Un giro inesperado de los acontecimientos ensombrece todo Totsuki en Shokugeki no Soma 3×05. Si Soma nos metía siempre en problemas, ahora no ha sido su culpa.
Nos las prometíamos tranquilas en el capítulo de esta semana, culpables. Pero Shokugeki no Soma 3×05 nos ha dejado con un nudo en la garganta. Un giro de los acontecimientos al final del Banquete Lunar le ha dado la vuelta a todo el anime.
Y esta vez no ha sido Soma. El pobre esta vez estaba muy calladito y tranquilo. Pero todo Totsuki se acaba de meter en un problema muy, pero que muy gordo. Y esto tiene difícil solución. ¿Qué va a pasar a partir de ahora?
Un combate sin ganadores
Más allá del cambio de argumento del anime, esta semana se han aclarado, por fin, todos los misterios que rodeaban al Banquete Lunar. La semana pasada vimos lo que tramaba Soma para competir contra Kuga. Y esta hemos descubierto, por fin, qué era lo que había pasado entre este y el primer consejero.
Ha sido, de nuevo, una muestra más de que los personajes en Shokugeki no Soma no son ni planos ni secundarios. Todos tienen un trasfondo, una historia, unas aspiraciones y un motivo para avanzar. Que Soma sea el protagonista no implica que los demás solo estén ahí para enfrentarse a él.
Esto hace que todo cobre mucha más profundidad. Que empaticemos con esos personajes y que veamos más allá de su «maldad». Ha pasado con casi todos ellos. Desde los principios con Erina hasta el combate contra Subaru en la selección de Otoño. Todos los que han pasado por delante de Soma lo han hecho por algo. Y luego han seguido sus caminos. Y lo más importante, nos hemos alegrado cuando han conseguido avanzar.
Por eso precisamente, pese a lo irritante que es Kuga, y cómo es su forma de actuar, lo que ha significado para él este pequeño descalabro nos ha tocado la patata. Al menos a mi. Me ha dado hasta penica.
Y lo mismo pasa con Soma. Aunque bueno, en este caso se lo tiene merecido por prepotente. Que no se puede ir así de chulo por la vida siempre. Aunque con lo que viene ahora, todo pinta a que sí.
Erina, el nuevo dentro de la trama
Pero si la mitad del capítulo ha servido para mostrarnos un poco la situación de estos personajes nuevos y los secundarios, la segunda parte del mismo nos ha metido una hostia de dos pares de narices en la cara.
Si antes he dicho que los «villanos» de la serie han ido demostrando que tienen más matices, parece que el que acaba de aparecer no va a ir por esos derroteros. Este nuevo «enemigo» tiene la pitna de ser todo lo malo que no hemos visto hasta ahora en Totsuki.
Vale, de acuerdo. La academia es una puñetera locura desde el principio. Eso lo sé. Pero también es cierto que todo eso se desarrollaba en un ambiente de colegueo.
Lo que ha pasado ahora ha sido como meter a Voldemort en Totsuki en vez de en Hogwarts. Y nunca mejor dicho. Solo le ha faltado decir sangre sucia en vez de paladares exquisitos.
Pero con él llega un ejército muy difícil de vencer. Lo impactante es que, al igual que ha pasado con otros personajes, la revelación de quienes van con él llega después de que le hayamos cogido cariño a algunos de ellos.
Un final impactante
Todo esto ha hecho que, tras el ending, nos quedemos muy pero que muy paralizados. Por lo menos yo. La mezcla entre incredulidad, desastre y abismo ante el que nos encontramos simplemente me dejó un mal cuerpo.
Ojo, no un mal cuerpo de los que te hacen dejar de ver la serie. Eso me pasa con Boruto. Uno de no saber por dónde van a salir ahora los tiros o cómo lo van a solucionar. Evidentemente, nuestros chicos harán combates culinarios contra estos enemigos pero ¿tienen posibilidades por separado?
Ni si quiera Soma ha podido él solo contra uno de los consejeros. ¿Cómo se las va a apañar para derrotar a semejantes monstruos?
Estamos a punto de darle la vuelta a la tortilla del anime. Un nuevo arco comienza y será un arco más oscuro de lo normal. Y, por enésima vez, un reto que ni nos esperábamos ni repite el estilo de los anteriores a los que se enfrentó Soma o alguno de sus amigos.
Sin duda alguna, la serie que más me gusta en estos momentos (detrás de One Piece por supuesto) es Shokugeki no Soma. No sé qué hacéis que no la estáis viendo de nuevo.
Por cierto, aún no me han salido las recetas chinas estas. Pero prometo hacerlas.