Rhythm Paradise Megamix reúne los mejores minijuegos de la saga para que pongamos a prueba una vez más nuestro ritmo. ¿Cómo habrá sido el resultado de este pack?
Cuando pensamos en minijuegos y Nintendo a muchos nos viene a la cabeza directamente Mario Party o WarioWare, pero ambas sagas no son las únicas que se llevan el pastel dentro de la compañía, ya que Rhythm Paradise también nos pone a prueba a base de pruebas cortas. Hoy nos toca hablar de la saga debido a que ha pasado por nuestras manos su última entrega, Rhythm Paradise Megamix.
Que el ritmo no pare
Si algo caracteriza a Rhythm Paradise es sin duda el punto en común en todos sus minijuegos, donde la base está en seguir el ritmo que se nos marca durante la prueba. ¿Qué quiere decir eso? Pues que durante cada minijuego deberemos aporrear el botón que sea necesario siguiendo el ritmo musical que tenga dicho desafío como si fuéramos un metrónomo humano. Así de primeras puede parecer que todo sea lo mismo siempre, pero la cosa no es tan simple, ya que algunos minijuegos nos requerirán seguir un determinado patrón predecible, otros lo cambiarán entre medias o directamente en unos nos tocará tener unos reflejos de hierro. A parte de dichas diferencias, obviamente nos encontramos con que cada juego cuenta con su propia ambientación y estilo, el cual sin llegar a ser tan gamberro como el de WarioWare sí que recuerda a éste no solamente por la simpleza pero eficacia de los gráficos, sino por las rarezas que podemos ver, y es que depilar con unas pinzas las barbas de unas cebollas con cara no es algo precisamente común.
Centrándonos en el nombre del juego os habréis fijado e la palabra Megamix, y es que, efectivamente, estamos ante un recopilatorio de las mejores pruebas de toda la saga, de forma que encontramos minijuegos sacados de Game Boy Advance, Nintendo DS, Wii y otros creados para esta ocasión. Éstos los encontramos divididos en bloques de 4 (uno de cada consola), de forma que si los superamos podemos acceder al siguiente bloque. Para rematar la jugada, por cada dos conjuntos que superemos nos encontraremos con una prueba final, donde podremos gastar más o menos monedas (las cuales conseguimos simplemente jugando minijuegos) para jugar a dicho desafío con una mayor o menor dificultad.
¿Quién dijo que era sencillo seguir la marcha?
¿Y qué pasa con la dificultad? Pues que es bastante elevada, culpables, algo que sinceramente no me esperaba. No estamos hablando de que sea difícil superar los minijuegos (los hay que sí, como la primera prueba final), sino que hay que ser un fiera para lograr sacar una alta puntuación, ya que al seguir el ritmo la pantalla táctil nos indicará si hemos pulsado antes o después del momento preciso. Obviamente hay algo de margen, pero lograr la perfección rítmica es realmente difícil, por lo que aquí tenemos un factor rejugable para intentar superar nuestras propias marcas. Además, en algunas pruebas el juego nos intentará putear para que perdamos el tempo, como puede ser haciendo zooms al ritmo de la música para luego éstos cambien y nos liemos o bien silenciando el sonido un tiempo y teniendo así que tirar de nuestra intuición. Por suerte, si el juego ve que las cosas se nos vuelven difíciles a la hora de practicar nos indicará en la pantalla táctil el patrón a seguir para que pillemos bien el compás, e incluso nos dejará seguir si ve que nos atascamos en alguna prueba final, por lo que a pesar de tener sus picos de dificultad nos ayuda para que no nos quedemos atascados.
Eso sí, tras todo lo hablado hay que hacer mención a una palabra que se ha repetido mucho en el análisis: el ritmo. Puede sonar bastante lógico, pero el hecho de que podamos cerrar los ojos y que aun así podamos pasarnos las pruebas demuestra que el título es más que robusto en su objetivo que de que sigamos el patrón sonoro a la perfección.
A este conjunto de más de 100 minijuegos hay que sumarle una serie de extras, como son la posibilidad de comprar los temas y demás objetos de las pruebas para guardarlas en un museo o la obtención de pruebas extra a base de usar monedas, añadidos que a pesar de no ser importantes le dan al conjunto un acabado más sólido. Pero ojo, que también contamos con modo multijugador tanto para streetpass como de partida normal, pudiendo disfrutar hasta 4 personas con una sola copia del juego.
Conclusión
Rhythm Paradise Megamix es un juego perfecto para pasar los ratos muertos a base de pruebas cortas pero interesantes. Puede que no llegue a ser tan variado como otros títulos de minijuegos pero logra sacar mucho partido a algo que parece tan sencillo como es seguir el ritmo, demostrándonos que la cosa no es tan sencilla.