El octavo capítulo de Shameless tiene como protagonistas principales a Lip, Kev y Debbie. Ha habido aspectos buenos en el capítulo, pero el episodio ha resultado un tanto decepcionante.
El octavo capítulo de Shameless ha tenido muy buen ritmo, los 50 minutos que ha durado han parecido 5, al igual que en los capítulos anteriores. Y es que eso es parte del dinamismo de la serie, el salto continuo de un personaje a otro a lo largo del capítulo hace que, aunque la trama no avance mucho se haga muy llevadero.
A pesar de este dinamismo, ha sido un episodio que me ha decepcionado profundamente, en gran parte por Lip. Finalmente, se presentó a la apelación que le consiguió su antiguo tutor, aunque el resultado no fue satisfactorio. Y como no, este hecho desencadenó lo de siempre en este personaje: una ira ciega e irracional que termina destrozando lo poco bueno que tiene el protagonista en ese momento.
Sinceramente, me empieza a aburrir el tema, vale que por este tipo de cosas es por las que triunfó esta serie: el hecho de que un personaje toca fondo, se levanta y de repente toca aún más fondo que la vez anterior. Me pregunto si en algún momento de esta serie, podremos llegar a ver cómo un personaje consigue que le vaya bien, sin ningún contratiempo que le destroce la vida, pienso que ya va tocando, al menos con algún Gallagher.
Por otra parte, el personaje que pintan cómo tonto, Kev, a mi en este capítulo me ha parecido que ha tenido un raciocinio sentimental muy bueno (no quiero resultar pedante con estos términos, pero me han salido las palabras así, lo juro), me explico. Para todo aquel que haya visto la relación sentimental de Vero, Svetlana y Kev, podría parecer que Kev se encuentra en una relación idílica, pero no es así. Kev, a pesar de ser un poco corto de miras, es consciente que el amor de su vida empieza a poner por delante de él a otra persona, perdonándole cosas que tal vez ni a él le hubiera perdonado. Ya lo he dicho alguna vez, pero lo repito: me encanta Kev.
Y bueno, la pobre de Debbie, cuando parecía que al menos había encontrado una estabilidad, aunque algo frágil, se la echan a perder cuando entra en escena la familia paterna de su hija. Me ha parecido muy fuerte que le secuestraran así a su hija, porque a fin de cuentas, ha sido un secuestro. Lo peor, es que la grabaron en pleno ataque de ira… Me da que nos despediremos de su hija Franny por una temporada.
Del resto de personajes, digamos que no hay mucho de lo que hablar, ya que su contribución a las tramas principales de este capítulo han sido escasas. Ian sigue con su nueva pareja pegada al culo (por favor, no seáis mal pensados), Carl aún no ha aparecido en escena y Frank está de nuevo en una fase de bondad hacia su familia (más por necesidad que otra cosa).
Y bueno, para terminar tenemos a Fiona, la cual sigue en su proyecto de la lavandería, que parece que gracias a la ayuda de Kev puede que vaya tomando buena forma. Aunque ya veremos, que de seguir la tónica de siempre pasará cualquier cosa que la hunda en la miseria. Yo apuesto porque se dejan el gas abierto y explota el local, con esta serie todo puede pasar.
Y a vosotros entonces, ¿no os gustaría que la serie empezase a tomar un rumbo distinto, en el que sus protagonistas comienzan a cumplir algunas de sus metas sin que al segundo se les esfumen entre las manos?.