El festival se pone interesante, culpables. Pero aunque Soma nos ha sorprendido como siempre, este Shokugeki no Soma 3×04 ha sido demasiado flower power.
Con las cosas completamente en contra de nuestro querido Soma, el episodio de hoy, como siempre, ha querido dar una vuelta de tuerca al asunto. Shokugeki no Soma 3×04 nos muestra las armas del cocinero. Y de paso, la creación de un nuevo plato que le definirá en un futuro.
Eso sí. Quizás se han pasado un poco con el azúcar. Y es que hemos pasado de verlo todo negro, como los calamares con mermelada que hace Soma, a tener amor a raudales por todas partes. Fliping estoy aún. Pero bueno, vamos a lo que importa, la crítica en sí.
Una resolución ingeniosa
Es cierto que Soma nos tiene acostumbrados a darle la vuelta a la tortilla en un momento. Siempre calmado, siempre creativo. Pero lo de hoy se lleva la palma. Teníamos un evento muy distinto a los combates culinarios. Algo más parecido a lo que le hizo enfrentarse a Nakiri durante el curso. Ha sido gracias a esto a lo que ha podido sacarle provecho y salir victorioso. Gracias al tiempo extra que ha tenido durante la feria.
Día tras día, Soma ha ido arreglando su puesto para dejarlo perfecto y enfrentarse a Kuga. Por una parte, es lo más lógico del mundo, ¿no? Si algo no funciona, pues no quedará más remedio que adaptarse. Pero por otro… alma de cántaro, has tenido semanas para preparar tu puesto y lo has dejado todo para el último momento. Eso es de planificar muy mal las cosas. Esperaba algo más de él.
Como él mismo dice, tiene una preparación a la hora de servir a clientes que muchos otros no tienen. Y eso le ha dado un poco de ventaja. Ha sigo capaz de combatir contra Kuga gracias a otros elementos, no solo en la cocina. Las colas de espera, el trato con el cliente. Todo eso no le importaba demasiado a su rival. Solo quería ganar. Soma ha optado por otra cosa. Y mira por dónde, ha acertado. Qué raro.
La pregunta que tengo ahora es ¿ha ganado a Kuga ya? Evidentemente, no puede ganarle en números globales, pero con solo ganarle un día, ya le ha superado en «algo». Sí, ha sido raro que entre 6 personas hayan derrotado al elenco de cocineros del palacio chino. Pero bueno, se puede llegar a entender porque, además de vender más, le ha robado clientela. Tiene un pase.
A ver si la semana que viene nos enseñan cuál es la promesa que tenía Kuga con el asiento número 1 de los consejeros. Y si veremos algo de lo que será el nuevo combate contra Soma. ¡Qué ganas!
Seguimos evolucionando
Pero lo que ha sido realmente interesante es la creación del nuevo plato. Como ya hablamos la semana pasada, mientras que cada uno en la academia tiene su estilo propio. Soma está más perdido que Subaru. En las pasantías consiguió un primer plato que le iba a identificar. Y ahora ha conseguido otro. Muy original, por cierto. Si consigo que me salga, os pondré vídeo y receta. Lo prometo.
La cosa es que, personalmente, sigo sin ver ese estilo propio de Soma. Ninguno de los dos platos tiene demasiada relación entre ellos. Me refiero al estilo.
Por ejemplo, tenemos especialistas en postres, comidas ahumadas, carnes, pescados, especias, y estilo chino picante. Pero Soma va haciendo, aún, un poco de aquí y de allí. Sí, es cierto que lo bueno es que tenga un poco de todo. No lo voy a negar. Pero ¿en qué estilo definiríais a Soma?
Aquí no nos olvidamos de nadie
Lo que sigue patente es que todo está presente en lo que vamos viendo en Soma. Las cosas no pasan y se quedan en el pasado. No estamos ante un shonen en el que derrotas al enemigo y te olvidas de él. Aquí estamos en un maratón donde aprender de tus enemigos es tan importante como innovar por ti mismo. Y eso se ve a las mil maravillas.
Shokugeki no Soma 3×04 nos vuelve a mostrar el gran elenco de personajes secundarios que tiene. Y de paso, que no solamente tienen que ser importantes cuando se relacionan con Soma. Da gusto ver que cada uno tiene su trama particular. Erina y «la mesa vacía» que todos sabemos por quién va. O la combinación extraña de chocolate y curry que se han sacado de la manga el trío lalala.
Por supuesto, ver cómo colaboran entre ellos para sacar partido de sus habilidades es, quizás, lo mejor. Da una sensación de continuidad que pocas veces se ve en las series. No solo recordamos a los personajes. Los tenemos presentes. Y los que antes nos caían mal, ahora, no es que nos caigan bien… pero al menos nos caen.
Eso más la animación y la banda sonora de siempre… aish. Nada, que le dan a uno ganas de cocinar. Yo voy a intentar hacer el plato de hoy… a ver si me sale. ¡Ya os aviso!