Hoy toca análisis de Rocketbirds 2: Evolution, la segunda entrega de Rocketbirds: Hardboiled Chicken aparecida en PlayStation 3, PS Vita y PC hace unos años, que se estrena en PlayStation 4 de la mano del estudio Ratloop Asia. Su peculiar propuesta de pollos bélicos a lo Metal Slug funciona perfectamente consiguiendo un juego independiente altamente adictivo.
A decir verdad, si no tuviera que ser tan técnico y me preguntarán de qué va Rocketbirds 2: Evolution tendría que responder algo así como “son pollos comunistas contra pingüinos nazis”. Puede parecer que a alguien se le ha ido la pinza y no es para menos, pues el juego pretende ante todo divertir al personal con grandes dosis de humor.
Mención especial para su apartado sonoro compuesto por los californianos New World Revolution, cuyo peculiar estilo de rock encaja a la perfección con la acción que vemos en la pantalla.
[divider]Plataformas y puzles con mucho humor[/divider]
Rocketbirds 2: Evolution no inventa nada nuevo, pero lo que hace lo hace muy bien. Su mezcla de acción y plataformas con determinados rompecabezas que te obligan a explorar todo el escenario, saben entretener y divertir con grandes momentos de humor.
Nuestro protagonista, Hardboiled Chicken, es un pollo más duro que Rambo, con un arsenal variado de armas que van desde lanzagranadas, ametralladoras y escopetas, hasta pistolas láser y cañones bláster del futuro. En su aventura contra el ejército de los pingüinos se las tendrá que ver frente a palomos, búhos espaciales y robots futuristas, a lo largo de los 6 capítulos que componen el Modo Historia.
En determinadas ocasiones, tendremos que llamar al móvil de algún enemigo haciéndonos pasar por su superior para que haga lo que le ordenemos. También existe la posibilidad de controlar mentalmente para que se ataquen entre sí y terminemos explotando su cabeza cuando ya no nos interesen.
Rocketbirds 2: Evolution también tiene un Modo Rescate en el que tendremos que buscar a compañeros prisioneros en mapeados generados aleatoriamente y pensados para jugar en multijugador.
[divider]Escasa duración pero divertido como ninguno[/divider]
Como hemos dicho, su historia cuenta con 6 capítulos que se superan fácilmente en unas 6 o 7 horas, pero la experiencia jugable bien vale la pena por menos de 20 euros. Su acción frenética y sus complicados jefes de final de fase te mantendrán todo el fin de semana pegado a la consola hasta que logres vencerlos.
Una de sus grandes virtudes es la posibilidad de disfrutarlo en cooperativo con hasta cuatro jugadores simultáneos, que es donde realmente se muestra el potencial de Rocketbirds 2: Evolution. Si ya es divertido en solitario, en compañía es totalmente soberbio.
En cuanto a su apartado técnico, no estamos ante un juego con grandes alardes visuales, pero su acabado es muy atractivo y cuidado, con un efecto pseudo-tridimensional vistoso. Se nota que Ratloop Asia se ha esmerado en sus detalles y animaciones.
[divider]Conclusión[/divider]
Rocketbirds 2: Evolution es una segunda parte continuista que sabe mezclar plataformas, disparos y puzles con mucho humor. La batalla épica entre pollos y pingüinos continua aunque se tercia un poco escasa de duración, pero a un precio ajustado y totalmente recomendable para disfrutar un fin de semana con los colegas.