego las del enemigo.
Todo esto se combina con contraataques, posiciones, defensas, y, cómo no, todo tipo de estrategias de control de zonas y posiciones claves. EL sistema es profundo y bien medido y, cómo no, funciona a base de dados y porcentajes, como buena adaptación del juego de mesa.
Hasta aquí todo bien y correcto. Además, la personalización de las unidades, las habilidades y la progresión es algo digno de elogiar, como cabría de esperar en un juego de rol de estas características, pero, como ya he dicho, la transformación a consola no le ha sentado bien.
El control es bastante nefasto, por no decir algo peor, sobre todo porque hace uso de la pantalla táctil y, en muchas ocasiones, se olvida de los botones de la consola, que para algo están. El panel trasero de la consola también sirve, o mejor dicho, des-sirve, porque muchas veces entorpece más que otra cosa, al hacer movimientos que no queremos.
Los títulos u opciones aparecen también con un tamaño minúsculo, y el hecho de tener que seleccionarlos con el panel táctil no es que ayude precisamente.
Controlar el mapeado puede ser una odisea, sobre todo al principio, cuando no controlamos mucho el sistema, ya que la cantidad de menús que hay para acceder a las opciones hacen que un turno se pueda convertir en algo muy tedioso.
Además de esto, en el intento de conseguir una sensación más de enclaustramiento, soledad y cosas alienígenas de estas que os gustan tanto, han convertido algunos de los movimientos o acciones en algo realmente cansino y pesado, haciendo que un combate que podría durar minutos, se alargue hasta llevarnos casi una hora. Y si le añadimos las pérdidas de control, pues imaginaos.
Tampoco se entiende cómo un juego puede estar tan mal optimizado, y siendo un juego de rol por turnos. Es muy de ñarders encontrarse con caídas de frames en determinados momentos. Que no hablamos de un juego de acción, que hay un par de disparos a la vez a lo sumo ¿eh?
En su favor diremos también que la dificultad no es apta para novatos de este tipo de juegos. Si buscas en Space HUlk algo parecido a un Final Fantasy Tactics, vete olvidando, porque más bien estamos hablando de un juego hecho para fans y para gente a la que los retos a veces se le quedan cortos.
En definitiva, si te gusta Warhammer 40 000, si te gustan los juegos de rol táctico y si eres capaz de adaptarte a un sistema de control diseñado, por lo que parece, a la ligera, bienvenido a este Space Hulk. Si no, mejor espérate a otro, como Stella Glow o píllate Shin Megami Tensei Devil Survivor 2.