Durante el año fiscal que terminó en marzo de 2014, Sony tuvo unas pérdidas de 900 millones de euros, ni más ni menos. La situación ha seguido en tendencia negativa y, al final del segundo trimestre fiscal, que finalizaba el 30 de septiembre, presentaron pérdidas de 600 millones de euros. La situación, evidentemente, es insostenible, por lo que van a poner en marcha una reestructuración.
El plan es seguir racionalizando las ventas. Tras deshacerse de la división de ordenadores Vaio, ahora planean reducir sus modelos ofertados de televisiones y smartphones. De esta manera, van a ahorrar costes y potenciar las ventas de sus productos. La intención de Sony es tener beneficios con ambas divisiones, aunque pierdan un 30% de las ventas actuales.
Otra de las medidas que tomará el gigante japonés será no renovar su acuerdo publicitario con la FIFA. Hasta la fecha, Sony había sido un importante anunciante en la mayor parte de las competiciones de fútbol desde 2005, cuando se firmó el acuerdo. Sin ir más lejos, Sony fue una de las principales marcas presentes en Sudáfrica 2010 o Brasil 2014.
Pero no son todo recortes. Lo bien que está funcionando PS4 les ha motivado a invertir en ella y aumentar sus ventas. La compañía esperar mejorar su números en un 25%, gracias al catálogo y a servicios adicionales para PSN, como la TV y la música.
Fuente: Reuters