Pues yo creo que sí, culpables. De verdad. Y antes de que algunos os echéis las manos a la cabeza, vamos a reflexionar una cosa: parémonos a pensar por un momento en la cantidad de juegos que cada uno de nosotros tenemos pendientes de hincarles el diente. Os voy a enumerar los míos: Far Cry 3, Crysis 3, la trilogía Mass Effect, Skyrim, Dishonored… Por no hablar de los que están por venir: The Last of Us, God of War: Ascension, Beyond: Two Souls, AC IV: Black Flag, Watch Dogs y un largo etcétera. A eso, sumadle el hecho de que una nueva generación está a la vuelta de la esquina.
Todos estos juegos suman una cantidad de horas al mando indecente, así que necesitaría el sueldo de un cirujano y el tiempo libre de un parado para poder jugarlos todos sin terminar con algún tipo de trastorno epiléptico. Así que teniendo en cuenta eso… ¿cuánto tiempo me queda para «disfrutar» juegos de hace 5, 10, o incluso 15 años? O más que tiempo… ¿me quedan ganas?
El mundo del videojuego está en constante evolución. Creo (y sé que a veces es tener mucha fe) que aún no hemos visto el mejor videojuego de la historia, al contrario que en otros tipos de ocio. La mejor película de todos los tiempos ya ha sido rodada, el mejor libro ya ha sido escrito y el mejor disco ya ha sido grabado, pero el margen de mejora en el desarrollo de videojuegos es tan grande, sobre todo del salto de una generación a otra, que las posibilidades de ver el mejor juego jamás creado están ahí, solo hacen falta buenas ideas, porque los medios para hacerlo no dejan de crecer. Así que, al contrario que en el cine, la música y la literatura, pienso que lo mejor está por venir.
Con todo esto, ¿qué me puede motivar a mí a jugar un juego con un aspecto gráfico de antaño (aunque no sea lo más importante) y lo que es peor, una jugabilidad arcaica? Porque sí, todos echamos de menos, por ejemplo, el espíritu de los primeros Resident Evil, pero seamos honestos: ese control hoy en día es lo más farragoso que podemos encontrar, siendo generosos. Vale, tampoco es que el de los nuevos RE sea la releche, pero muy desastroso tendría que ser para resultar más injugable a estas alturas de la vida. ¿Por qué digo esto? Porque se está generalizando el pensamiento de que «lo de antes era mejor», con todo. Vale que los juegos de antes nos dieran muchas horas de diversión, pero muchas veces se trata más de melancolía recordando tiempos pasados, que de pensar que realmente nos divertiríamos jugando ahora a esos títulos.
Vámonos a los hechos. En la tienda virtual de Playstation, por ejemplo, tenemos clásicos de PSX disponibles para descarga. ¿A cuántos de ellos vale la pena que dediquemos nuestro valioso, y en ocasiones escaso, tiempo? ¿3? ¿4? ¿5?. Pensemos en los disponibles para Playstation 2 y el resultado es exactamente el mismo.
Ya me he puesto en el pellejo de un consumidor al que no le interesa la retrocompatibilidad lo más mínimo. Me cuesta ponerme en el de uno al que sí le interese, principalmente porque no veo motivos para darse cabezazos contra la pared porque en las próximas consolas no pueda jugar títulos de la presente generación, salvo que quiera vender su actual consola para comprar una nueva, pero volvemos a lo mismo: ¿vas a comprar ( y gastarte lo que sea que cuesten) una PS4 o Xbox 720 para jugar juegos de la actual generación, incluso de anteriores?.
Así que ahora me pondré en el pellejo de las compañías/empresas. Sí, porque nos gusta pensar que detrás de esos juegos que disfrutamos, hay personas con un punto de vista romántico de la creación que aman su trabajo y dan lo mejor de sí mismos para que nosotros la gozemos delante del televisor. Esa gente existe, pero también existen los jerifantes de traje y corbata que están por encima de ellos y que cada año tienen que rendir cuentas en reuniones de inversores o juntas de accionistas. Las compañías quieren que nos divirtamos jugando sus juegos, pero hay algo de nosotros que quieren más que eso: nuestra pasta. ¿Y qué rédito económico les da el hacer una consola retrocompatible? Cero.
Tengo la duda de que implementar esa retrocompatibilidad en una consola realmente aumente sus costes de producción. No creo que cueste tanto poder reproducir juegos de sistemas anteriores en uno de última generación, quiero decir, es como si yo tuviera un PC sobre el que corriera Battlefield 3 a tope y quiero jugar al Monkey Island original. ¿Qué esfuerzo le supone eso a mi PC? Pero pongámonos en el caso de que realmente es así como nos lo venden, en ese caso, las compañías no recuperan un céntimo de esa inversión. Aumentan esos costes de producción (y con ello, encarece la consola, no lo olvidemos) para que nosotros juguemos juegos que YA TENEMOS. Es decir, beneficio económico, ninguno.
Otra cosa es la ética de lanzar estas colecciones en HD. Y la calidad de ellas, dicho sea de paso, porque nos encontramos de todo. Desde cosas que son prácticamente ports de lo antiguo, hasta la versión HD de Metal Gear Solid 3: Snake Eater, que haría palidecer a juegos de la actual generación. Pero ay, ese control… De todas formas, como han dicho recientemente David Cage y Cliff B., con nuestro dinero votamos lo que queremos. Si compramos reediciones en HD, tendremos más. Si no las compramos, tal vez llegue el día en que desaparezcan, pero no por ello Sony y Microsoft harán retrocompatibles sus consolas.
Así que esta es mi opinión personal e intransferible. Sí, ha habido juegos que me lo han hecho pasar genial durante toda mi vida, pero los tiempos cambian, los videojuegos cambian, y no podemos pasarnos la vida llorando por decisiones que toman las empresas, que no olvidemos, tienen por principal objetivo enriquecerse todo lo que puedan.