El mundo del ultimo juego de Naugthy Dog es cruel y despiadado. Aprende a sobrevivir en The Last of Us Parte II con nuestros consejos.
The Last of Us Parte II es uno de los mejores juegos de la generación. En un mundo cruel y despiadado como es en el que se desarrolla la acción, los enemigos (tanto humanos como infectados) nos pondrán las cosas realmente difíciles. Por ello, aprende a sobrevivir en The Last of Us Parte II con nuestros consejos básicos.
Con un 96 en Metacritic y OpenCritic, el juego de Naugthy Dog es uno de los mejores de la generación y, en concreto, de PlayStation 4. Todos los que lo han jugado coinciden en lo duro que es y, en las dificultades más altas, sobrevivir se convierte en una auténtica odisea. Preámbulos fuera, vayamos con los consejos:
Recolectar materiales
Al igual que sucedía en la primera entrega, The Last of Us Parte II tiene un sistema de crafteo bastante básico pero con alguna cosilla de trasfondo. Es fundamental que peinemos las zonas por las que pasamos, pues en ellas encontraremos los materiales necesarios para fabricarnos objetos que nos ayuden en nuestra aventura. También, por supuesto, encontraremos la preciada munición.
No obstante, quizás lo que más necesitemos sean las píldoras que nos harán mejorar nuestros atributos. Así pues, estos objetos son los que más escasean, y reunir todas las píldoras necesarias para desbloquear la mejora que queremos es algo que nos llevará mucho tiempo.
Por ello, es fundamental que mejoremos aquello que creamos más urgente. Os proponemos tres mejoras principales: más salud, mejora de botiquines y fabricación de silenciador. Como imaginaréis, las dos primeras se basan en la supervivencia: más vida equivale a más aguante, por lo que serán muy útiles. En cuanto al silenciador, ya os decimos que se vuelve VITAL para afrontar las situaciones con sigilo, lo que nos lleva a nuestro segundo consejo.
Sigilo frente a acción
Sí, lo sabemos: la acción de The Last of Us Parte II es increíble. Lo cierto es que se ve como una película, pero no debemos abusar de ella. Estaremos siempre en inferioridad numérica y de recursos, por lo que un enfrentamiento directo, ya sea contra humanos o contra infectados, nos puede costar muy caro. Y no solo por la salud, que también, sino por lo que puede suponer para nuestras reservas de munición y armas.
Por ello os aconsejamos usar el sigilo siempre. No es necesario que lo hagáis perfecto, esto no es un Metal Gear, pero sí os servirá para avanzar y, de paso, cargaros a un par de enemigos por el camino. Usar el arco, la pistola con silenciador y los asesinatos silenciosos, se convierte en algo fundamental si usáis esta estrategia.
Por lo demás, ya sabéis: aprovechad el entorno al máximo y cuidad vuestra munición con tiros certeros a la cabeza. No malgastéis balas con chasqueadores que no pueden veros y, sobre todo huid, que no sois Rambo.
La huida es siempre una opción
Si el sigilo falla, tenéis dos opciones: luchar o huir. Si os sentís fuertes, la primera es una opción muy válida. Pero si estáis al límite es mejor que corráis. El entorno provee al jugador de muchas herramientas para facilitar la huida, siendo esta también muy espectacular.
Así pues, los recovecos serán nuestros mejores aliados. Esconderse debajo de un coche o atravesar una pared por un sitio estrecho, nos hará ganar unos segundos vitales. Eso sí, mucho cuidado, porque estas acciones os dejarán muy vendidos.
Tirad de ingenio con los ladrillos o las botellas. De esta forma podréis despistar a los perros, aunque sea momentáneamente. Incluso os ayudarán a matar a un enemigo de forma rápida, pues acertarles con un ladrillo les dejará confusos el tiempo suficiente como para ejecutarles con un simple movimiento.
Y que no se os olviden las bombas aturdidoras. Serán de vital importancia para facilitar una huida. Tened en cuenta que, al final, resulta ser un juego scriptado y muy dividido en zonas, por lo que correr hasta el siguiente punto seguro, aunque sea in extremis, os salvará de la muerte.
Cómo lidiar con los perretes
Son, sin duda, lo más jodido del juego. Los adorables chuchos que acompañan a nuestros enemigos serán un incordio constante. Nos escucharán mejor y tendrán la capacidad de rastrearnos, obligándonos a estar en constante movimiento.
Para evitar que nos rastreen, la mejor opción que tenemos es la de tirar una botella o un ladrillo lejos, para que se alejen de una zona donde nos puedan empezar a rastrear. Si esto falla y el perrete se pone a seguirnos, aún tenemos tres opciones.
La primera es la limpia, y consiste en poner al escenario entre el perro, nuestro rastro, y nosotros. Es decir, pasar por encima de una valla o algún elemento que un perro no pueda atravesar de manera sencilla. No será la forma más habitual de librarnos de ellos, pero sirve.
Las otras maneras son mucho menos limpias. Por ejemplo, si el perro y su dueño nos siguen y no tenemos más opciones, habrá que matarlos. Si decidimos romper con el sigilo, lo más eficaz es colocar una mina en nuestro recorrido. El perro no la activará, pero el humano sí y lo matará, dejando el perro desconsolado y a los compañeros de este, en alerta.
Si lo de la mina falla, siempre podemos tirar de sigilo o ser precavidos. Si queréis eliminar la posibilidad de que un perro os siga, la manera más eficaz es matar a su dueño. El perro se quedará llorando con el cadáver y nosotros podremos decidir qué hacer: si dejarle vivir o matarlo. Si en cambio, optamos por matar al perro, alertaremos al dueño y dará la alarma, por lo que no es la mejor opción.
Cómo enfrentarse a los infectados
Realmente, creo que los infectados son los más sencillos de combatir. Hay varios tipos: corredores, chasqueadores, acechadores, tambaleantes e hincados. Cada uno de ellos tiene una táctica y la manera de abordarlos, difiere.
Para los corredores no hay mucho problema. Tenemos que evitar que nos vean, pero no tienen un oído desarrollado. Lo mejor que podemos hacer es aproximarnos por la espalda y matarlos sigilosamente. Si esto no es una opción, el cuerpo a cuerpo es lo más recomendado (si podemos). Golpearles con cuadrado y esquivar sus ataques es sencillo. Y si tenéis a mano una botella o ladrillo, lanzársela para poder eliminarlos de un ataque.
Los chasqueadores son más letales en combate, pero más simples en sigilo. Ellos no ven, solo escuchan, por lo que movernos inclinando muy poquito el stick es la mejor forma de acercarnos a ellos. Si en la zona hay otros enemigos, como los corredores, matadlos primeros a ellos, ya que si os ven, alertarán a los chasqueadores. Luego, en combate, nuestra mejor baza es dispararles a la cabeza para que se rompa la coraza que les protege y se queden aturdidos, momento que utilizaremos para matarlos de un solo ataque.
Contra los acechadores no hay mucha estrategia posible. Evitad que os vean y fijarse bien en cada esquina, pues puede aparecer uno. Y si entráis en combate, más os vale tener una escopeta a mano, pues su rapidez os exigirá mucha puntería o un arma más bestia.
Finalmente, contra los tambaleantes e hinchados, un poco lo mismo. Mucho sigilo, siempre que podáis y, si os ven, alejarse de ellos todo lo posible y, sobre todo, utilizar cócteles molotov y cualquier cosa que implique fuego y explosiones para matarlos. También podéis optar por aturdirlos con las bombas y así escapar, siempre y cuando tengáis lista la puerta de escape.