Tras su comienzo en las recreativas hasta su paso por PC y Saturn, vuelve la velocidad sobre dos ruedas. 20 años de silencio pasan factura, pero el silencio termina este año. ¿Qué fue de la saga TT Isle of Man? Os lo contamos en estas líneas.
Seré sincero: nunca he sido muy apasionado a los deportes del motor. Eso no implica que por esa regla de tres no haya jugado nunca a un juego de conducción. Las tardes pegado a la PS2 jugando al Gran Turismo 4 sin tarjeta de memoria no me las puede quitar nadie. Pero en cuestión de conducir con menos de cuatro ruedas, mi experiencia es menor. Es por eso que la casualidad ha llamado a mi puerta, ya que este mismo año vamos a tener de vuelta un título que rebosa nostalgia para mí. ¿No sabéis de qué hablo? Tranquilos que eso tiene fácil solución. Sentaos y poneos cómodos, que os voy a contar la breve vida de la saga TT Isle of Man.
De comienzos humildes
Para poner un poco de contexto hay que hablar sobre qué es el Tourist Trophy (TT) de la Isla de Man. Los orígenes de este pasatiempo motorizado datan del 1907. Aunque bien es cierto que todo empezó a tomar forma tres años antes con la Prueba Eliminatoria de Gordon Bennett. La notoriedad del Tourist Trophy se debe a que las carreras se realizan alrededor de toda la isla. El evento dura dos semanas, siendo la primera para entrenamientos y la segunda para las competiciones como tal.
Dividiéndose en carreras a contrarreloj de diferentes modalidades de motocicletas, esta tradición de casi 100 años de historia es un evento muy querido en muchas zonas del mundo. Siempre abierta al público y con una gran variedad de estilos de motos para competir, sin duda es un evento reconocido y respetado. ¿Pero cómo se ha representado en el mundo de los videojuegos este deporte? No con mucha presencia, por desgracia.
Motos sin ruedas
Si nos remontamos a las primeras manifestaciones comerciales en formato digital, habría que hablar del poco conocido hoy en día Manx TT Super Bike de SEGA. Nacido para recreativas en el Japón de 1995 (llegó a Europa dos años más tarde para Saturn y PC), el juego tuvo una buena acogida en el sector. Lo que llamaba la atención a la gente por esas fechas eran sus gráficos espectaculares y el periférico que controlaba el juego. Se trataba de una motocicleta de proporciones realistas en la que nos subíamos y manejábamos al piloto moviéndonos con ella. El realismo que rebosaba este arcade lo coronó como un título digno de ser jugado.
En este título tenemos únicamente dos tipos de circuito: para novatos y para expertos. Laxey Course era el que ofrecía el menor riesgo, siendo el Tourist Trophy el dirigido a los más experimentados con el juego. Las versiones para PC consiguieron mejorar incluso más el apartado visual que ofrecía la versión de Saturn. Mejor sonido, sombras definidas para las motos, multijugador para 8 personas… Esta versión fue la que inició a muchos (como a un servidor) en el mundo de los juegos de motociclismo.
Un salto en el tiempo
Los juegos de TT no volvieron a ver la luz de las teles de tubo hasta que llegó PS2 y nos ofreció en 2005 Suzuki TT Superbikes. Creado por Jester Interactive, esta entrega ofrecía mecánicas muy atractivas, como la capacidad de personalizar tanto motos como pilotos. Pudiendo elegir hasta el tipo de tubo de escape de las motos, este era uno de los alicientes más interesantes de este juego.
Entre las modalidades de juego, distinguíamos dos: Arcade y Desafío. El primero era el modo principal, en el que podíamos contar con un modo conocido como «Domingo Loco». En este modo, los circuitos se llenaban de conductores que no competían, haciendo las carreras mucho más frenéticas. Las críticas en general apreciaron el realismo y las físicas del juego, pero aborrecían los tiempos de carga. Pese a ello, fue un título recibido con los brazos abiertos. Esto también hizo que cierto desarrollador quisiera aportar su granito de arena.
De cuatro a dos ruedas
El siguiente juego relacionado con el Tourist Trophy apareció de la mano de los creadores de Gran Turismo, Polyphony Digital. En 2006, tomaron la decisión de aparcar los coches y pasarse a las motos con Tourist Trophy para PS2. El número de motocicletas que podíamos usar se disparó a 135, diferenciando modelos por año y categoría. Para ponerle una guinda más al pastel, emplearon el mismo motor usado en Gran Turismo 4, con lo cual la experiencia poseía una muy buena calidad. Sin embargo, tuvieron que reducir el número de pilotos de IA a 3 en vez de 5 como en otros juegos de Gran Turismo.
Respecto a los circuitos que podemos encontrar en esta entrega, destacamos uno: el circuito Ricardo Tormo de la Comunidad Valenciana. El circuito aparecería también en Gran Turismo Portable de PSP, pero tras la quinta entrega dejó de aparecer en la saga de coches.
Este último título contaba con una personalización incluso mayor que su hermano mayor Suzuki TT Superbikes. Con la increíble cantidad de 186 accesorios de personalización de marcas reales, podíamos crear al piloto de nuestros sueños sin ningún problema. La idea de hacer juegos sobre TT entusiasmó tanto al CEO de Polyphony (Kazunori Yamauchi) que comentó lo atractiva que le parecía la idea de hacer más juegos de TT.
Tenemos que volver a la isla
Tras esto, las motos de Tourist Trophy no retornaron a nuestras pantallas hasta este mismo año con TT Isle of Man: Ride Over The Edge. Creado por Kylotonn Racing Games, este retorno a la Isla de Man tiene mucha pinta de devolver a la vida a esta olvidada saga. Con un apartado visual muy logrado y una sensación de velocidad que quita el hipo, estamos ante un título que quiere volver a insuflar aire videojueguil a una de las carreras de motos más duras.
Y como última reflexión, cabe destacar que TT no ha sido la única saga olvidada en el tiempo. Por eso mismo quiero remarcar en estas últimas líneas algo que debe ser enfatizado. Tenemos que hacer ver a los estudios y a las compañías que da gusto que resuciten géneros de este estilo. El retorno de viejas glorias siempre es agradable cuando se hace bien. Y personalmente espero ver cariño y entrega a este título de motociclismo. Incluso tal vez pueda volver a cuando era un enano jugando a este juego, quién sabe.